Cuando nos disponemos a cocinar un platillo con pollo llega la hora en que nos surge la presión por lavar la pieza con agua, incluso con jabón, con el fin de eliminar las bacterias.

El debate siempre ha estado abierto: hay quienes lo consideran correcto y existen los que creen que es una locura. Por suerte alguien ya dejó en claro cuál es la respuesta correcta.

La chef Mariana Orozco nos dio unas clases en Twitter y de forma contundente respondió que el pollo no debe lavarse. Esta es su explicación.

“Varios comentarios decían que ‘yo lavo todo con cloro y jabón’ y qué creen. El cloro y el jabón no deben mezclarse. Si creen que echarle agua de la llave o limón a un pollo los va a salvar de la salmonella: no es así”.

Comentó que el pollo debe cocinarse a término, de esta manera el contacto con la sartén, agua u horno, se aniquilan las bacterias que nos enferman.

Tampoco es válido lavar el pollo después de que se le quitaron las plumas con fuego. Lo mejor es retirarlas con pinzas, pues se puede ensuciar la estufa y generar contaminación cruzada.

Agregó que si un pollo tiene sabor excesivo o a humedad, es probable que haya iniciado su proceso de descomposición. Recomendó que los caldos siempre se limpien conforme avanza la cocción.

“El caldo de pollo y todos los caldos se deben ir limpiando para quitar cualquier cosa que flote”.

La última recomendación que dio la chef fue que los caldos no necesariamente deben estar hirviendo “como caldero de bruja”, basta con que siempre estén calientes con burbujas pequeñas.

Aquí toda la explicación detallada.

Fuente: excelsior.com.mx

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