El 2022… Ahora

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La lucha electoral por alcanzar la Esquina del Poder en Tamaulipas empezó, para muchos, desde a principios de este 2021, cuando fuerzas no oscuras, aunque si de fuerte color, empezaron con movilizaciones en la frontera, particularmente en Matamoros, extendiéndose por el territorio ‘donde se reza mucho’

Los intentos por preparar el terreno electoral siguen en la misma tesitura, por el mismo rumbo que la presidencia de la república marca y que ha sido la clave para conquistar electores, ávidos de justicia, hambrientos de equidad, con sed de venganza contra los opresores de las clases muy desposeídas y no solo por falta de empleos.
En la capital del estado, Cd. Victoria, pareciera no se dieron indicios de inquietudes sociales, pese al pésimo desempeño de autoridades municipales cuyo trabajo, ha dejado mucho que desear, sobre todo en temas de inseguridad, pavimentación, recolección de basura, sin faltar el precario suministro de agua potable. Que conste, no son temas únicos.
La ‘venganza’ de los electores fue manifiesta en las urnas, de tal forma que no fue posible la reelección de la Alcaldesa de Acción Nacional y sí el triunfo de un expriísta, ahora con piel de Moreno, Eduardo Abraham Gattás Báez (1967), que retomó las quejas públicas de la ciudadanía que aprovechó como propaganda para proponer un nuevo programa de gobierno.
Faltaba nuestra Casa Máxima de Estudios, la Autónoma de Tamaulipas (UAT) cuyo rector, José Andrés Suárez Fernández, cede a una nueva administración, rechazando la reelección y ahora se prepara la elección de su sustituto.
Inicialmente se manejaron solo dos nombres: el del Dr. Armando Villanueva Mendoza, actual director de la facultad de Derecho y Ciencias Sociales Victoria y el del C.P. Guillermo Mendoza Cavazos, actual Secretario de Finanzas de la UAT y docente de la Facultad de Comercio y Administración Victoria.
Sin embargo, a principios de este mes de septiembre apareció en la escena universitaria, una sexagenaria mujer que en su tiempo fue aguerrida legisladora federal y local bajo las siglas del PRD y que sin duda acudió a la misma escuela política del actual presidente mexicano.
De la palestra política del Sol Azteca, durante varias décadas se perdió en las aulas universitarias, donde cursó una licenciatura y posgrados, con producción teórica, pero alejada de la política partidista tanto local como nacional.
¿Cuáles fueron las razones por las que Luisa Álvarez Cervantes emergió a la política universitaria, aunque fue miembro del Consejo Técnico de la Unidad de Ciencias de la Educación y Humanidades?
No hay misterio.
Asumo que simplemente los hermanos de serio color le hablaron al oído e instruyeron para ‘ganar’ la rectoría de la UAT y preparar lo necesario en el sendero de la próxima elección en el 2022.
Los ideólogos de este movimiento saben que la Dra. Álvarez Cervantes no ganará la elección y no por ser mujer o los dados estén cargados, me parece que ni la propia facultad donde ella trabaja como docente, fueron capaces de proponerla como candidata a la rectoría para el período 2022-2025.
En cambio, la estrategia es documentar “las irregularidades del proceso… las afrentas del sistema represor que se niega a reconocer la capacidad de las mujeres… la falta de equidad de género…”
Se habla de que incluso Luisa Álvarez ha levantado su voz en la misma Dirección de la Defensa de los Derechos Universitarios, que registrará su queja ente la Comisión Nacional de Derechos Humanos; se sabe que ha tenido comunicación con otras universidades del país, seguramente donde encontrará eco a sus quejas por no dejarla participar en la elección.
El marco legal de la UAT es muy claro y se pueden leer los nueve requisitos que señala el Artículo 27 para ser rector de la UAT, y quizá la fracción VII, es la que no le favorece a la Dra. Álvarez cuando dice “…Gozar de estimación general como persona honorable y prudente…”
En el procedimiento para el registro de candidatos, el Artículo 28, fracción II, estipula “Cada Consejo de Escuela, Facultad o Unidad Académica podrá presentar a la Asamblea Universitaria la propuesta de un aspirante, acompañada de un plan de desarrollo académico y administrativo para la Universidad”.
La lógica es que estos dos aspectos estatutarios de la UAT, la docente de la Unidad de Ciencias de la Educación y Humanidades los incumple e infiero su retórica la centrará en razonamientos que sirvan para victimizarse.
No dude se convoque a movilizaciones populares con el tema de la elección rectoral en las tres zonas universitarias y entonces doña Luisa retomará con mayor ahínco la bandera de antes… de ser universitaria.

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