Pide director de Casas del Migrante justicia para los trabajadores migrantes

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-Dice que sus derechos son incuestionables.

Nuevo Laredo, Tamaulipas.-Los migrantes que buscan oportunidades laborales en otros países son los verdaderos protagonistas del mundo de trabajo sin fronteras, porque hacen frente y superan las fronteras de un mercado laboral injusto, ya que contribuyen para el desarrollo de los países de origen, tránsito y destino, aseguró el sacerdote Mauro Berzeletti, director de las Casas del migrante de Guatemala y El Salvador, dos de los países que más migrantes ‘expulsan’ a México y Estados Unidos.

En el marco del Día Internacional del Trabajo, Berzeletti como integrante de los Misioneros de San Carlos Scalabrinianos de las Casas del Migrante en esos países, señaló que en el contexto de la globalización de la economía mundial la voz de los trabajadores migrantes y refugiados debe ser escuchada para “desarrollar procesos participativos entre los gobiernos, empresas, empleadores y trabajadores, a fin de que las políticas bilaterales y multilaterales produzcan justicia equitativa entre nacionales y migrantes, en el mundo del trabajo”, expresó.
Consciente de que el respeto de los derechos y la libertad de los trabajadores migratorios y sus familias continúan siendo violados por leyes y muros injustos, lo único que se logra con ello es acrecentar los sentimientos de xenofobia, racismo y discriminación.
Por ello destacó que el Primero de Mayo de 1886 es una fecha significativa para los migrantes en el contexto de la globalización mundial, al haber marcado el inicio de una nueva etapa en la historia de la humanidad para todos los trabajadores del mundo, en particular los migrantes que trabajan y buscan trabajo en países diferentes de su origen.
Expresó que los derechos de los trabajadores migrantes y de sus familias “son derechos humanos incuestionables e indispensables para asegurar el crecimiento económico, el progreso social y alcanzar la paz universal”.
Berzeletti enfatizó en el llamado hecho por el Papa Francisco sobre la necesidad de trabajo, y que las personas deben ser sensibles al empeoramiento del desempleo por la pandemia del COVI-19, para que ningún joven, ninguna persona y ninguna familia estén sin trabajo.
Al final de su reflexión, urgió Berzeletti a que sean escuchadas por todos, las voces de los trabajadores que claman por trabajo y pan.
De acuerdo a este sacerdote, antes de la militarización de la frontera común entren Guatemala y México, cada mes salían de ese país centroamericano cerca de 30 mil guatemaltecos para laborar en las plantaciones y empresas establecidas en Chiapas.
Asimismo, en los últimos meses del 2019 cientos de migrantes de Honduras y El Salvador salieron de sus países rumbo a la frontera de México con Estados Unidos en busca de una visa humanitaria o asilo político, debido al incremento de la pobreza y la violencia que los obligaron a dejar sus tierras.

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