Utilizando como elementos de una retórica en exceso muy persuasiva y sutil, las palabras ‘rescate’ y ‘transformación’ fueron el eje central de un discurso ya trillado y muy desgastado por Carmen Lilia Canturosas, desde que tomó posesión del cargo de presidente municipal de esta ciudad el primer día de octubre del año pasado, y los retomó en su informe de sus primeros 100 días de gobierno la tarde del lunes.
Desde entonces ambas palabras las utiliza en cada uno de sus magros discursos ventilados en unos malhechos boletines de prensa, con una finalidad poco comunicativa y en exceso persuasiva, en un proceso cuya única finalidad es la de convencer hasta donde se pueda, de que las acciones de esta funcionaria y su gobierno de nobeles morenistas, panistas ortodoxos y priistas vestidos con el uniforme de la ‘Esperanza de México’, dan resultado y son un éxito, pese a que se trate más de lo mismo que hicieron los gobiernos a los que tanto critica, del PAN (pero menos el de su hermano Carlos), y del PRI.
El mensaje de esta retórica verbal va dirigido en exclusiva a una sociedad dócil, sumisa y obligadamente atenta a la que Carmen Lilia quiere llegar con un discurso sin argumentos de peso, pero tan lleno de falacias, de promesas y de demagogia, tantos, que la verdad la cambia por la persuasión, y la realidad la maquilla con argumentos medianamente ciertos, y medianamente falsos.
Es allí donde el discurso de Carmen Lilia en estos primeros 100 días, que dio a conocer la tarde del 17 de enero, se orientó más hacia la demagogia y el populismo, tan entronizados por López Obrador, pero en una mala réplica, porque hasta el momento no hay resultados, solo los de la vacunación, acción que hay que reconocerle, pero no tanto porque ella haya sido promotora, sino por los resultados y la buena disposición de las personas para aplicarse el biológico.
En obra pública anunció una inversión de mil 300 millones de pesos, pero es solo un proyecto porque aún no hay resultados, y lo que está haciendo en esa materia es lo mismo que hicieron los gobiernos anteriores, nada nuevo y más de lo mismo porque seguiremos viendo calles inundadas, colonias empobrecidas, vialidades de mala calidad y lo peor, una inversión económica presentada solo por empresas foráneas que a su propia iniciativa y con base en estudios de mercado, deciden invertir sus capitales y crear los empleo que este gobierno no puede debido a una pasmosa inercia que hace suyo lo que es de otros.
Y aun así algunos de sus seguidores se atreven a decir que es la mejor evaluada de Tamaulipas por algunas supuestas empresas encuestadoras, y de ello hay que saber que los resultados de una encuesta van en función del dinero que paga quien las solicita, y así ocurrió con su hermano Carlos y con el que le siguió, Enrique Rivas, quienes durante sus mandatos fueron ‘evaluados’ como los mejores alcaldes no solo de Tamaulipas, sino de México.
Por favor, si así fuera Nuevo Laredo sería uno de los municipios mejor desarrollados y urbanizados no solo del país, sino de algunas regiones de Estados Unidos, estaría mejor que su vecina Laredo, Texas, pero solo es demagogia y no dudo para nada que en pocas semanas Carmen Lilia saldrá en los comentarios de sus seguidores como la mejor alcaldesa de México, según algunas encuestadoras pagadas para ello.
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Mala fortuna tuvo el precandidato a gobernador por Morena, Américo Villarreal al haber denostado, ninguneado y minimizado a la ex alcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz, de quien dijo que luego de los cuestionamientos que le hizo por haber sido impuesto por el presidente López Obrador como precandidato al gobierno de Tamaulipas, ella y su hijo solo representan dos votos, lo que es además de inverosímil, poco serio y de muy baja calidad moral de parte del médico.
Ello, debido a Maki cuenta con un gran capital político, económico y social, los tres capitales que todo candidato requiere para ganar una contienda electoral como la del próximo 5 de junio de este año, pero eso o no lo sabe o no lo quiere reconocer Américo, en un marcado acto de soberbia que manifiesta en cada uno de sus actos de precampaña, tal vez porque sabe o cree que pese a todo, será el ganador en las elecciones para gobernador.
Pero no hay que olvidar que el exceso de confianza es lo que ha tumbado las campañas a muchos candidatos, y aunque el médico cuente con el apoyo del presidente López Obrador, aún falta tiempo para que sean las elecciones, y eso lo sabe bien el precandidato de Morena, quien no debe subestimar tanto a sus opositores.
Por ello es que el precandidato de la coalición #todosportamaulipas, Cesar Augusto Verástegui le hizo la invitación para que se sume a las filas de esta muy rara fusión de fuerzas contrapuenteadas que pretenden participaren unidad cuando siempre han sido antagónicos por la diferencia de ideales, de doctrinas y de ideología.
¿Cómo es posible que una lastimosa izquierda apoye a una derecha radical y tan llena de odio en contra de todo lo que para ella representa socialismo? ¿Cómo una derecha como esa puede pedirle a un PRI al que tanto atacó y humilló, que se sume a sus objetivos de campaña”.
Pues sí, lo que nunca se creyó posible ahora existe en un adefesio llamado coalición, una aventura política que tiene inicio, pero carece de forma porque es amorfo, y carece de ideología proís porque es una grotesca combinación de intereses políticos sin futuro y lo peor, sin proyecto.
Aun así, el precandidato del PAN, que no de esta rara coalición, le abrió las puertas a la mujer más votada y más deseada políticamente en Tamaulipas, a Maki Ortiz, para sumarse a esta incierta aventura que pretende hacer historia en Tamaulipas con una posibilidad poco cercana de ganar las elecciones de junio de este año.
Bajo este contexto la guerra ya inició entre los precandidatos del PAN y de Morena, una guerra sucia y de descalificaciones que ya esperábamos, y que arreciará con forme pasen los días, por lo que tanto Américo como Verástegui deberán crear sus propios proyectos políticos de campaña, hacer a un lado la tutela política e sus protectores, López Obrador y el gobernador Cabeza de Vaca, porque de no hacerlo ello podría repercutir en sus campañas de manera negativa.
Y aunque la guerra de encuestas está al máximo, el que unas encuetas favorezcan a Américo con un utópico abrumador triunfo que le dan hasta un 48 por ciento contra un 29 de su opositor del PAN; en tanto, otras encuestas le dan a Verástegui una ligera ventaja sobre su contrincante. La realidad es que la verdadera encuesta será la que surja una vez que inicien las campañas, y allí se verá si es el candidato, si es el partido o si son las estrategias las que darán la victoria, antes todo es solo falacia y especulaciones sin fundamentos serios.
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Hasta mañana
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