-Ante incremento de contagios de COVID-19.
Tampico, Tamaulipas.-Tras señalar que el aumento en el número de contagios de COVID-19, consecuencia de las actividades sociales de la temporada decembrina, orilló a las autoridades de salud a ser más restrictivos, Iñigo Fernández Bárcena, Presidente de la Asociación de Hoteles del sur de Tamaulipas, dijo que aunque les afecta a los hoteles en cuanto al cierre de salones de eventos, es mejor que se tomen estas medidas ahora, “conviene ponerse las pilas y apretar en la concientización de la población” para salvar la Semana Santa, que es uno de los períodos vacacionales importantes que genera gran derrama económica, y cuyo peligro de que se pierda está latente.
Dijo que ya se veían venir algunas medidas más restrictivas desde las que se habían anunciado la última vez, el 6 de enero de extendieron las medidas hasta el 15 de enero con la misma línea y a partir del viernes 15 se anuncian las nuevas disposiciones.
Refirió que muchos de los hoteles tienen servicios alternativos o complementarios y dentro de ellos los salones de eventos y desafortunadamente toda la actividad social ha sido la más castigada durante todo este periodo de emergencia sanitaria.
Recordó que fueron de las últimas actividades económicas en las cuales se permitió su reapertura, y que ahora debido a la situación que está sucediendo no solo en Tamaulipas sino en todo el país, con el semáforo en rojo en la ciudad de México y la cuestión de las restricciones severas en Nuevo León, las fiestas de diciembre donde la gente se relajó en cuestión de las medidas sanitarias ha hecho que exista un incremento en el número de contagios, tanto en el estado como en la zona sur.
“Es la repercusión y consecuencia de las actividades sociales que se realizaron a finales del mes de diciembre por cuestión de las fiestas decembrinas y como bien señala el nuevo decreto en el Periódico Oficial de Tamaulipas los salones de eventos se cierran y de alguna manera pone difícil el manejo para cualquier salón de eventos, llámese los que están en hoteles como los que no, es el manejo de decir 15 días o un mes estás abierto, pero de repente te cierro y de repente de vuelvo a abrir, eso desde la parte económica no te permite realizar una planeación y a lo mejor algunos clientes no les guste la decisión si tenían programado evento para este fin de semana ya no se pudo posponer implica gastos adicionales”.
Dijo que eso no significa que no estén conscientes, porque si lo están de cómo se han incrementado el número de casos y eso orillo de alguna manera a la autoridad de Salud Estatal a tomar estas medidas.
“Yo creo que si viéramos a largo plazo nos conviene ponernos las pilas y tener que apretar el cinturón todavía más de lo que ya lo hemos apretado con miras a poder salvar el período de Semana Santa de este año, que es un período importante para nosotros en donde hay mucha actividad económica y se genera derrama económica para otras actividades distintas a la hotelería”.
Hizo referencia a que el año pasado no tuvieron Semana Santa y fue un golpe muy fuerte a las finanzas de los hoteles y de quienes se dedican en general a ser prestadores de servicios turísticos.
“Afortunadamente pareciera que va avanzando, no al ritmo que nos gustaría con el tema de la vacuna, pero si hay que aplicar esta restricción preferiría que fuera ahorita y no en Semana Santa y que no fuera cercano a ese período vacacional…es un peligro latente que estará ahí por lo que en la medida que podamos evitar y controlar la propagación del virus tratando de salvar ese período será mejor”.
Afirmó que al interior de los negocios cumplen con todos los protocolos de salud, pero el rebrote viene de final del año, que hubo fiestas decembrinas que la familia se reunió en lugares, en donde no en todos, pero en algunos, se confiaron y se relajaron con lo que se propició contagios.
Por ello, expresó que hay que “apretar” en la parte de la concientización porque en un salón de eventos se cumple con disposición que marca Salud a diferencia de casas particulares.
“Esperemos que la gente no siga haciendo reuniones sociales porque sería la única manera de poder propiciar que disminuya el número de contagios, porque en casas particulares la gente se confía, se relaja y eso tiene una repercusión en la población en general, tanto el riesgo sanitario como la actividad económica, lo que obliga a que la autoridad sea más restrictiva”.
Hizo referencia a que en el caso de la hotelería permanecen sin movimiento porque continúa permitiéndose una ocupación máxima del 75 % que evidentemente al final del día el promedio o demanda que existe por habitaciones sigue siendo bajo, ya que en diciembre se tuvo una ocupación del 31 %, pero hablando de las medidas sanitarias continúan de la misma manera, permitiendo hasta un 75 % y en el caso del restaurante con una ocupación máxima del 50 %.
Finalmente agregó que el uso de albercas es solo para los huéspedes y el uso de áreas lúdicas del restaurante.