La naturaleza ha estado enviando avisos constantes de que el agua es un recurso que de no tomar conciencia de su cuidado, muy pronto, más de lo que imaginamos, pudiera faltar y poner en riesgo la supervivencia de toda forma de vida en este planeta.
Los avisos están muy cerca de esta ciudad, tan cerca como pueden estar las presas internacionales La Amistad y Falcón, así como la Vicente Guerreo, cuyos niveles de almacenamiento se encuentran en niveles extremadamente críticos, tanto que pudiera llegar el día en que las aguas del río Bravo ya no pudieran desembocar en el Golfo de México.
La Comisión Nacional del Agua tiene estos datos y nos refiere que esta sequía continuará, y que de no llover de manera abundante y suficiente, el agua comenzará a escasear para el consumo humano y las actividades primarias, razón de más que desde este momento comencemos a cuidarla, a racionarla y, sobre todo, a hacer extensiva esta preocupación de que el agua es de todos y para todos, por lo que ya no es válido el argumento de pagar el agua y hacer con ella lo que nos plazca.
Cada uno de nosotros debemos tener ya presente nuestra huella hídrica, y hacer un balance del agua que usamos, la que necesitamos y la que desperdiciamos, para de esa manera administrar la que subsane nuestras necesidades cotidianas, y lograr que el agua que no usemos, sirva para quienes no la tienen.
Un solo sólo ejemplo basta para ilustrar lo que significa el agua para la vida: Ese delicioso kilo de carne que comemos en un día utilizó 15 mil litros de agua para su producción, en un largo proceso de tiempo, desde que nació la vaca hasta que fue sacrificada para su consumo. Para producir un pantalón de mezclilla se necesitaron 10 mil litros de agua en todo el proceso. ¿Y aun así somos tercos y no cuidamos este recurso natural que nos da la vida en este planeta?
El 70 por ciento del territorio nacional se está secando, y el 75 por ciento de las 225 presas con que cuenta el país, están por debajo de los niveles tolerables de almacenamiento de agua, lo que está extinguiendo especies marinas, modificando el hábitat de plantas y árboles, y lo peor, pronto será un factor más que motive la migración de miles de personas hacia lugares en donde existe el vital líquido, y será también motivo de disputas, agresiones y violencia extrema como ya se está viviendo en Monterrey.
En suma, el agua ya es factor no solo de vida y de muerte, sino político, y la guerra por el agua generará también disputas internacionales por la propiedad del líquido entre países cuyas fronteras son precisamente ríos, lagunas o presas internacionales.
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Es este tema precisamente uno de los aspectos que el próximo gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, deberá tomar en cuenta en sus políticas públicas y programas de desarrollo, con la finalidad de administrar adecuadamente este recurso, y evitar que pueda ocurrir algo similar a lo que pasa en Monterrey.
Este será uno de sus retos más importantes durante su administración, al igual que el de la migración, y la inseguridad, temas que se interrelacionan por lo que ya mencioné más arriba, y por la importancia que tienen y su gran envergadura, deberá tomarlos muy en serio porque los tres ya forman parte de las políticas públicas de los gobiernos estatales y municipales, es decir, ya son instrumento político de los gobernantes, y Américo no deberá soslayar ninguno de ellos.
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Pero mientras estos tres temas los acomoda Américo en su agenda de gobierno, algo que le viene preocupando desde que estaba en campaña y visualizó su triunfo de manera tempranera, es cómo y quienes integrarán su gabinete, sobre todo en las dependencias más importantes que estarán en la capital estatal.
Muchos, muchos son los nombres que se barajan, pero hasta el momento ninguno está incluido aunque todos suenan fuerte, pero solo una está segura, y es su esposa María Santiago de Villarreal, quien ocupará de seguro la cartera de presidenta del Sistema DIF estatal.
De ahí en fuera, todos los demás cargos se irán por la vía de las negociaciones, los acuerdos, los compromisos, las recomendaciones y, por supuesto, las simpatías, entre los que se cuentan algunos ex priistas y ex perredistas que renunciaron a sus partidos durante las campañas, para sumarse al equipo de Américo, como Oscar Luebbert y Ricardo Gamundi, quienes le tiran a la secretaría de gobierno, pero quien sabe.
El neolaredense Carlos Canturosas suena fuerte también para ocupar una cartera importante relacionada con las finanzas, pero los nombres irán saliendo con gotero porque Américo se estará jugando no solo el futuro de la entidad sino su futuro, por lo que tiene que ser muy escrupuloso y no caer en tentaciones ni en amiguismos, por aquello de las venganzas políticas contra quienes fueron oposición y ahora buscan acomodo en la nueva administración.
Personajes como el ex panista Héctor Pérez Ibarra, quien fuera operador del aún gobernador Cabeza de Vaca, y de la ex panista Maki Ortiz quien supo jugar muy bien las barajas políticas a su favor. Es posible que la veamos en una cartera muy importante.
Pero algo que nos debe preocupar como neolaredenses que somos, es quienes irán a ocupar las delegaciones estatales que hay en esta frontera, toda vez que se trata de algunos prianistas que desean perpetuarse en los cargos, pese a que durante sus gestiones han demostrado incapacidad y mucha corrupción, algo que Américo deberá ver bien en quienes buscarán ocupar las delegaciones y subdelegaciones estatales como la del Imss, Autotransporte, Oficina Fiscal, Comunicaciones, Economía y otras que ya están siendo disputadas primero por quienes las ocupan y guiñan el ojo al próximo gobernador, y después por quienes se la jugaron con Américo en la campaña.
Sin duda la elección deberá tomarla con mucha madurez para no caer en yerros de los que después se pueda arrepentir. <pero eso lo veremos en los próximos comentarios.
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Hasta mañana
