Odio jarocho

Uno de los comediantes mexicanos con buen éxito sin duda es veracruzano Don Luis Alba García (1945), usted y yo lo identificamos como Luis de Alba, quien dio vida a varios personajes como el ‘Pirrurris’ que no es otro más que ‘el hijo de papi’ ironizando a la clase adinerada.
El actor a lo largo de su carrera ha representado distintos personajes como: ‘¡Juan Camaney’, que fue el modismo en la contracción ‘Juan Come on, hey!’ y su frase de impacto “Bailo tango, masco chicle, pego duro y tengo viejas de a montón ¡¡¡Tururuuuu!!!”.
También a ‘Ptolomeo Nene’, parodiando al filósofo griego; ‘Peritos’, al clásico burócrata; ‘El Hermano Sol’, al monje ocurrente; ‘Dalilo Pelufo’; ‘Saladin Salado’; ‘Pepe Pagaré’, el norteño ‘codo’; ‘El Tlacoyo’, policía siempre fiel y ayudante de la sociedad y su frase de impacto: “Que paaaaaase el acusado” -mucho antes que la señorita Laura-, etc.
El personaje de Luis de Alba que cito en el título de hoy, se refiere al Ratón Crispín, con su célebre frase ¡Te odio con odio jarocho! Dándole una entonación muy singular que se entiende es provocado por un malestar supremo.
Exactamente ése es el sentimiento que infiero sucede en estos días de precampaña electoral en Tamaulipas, inspirados en los aspirantes registrados como precandidatos a gobernador en la contienda del 5 de junio próximo.
¿Empezó la guerra sucia? Con seguridad ‘desde endenantes’ decía doña Mariquita, porque en las redes sociales se publican textos, imágenes y videos muy encaminados al desprestigio o molestias de personajes centrales en la política actual del estado.
En charlas de café y para varios apasionados de este juego llamado política, pareciera que con mensajes sin remitente real y basándose en los reenvíos sin misericordia, pareciera nace una desestabilización social, lastimando severamente la paz pública que hoy tenemos en Tamaulipas.
No dudo que en la lucha electoral por lograr el triunfo haya de todo, pero creo que también debe coexistir la honradez de las expresiones en la forma que sea, incluyendo la gráfica.
La denuncia es porque circula por WhatsApp un video, que se vincula a Facebook, por cierto muy desgastado, pero que retoma vigor porque aparece un noticiero informando del desafuero del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca; también memes que aseguran cárcel para el de Reynosa, apenas concluya su gestión.
Me parece que es un engaño vil a la ciudadanía, porque sin importar el nivel académico del tamaulipeco, el mensaje que queda en la mente del ciudadano común, ¿‘nos ha gobernado por otros seis años otro delincuente’?
Y lo peor es que recién iniciamos la precampaña.
También hay cosas muy sucias que debieran ser tratadas hacia el interior de los partidos políticos que participan en la contienda, como los golpes mediáticos internos donde hay personajes que en otra época pertenecieron a otro partido y ahora muestran simpatía por el que antes era su contrincante, sin importar el poder que vivieron o las excelentes prestaciones y hasta la posibilidad de continuar en el mundo de la política.
Incluso hacia el interior del partido del presidente, hay inconformidad con el precandidato que seleccionó una encuesta y el desacuerdo ha provocado que se profetice la derrota del partido guinda en Tamaulipas.
En un cambio radical de tema, le comento he escuchado la inquietud de varios cuentahabientes de Banamex, pues desde hace unos días trascendió la salida de City Bank Grup en la línea bancaria en México.
El anuncio de inmediato provocó haya una reverenda desconfianza para quienes tengan todo tipo de transacciones con City Banamex y por consecuencia una desbandada de los ahorradores.
Leí en algún espacio que el presidente López Obrador iba a rifar Banamex y la verdad que lo consideré una broma por analogía al Avión Presidencial y desde luego que está muy lejos de suceder… lo veo en el mundo de los imposibles.
El mismo presidente de la República ha mencionado que existe la posibilidad que tres mexicanos compren lo que resta de Banamex. A saber, Carlos Slim, dueño y señor de banca Inbursa; Ricardo Salinas Pliego, dueño de Banco Azteca; y Don Carlos Hank, dueño de Banorte.
Una realidad es que la voz presidencial, nada tiene que ver en esta transacción y las operaciones de Banamex siguen efectuándose regularmente, aunque se sabe que los desconfiados ahorradores han empezado a retirar su capital de esta institución.