Josefina Lira Plascencia, presidenta del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia (COMEGO) advirtió que en estos tiempos de confinamiento a fin de evitar el contagio del COVID-19, sin duda alguna el segmento poblacional más vulnerable son las niñas y adolescentes, quienes podrían estar en riesgo de enfrentar un embarazo adolescente no planeado.
Consideró que con las medidas preventivas necesarias, las adolescentes deberían acudir a buscar algíºn método de anticoncepción, œcreo que todo el esfuerzo que se venía haciendo a través de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo Adolescente (ENAPEA), grupos que buscan disminuir embarazo no planeado en adolescentes va a venirse abajo, no todo, pero, esta pandemia, el confinamiento, definitivamente va a tener efecto, en el mundo tendremos 7 millones de embarazos no planeados y estos se van a dar manera importante en grupos vulnerables como mujeres adolescentes.
Ante ello, recordó que los centros de salud en todo el país siguen abiertos, para que las jóvenes solas o acompañadas de una persona adulta puedan acudir a solicitar algíºn método anticonceptivo que se adapte mejor a sus necesidades, aunque consideró que uno de los mejores métodos es el implante subdérmico, con la enorme ventaja que éste tiene una efectividad casi del 100 por ciento una acción prolongada por cinco años.
En este sentido, y al participar en la conferencia de prensa œlas Estrategias Anticonceptivas en la Nueva Normalidad, recordó que el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), estima que con motivo del confinamiento ocasionado por la pandemia se estima que en el mundo habrá más de 7 millones de millones de embarazos no planificados, cifra en la que desde luego está incluido México.
Ane ello, resaltó que el incremento en el níºmero de embarazos no planificados por la pandemia se agrava en nuestro país, debido a que ya de por si ocupamos en nada honroso primer lugar en embarazo adolescente de entre los países de la OCDE con una tasa de fecundidad de 70.6 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años de edad, es decir que cada año hay alrededor de 390 mil nacimientos en adolescentes.
En este sentido,
La doctora Georgina Ruvalcaba, Gerente Médico de Bayer de México, refirió que el nuevo implante anticonceptivo subdérmico con levonorgestrel de dicha empresa, que ofrece protección hasta por 5 años, ya estaba disponible desde el año pasado en centros de salud de la Secretaría de Salud, y a partir de este año también lo podrán solicitar las derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en beneficio de un enorme segmento de la población femenina, desde adolescentes hasta mujeres adultas, ya que no tiene ninguna contraindicación para su uso, salvo algunas excepciones que deberán ser valoradas con el médico de la paciente.
A su vez, la doctora Yasmín López Vera, médico gineco-obstetra adscrita al Hospital de la Mujer de la Secretaría de Salud en el estado de Michoacán, resaltó que este implante subdérmico consiste en la colocación debajo de la piel en el brazo no dominante, con una pequeña intervención que lleva tan sólo 70 segundos con el uso de un anestésico local.
Se trata de dos barras delgadas y flexibles -del tamaño de un cerillo-, que cuentan con una tecnología de liberación prolongada, con lo que cada día durante cinco años libera pequeñas dosis de levonorgestrel, una hormona encargada de brindar protección anticonceptiva, comparable a la esterilización femenina.
Otro de los enormes beneficios, abundó, es que la mujer adolescente tiene la garantía de que no volverá a quedar embarazada en los próximos cinco años, y la joven adulta tendrá control de la natalidad, y en cuanto ella lo decida, retirar el implante y recuperar su fertilidad de manera natural en el muy corto plazo.
La doctora Josefina Lira reiteró que el implante subdérmico de larga duración es un método muy accesible, efectivo, gratuito y que representa una herramienta eficaz para evitar embarazos no planeados en adolescentes.
Recordó que en la mayoría de los casos, las adolescentes que han tenido un embarazo no planeado, en un alto porcentaje en un año, a veces en menos tiempo, vuelven a quedar embarazadas, lo cual las condena a la pobreza y es un estilo de vida que se repite, porque por lo regular son hijas de madres que también tuvieron a su bebé muy jóvenes lo cual les restó la oportunidad de volver a la escuela y tener una mejor preparación educativa.
Fuente:
cronica.com.mx
