Tampico, Tamaulipas.-Tras señalar que Playa Miramar es de las pocas que siguen cerradas a nivel nacional, Iñigo Fernández Bárcenas, presidente de la Asociación de Hoteles del Sur de Tamaulipas, dijo que si bien se sigue en fase I, no entiende porque no puede abrirse este paseo, cuando las iglesias, que es un espacio cerrado puede hacerlo con un 25 % de afluencia y cabe la posibilidad de riesgo de contagio de COVID-19.
“Desafortunadamente la playa continua cerrada y los sitios turísticos, los parques, vemos algunas medidas en general que no le competen directamente a la hotelería, pero alguna medidas de relajamiento o menos restringidas en cuestión de los horarios, como por ejemplo para los comercios y las iglesias que ya se les permite un 25 %, yo no sé por qué la playa aún no puede estar abierta, bajo el supuesto de que la playa es un espacio público y abierto y no estás en un lugar confinado, en donde este recirculando el aire como en otros sitios como iglesias, tiendas departamentales, etc.”,
Manifestó que les queda claro que no puede haber una playa al 100 % pero desconocen porque no se puede abrir la playa cuando menos a un 25 %, bajo parámetros y lineamientos, y sobre todo tomando en cuenta que ya se acabaron las vacaciones de verano y la afluencia cada vez va a ser menor.
“Creemos que esto esta afectando fuertemente a la hotelería y sobre todo apostarle a la playa, en la hotelería imagínense una silla con una pata, una es la que nos está sosteniendo que es el turismo de negocio, ese que sigue viniendo visitar clientes, proveedores; y la otra pata es la del turismo de reuniones es decir congresos, convenciones, reuniones familiares, fiestas, esa pata no la tenemos porque la indicación es que los salones de eventos deben estar cerrados; y la tercera pata de esa silla es el segmento del turismo recreativo, que viene a vacacionar y disfrutar de la playa y sitios turísticos, sol , playa, estamos en esta silla, porque en ese segmento no hubo por eso las reservaciones en hoteles de playa han sido muy bajas”.
Reiteró que lo que está sosteniendo a los hoteleros es el turismo de negocio.
Dijo que no se entiende como una iglesia puede estar abierta al 25 %, el cual es un espacio cerrado, confinado, donde se recircula el aire, y no se puede abrir la playa.
“Cuando uno va a una tienda departamental hay muchos lugares que uno toca con la mano, desde la puerta para entrar, la silla, la ropa, la caja, etc., y en la playa que tocamos, absolutamente nada, tocas el agua, y a parte estas al sol, al calor y hay estudios que dicen que el calor no beneficia al COVID, entonces si evidentemente lo mejor sería tener una cura o una vacuna, pero no podríamos estar pensando en tener cerrado todo, sobre todo desde la óptica que de acuerdo al artículo número 1 de la Ley General de Turismo indica que a nivel federal el sector turístico es prioritario para la nación y además dentro del plan estatal de desarrollo indica que uno de los sectores estratégicos en el municipio y el estado es el turismo”.
Expresó que la solicitud para la reapertura de la playa Miramar está, son muy insistentes.
“Somos muy respetuosos de lo que nos indiquen, pero hay algunas cosas que por no estar en el área de la salud no entienden del todo, no entienden como algunos pueden estar abiertos, cuando le ven más indicadores para un posible contagio, cuando a la playa van y se sientan en la arena y ya. A lo mejor una restricción que hay que poner en el tema de la playa es no usar palapas para que no la use una persona y luego venga la otra y toque la misma superficie, cosa que sucede en cualquier otro lado. Somos de las pocas playas a nivel nacional que seguimos cerrados”.
Por ello, indicó que en el nuevo decreto del Comité de Seguridad en Salud no hubo ningún cambio significativo para la hotelería, ya que al igual que el pasado mantiene con un tope máximo de ocupación de la hotelería de un 75 %, aun cuando en el mes de agosto solo tuvieron una ocupación de un 24 %.
Señaló que otras de las medidas que establece el decreto es que las áreas recreativas y lúdicas debe permanecer cerradas.
“Y las albercas solo pueden ser utilizadas por los huéspedes y el cuarto punto para la hotelería es que los restaurantes pueden estar abiertos al 50 %, es decir, el restaurante de un hotel se equipara a un lineamiento que tenía un restaurante, estar hasta el 50 %, no dar servicio bufet y en el caso de un restaurante en un hotel priorizar en la medida de lo posible el servicio a cuarto”.
