Pandemia de mediano plazo

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  El calvario con este virus del SARS-CoV-2 no va a terminar pasado mañana. En esta odisea vamos para el mediano plazo, una etapa que durará entre tres a cinco años hasta que este maldito virus –en efecto– se vuelva estacional y toda la ciencia a nuestro alcance termine controlándolo.

            Y es mejor que si usted no se ha vacunado, vaya a hacerlo, porque todas las medidas en los próximos meses terminarán acorralando a los no vacunados que por convicciones personales o hasta ideológicas o de fe, se resisten a no hacerlo.

            Como periodista he consultado a muchos expertos virólogos, inmunólogos y profesionales que trabajan para la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y todos además de estar propiamente vacunados contra el coronavirus advierten del riesgo enorme de no hacerlo. Nada más fríamente es cuestión de matemáticas y de probabilidades: el riesgo de morir por una reacción de la vacuna es ínfimo en comparación con las ventajas de salvar la vida si te contagias de Covid-19.

            Y no nos engañemos: todos terminaremos contagiados, vacunados o no vacunados, nos dará de una u otra forma y de eso advierten los mismos científicos que, aseguran, es mejor que nos dé vacunados.

            Yo sé y entiendo, que todos estamos hartos de la pandemia, de la desinformación, de la pandemia de errores y de mentiras; de la politización de la pandemia pero créame que, si alguien sabe de esto, son nuestros científicos y virólogos y al menos hasta el momento yo no conozco a ninguno que no esté vacunado.

            Sé que por la premura en cómo vivimos estamos acostumbrados a planear un horizonte más allá de los cinco años y que la actual urgencia sanitaria y las medidas que van tomándose a su alrededor nos obligan a vivir más en el corto plazo; pues bien,  tendremos que acostumbrarnos porque este quinquenio será de vivir al día a día hasta que, repito, el Covid-19 esté totalmente bajo control y para el ser humano signifique un contagio estacional.

            Nos queda rato para lograrlo.  Y para eso tenemos a  nuestros héroes  que no son otros que nuestros científicos esos seres maravillosos que ganan muchísimo menos respecto de un futbolista de élite que no salva ninguna vida.

            En los últimos años han formulado investigaciones importantísimas ubicando al RNA mensajero como pieza clave para buscar fórmulas para derrotar a enfermedades letales como el cáncer o el HIV.

            Hace unos días tuve la oportunidad de entrevistar a dos connotados científicos: el español, Luis Enjuanes virólogo y director del centro de Coronavirus y al investigador y también científico, el israelí Dan Peer de la Universidad de Tel Aviv.

A COLACIÓN

            Mientras varios países avanzan con la aplicación de una tercera dosis de refuerzo de la vacuna antiCovid, sobre todo de Pfizer-BioNtech o Moderna; países como Estados Unidos o Israel inmunizan contra el SARS-CoV-2 a los menores de doce años de edad. En tanto,  en la Unión Europea,  la Agencia Europea del Medicamento autorizó el jueves, la aplicación de un tercio de la dosis de Pfizer para menores de 5 a 11 años de edad   que estará repartida en dos pinchazos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) urge a que se avance con celeridad en la vacunación y en el caso de Europa advierte para los países de Occidente y del Este que “de aquí a la primavera de marzo de 2022” podrían morir hasta 700 mil personas por coronavirus si no queda inmunizada toda la población adulta que falta por hacerlo.

Por su parte, el virólogo español, Luis Enjuanes, adelanta que el próximo año podrá estar lista la vacuna que están desarrollando en el país ibérico y que es intranasal buscando una vía para cortar la transmisión del Covid-19.

Hasta el momento, todas las vacunas contra el coronavirus protegen a las personas de no contagiarse severamente y reducen el riesgo de morir, pero no impiden la transmisión del virus entre vacunados y no vacunados.

Por eso la nueva generación de sueros que se espera a partir del próximo año serán nasales o intranasales porque pretenden cortar definitivamente la vía de transmisión.

 Enjuanes  me dijo que la vacuna española intranasal que están desarrollando parte de la hipótesis de que al aplicarse localmente en las mucosas, por la vía donde entra el virus que circula por las vías respiratorias, se estaría consiguiendo una inmunidad esterilizante para la persona.

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