Taiwán tendrá reunificación si o si

            Taiwán no es Ucrania. No puede ni debe analizarse el caso de uno y  de otro territorio con la misma óptica aunque dos potencias estén reclamando para sí intereses de dominación.

            Hasta la fecha, Taiwán no es un país reconocido ni por la ONU, ni por la mayoría de los países del mundo y ello a pesar de que tiene una Constitución,  una bandera, un himno, organizaciones jurídicas propias, instituciones de gobierno y elecciones democráticas. Taiwán es el limbo  y Estados Unidos ha mantenido a lo largo de varios gobiernos la política de reconocer Una sola China que alega el gigante asiático ante la ONU y que significa que Taiwán forma parte de China llegando a concederle cierta autodeterminación pero siempre bajo el marco de propiedad de las políticas chinas.

            En cambio, Ucrania que pertenecía a la Unión Soviética el siglo pasado, tras la caída del Muro de Berlín y el desmantelamiento del régimen soviético comunista, logró su independencia de la URSS el 24 de agosto de 1991. Es un país reconocido por la ONU tiene nexos con los organismos internacionales, su Constitución, himno, bandera, soberanía, moneda, leyes, embajadas, normas, instituciones y elecciones. Y desde 2014 ha comenzado a ser invadido sistemáticamente por Rusia alimentado por la obsesión de Putin por recuperar a la antigua URSS.

            A Taiwán  lo reconocen como soberano 14 países (Honduras, Guatemala, Belice, Haití, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y  las Granadinas, Esuatini, Paraguay, Ciudad del Vaticano, Islas Marshall, Nauru, Palaos y  Tuvalu) no tiene embajadas; y  el resto del mundo lo ve como parte de China bajo una situación especial con la autodeterminación concedida. Sin embargo, hay  un fuerte movimiento político interno a favor de la independencia.

            ¿Terminará invadiendo China a Taiwán como Rusia a Ucrania? Esa es la pregunta del millón de dólares. El Pentágono lo cree plausible dentro de unos años más. China dice que su motivación es pacífica pero en realidad tiene un plan de invasión bélica.

            Precisamente a raíz de las recientes tensiones, el pasado miércoles 10 de agosto, la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado y la Oficina de Información del Consejo de Estado de la República Popular China publicaron un libro blanco titulado La cuestión de Taiwán y la reunificación de China en la nueva era que defiende la pertenencia de la isla al territorio chino desde la antigüedad; la reunificación pacífica y el respeto a un régimen de autonomía especial para Taiwán así como el rechazo absoluto de la injerencia norteamericana que solo pretende debilitar a Beijing.

El texto que leído y releído señala que la reunificación sucederá porque permitirá el “rejuvenecimiento” del país  bajo el concepto de  Una sola China y dos sistemas con el compromiso del respeto a la identidad ideológica y política de Taiwán pero siempre hermanado con el resto de los chinos. “La sangre es más espesa que el agua”.

A COLACIÓN

            Cada línea es clarificadora  bajo el cometido de la paz, del diálogo, de buscar consensos para una reunificación que es irrenunciable e inevitable y que llegará tarde o temprano pero no por la vía de las armas y la opresión sino por la vía de la paz y de hacer que los chinos de Taiwán se sientan orgullosos de estar todos unidos otra vez.

            El documento acusa reiteradamente a Estados Unidos  como  una fuerza injerencista en el conflicto con Taiwán para debilitar a China y encender la ilusión del separatismo  y el nacionalismo fomentando una animadversión en la isla contra sus hermanos chinos. Y no descarta utilizar la fuerza armada si continúan las provocaciones.

“Están tramando intercambios oficiales con Taiwán, aumentando la venta de armas y coludidos en la provocación militar. Para ayudar a Taiwán a expandir su espacio internacional están induciendo a otros países a interferir en los asuntos de Taiwán y tramando proyectos de ley relacionados con Taiwán que infringen la soberanía de China. Están creando confusión en torno a lo que es blanco y negro, correcto e incorrecto”, destaca el documento.

El gobierno chino ha publicado dos libros blancos anteriores sobre Taiwán: en 1993,  La cuestión de Taiwán y la reunificación de China y en 2002, el libro El principio de una sola China y la cuestión de Taiwán.

Este nuevo libro blanco –del 10 de agosto– recuerda que en enero de 2019, Xi Jinping propuso políticas importantes para promover el desarrollo pacífico de las relaciones entre ambos lados del Estrecho y la reunificación pacífica de China en la nueva era.

 “No importa qué partido o grupo político esté en el poder en Taiwán, no puede alterar el curso del progreso en las relaciones a través del Estrecho o la tendencia hacia la reunificación nacional”,  reitera el nuevo libro blanco.

            ¿Qué propone China? Establecer una zona piloto para el desarrollo integrado a través del Estrecho en la provincia de Fujian, promoviendo la integración a través de una mejor conectividad y políticas más preferenciales y sobre la base de la confianza y el entendimiento mutuos.

            ¿A qué se compromete China? A que Taiwán disfrutará de un alto grado de autonomía como región administrativa especial. Se respetará plenamente el sistema social de Taiwán y su forma de vida y serán protegidas la propiedad privada, las creencias religiosas y los derechos e intereses legítimos del pueblo de Taiwán. China no renunciará a la integración de Taiwán bajo ningún concepto.

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