Sin duda la semana que acaba de terminar fue una de las más violentas de que se tenga conocimiento en el país. Actos delictivos, homicidios, delincuencia organizada, atentados intencionados contra civiles inocentes, comercios y empresas vandalizados, además de enfrentamientos directos entre grupos delictivos y oficiales de seguridad pública fueron el sello de esta jornada de extrema violencia, sin que hasta el momento haya una explicación congruente, inteligente y sobria de las autoridades sobre estos hechos,
Lo ocurrido en Zacatecas, Guadalajara, Guanajuato, Baja California y ciudad Juárez, aunque lo parezcan, no son hechos aislados como suelen comentar nuestras autoridades, sino que se trata de actos perfectamente organizados, planeados y generalizados para infundir, miedo y terror entre la población, como una despiadada táctica que provoca zozobra e incertidumbre entre la población; es una práctica que si bien es injusta, amoral e ilegal, tiene similitudes con las tácticas utilizadas por grupos que en tiempos de guerra la utilizan en otros países.
Solo que a diferencia del terrorismo en una guerra, lo que ocurre en México con este tipo de actos violentos, genera puntos de vista a veces contrapuestos para su calificación debido a su propia naturaleza, algo que el gobierno de Estados Unidos insiste en considerar, pero que descalifica México, aunque el término pudiera aplicarse como terrorismo interno, toda vez que atenta contra los derechos humanos y el estado de derecho en el país, lo que aún está en debate.
Sin embargo, lo que es cierto es que los grupos delictivos que participaron en dichos acontecimientos en las entidades mencionadas, para infundir miedo entre la población, utilizaron el terror como táctica de violencia que afectó de manera directa la moral, bienes públicos y privados para dar el mensaje a las autoridades de su poderío y debilidad consecuente de las fuerzas del orden público.
Todo ello no solo rompe el orden social, sino que fractura la estructura democrática y política en el país, y pone en entredicho las políticas de seguridad pública emprendidas por el gobierno federal para hacer frente a este flagelo y, lo peor, pone en total indefensión y vulnerabilidad a la sociedad civil que nada o poco tiene que ver con estos acontecimiento de extrema violencia en el país.
Sin embargo, tal parece que el presidente López Obrador ya tomará en sus manos este asunto que amenaza con salirse de controlo si no hay una respuesta rápida y efectiva del gobierno federal, lo que ya parece inminente, según lo dicho por el propio mandatario. Esperemos pues, dicha respuesta por el bien de la tranquilidad del país y de los mexicanos.
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La suerte el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca parece que ya está echada, luego que el fin de semana el piloto de la nave propiedad de los hermanos Carmona Angulo, presuntos financiadores de algunas campañas políticas en Tamaulipas, desmintió lo que se ha mencionado, de que en los hermanos Carmona habían financiado las campañas, y que lo declarado había sido bajo presión y posibles torturas en contra de Américo.
Vaya usted a saber las repercusiones que esto tendrá sobre la suerte del aún gobernador tamaulipeco
Periodistas asesinados, pero lo que sí es seguro es que esta es una palada más de tierra a la tumba política y judicial del mandatario, y para ello tendremos tal vez, que esperar hasta el primer día de octubre, cuando Américo Villarreal tome la estafeta de la entidad.
Por lo pronto Américo ya se prepara para su protesta como gobernador constitucional de Tamaulipas, y por supuesto, Cabeza de Vaca también se prepara para recibir posiblemente esa andanada de denuncias en su contra por varios presuntos delitos.
Lo que más urge en nuestra entidad es la recuperación del estado de derecho, de la tranquilidad, y de que los ciudadanos tengamos la certeza de que ahora sí las cosas van a cambiar y que serán diferentes, en el marco de un gobierno diferente.
Para ello Américo sigue en reuniones constantes con funcionarios federales para sentar las bases de su próximo gobierno, se ha reunido con magistrados, funcionarios del gobierno federal, expertos en auditorías y personas relacionadas con los asuntos penales, todo para que las carpetas de investigación de lo que se presume fue un mal gobierno el que terminará, estén bien integradas y no haya resquicios legales que den lugar a la impunidad y a la corrupción. Esperemos que no.
Entre los funcionarios en reunión con Américo figuran Alejandro Gertz Manero, Pablo Gómez, Adán Augusto López, Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal y el propio presidente Andrés Manuel López Obrador. De las pláticas no dudamos que hayan sido efectivas y exitosas.
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En nuestra ciudad Nuevo Laredo, las cosas parece que pintan bien en materia de vacunación contra el COVID-19, ya que las personas de todas edades acuden al llamado de las autoridades para aplicarse las vacunas pendientes y de esta manera reforzar su sistema inmunológico para prevenir contagios y otras posibles enfermedades. Las campañas continuarán hasta septiembre.
Cebe decirlo, que la alcaldesa Carmen Lilia está haciendo bien este trabajo en coordinación con el doctor Treviño de Laredo, Texas, para la aplicación de la vacuna transfronteriza, y seguir siendo el único municipio en el país en aplicar las vacunas a menores de edad.
Por otro lado, los trabajos de pavimentación, recarpeteo y obras similares que se hacen en las calles de la ciudad, debo reconocer al ser escéptico en este tipo de trabajos, que la imagen urbana está cambiando con buenas avenidas y calles, sobre todo las arterias de mayor circulación, las que dan una mayor seguridad al automovilista, obras que son supervisadas directamente por la alcaldesa. Esperemos que este trabajo sea permanente y duradero por muchos años, y que las próximas lluvias no sean argumento para nuevas inundaciones.
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El efecto Trump avanza de manera peligrosa dentro de Estados Unidos, luego de haber anunciado que buscará por segunda ocasión la presidencia de su país, en un claro reto a las aspiraciones presidenciales del actual mandatario, Joe Biden, y de la democracia estad0ounidense.
No solo la presencia de Trump atemoriza, sus discursos incendiarios son motivo de alarma entre los sectores menos radicales de ese país, pero también debe preocupar al presidente de México por el calentamiento de la política antimigrante que promovió Trump durante su mandato, y que de una manera favorece al tráfico de migrantes y va contra la política migratoria de México.
Trump, cuando fue presidente presionó tanto a México, que AMLO tuvo que hacer modificaciones constitucionales y darle funciones a la Guardia Nacional para que sirva como institución para el control migratorio en la frontera sur del país, con resultados que no eran los esperados.
Las fuerza federales no son las que deben tratar el asunto de la migración porque tanto los flujos, como el origen y la intención de los migrantes ya se modificaron con el tiempo, y uno de los motivos más importantes que los impulsa a salir de sus países es la violencia, situación que vemos todos los días que ya rebasó la capacidad de acción de estas elementos federales, lo que obliga a que la política migratoria también sea modificada pero para ser más integral, más humana y más transparente en cuanto al trato a los migrantes y la corrupción, algo que parece no va ocurrir al menos en lo que resta de la presente administración federal.
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Hasta mañana
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