Ante la sumisión del gobierno mexicano a los designios del presidente norteamericano Joe Biden, de detener a toda costa a migrantes venezolanos que se encuentren en la frontera mexicana con intenciones de cruzar de manera indocumentada a Estados Unidos, se gesta una nueva crisis migratoria cuyas consecuencias pueden ser peores que las anteriores debido al contexto en el que se desenvuelven las nuevas migraciones internacionales.
Si a ello se suma el que México debe recibir a los venezolanos y de otros países que sean deportados bajo la nueva regla DHS T42 además de los que puedan llegar a los municipios fronterizos, es claro que se gesta no solo una nueva crisis migratoria, sino una muy difícil crisis humanitaria que ningún municipio podrá atender debido a la falta de presupuesto, infraestructura y voluntad política para hacerlo.
Los serios problemas por los que atraviesa Nuestro país, con una inflación galopante brutal, un evidente deterioro del ingreso familiar, desempleo por todos lados, un sistema de salud colapsado y el fantasma de la inseguridad rondando por todos lados, le dan al fenómeno migratoria una gris tonalidad con pocos elementos de solución.
El acuerdo firmado la semana pasada entre los dos país es una forma muy desventajosa para México de resolver el problema, porque está condicionado a los intereses de Estados Unidos bajo la presión de un tratado comercial que nuestro país ha violado y que se sujeta a sanciones económicas y arancelarias que tienen el presidente López Obrador atado de manos.
Lo peor es que las políticas migratorias de Estados Unidos y de México giran en torno a las elecciones presidenciales del 2024, y están a la expectativa de lo que ocurra en el vecino país en las previas de noviembre de este año, y lo que pueda pasar en México el próximo año en el Estado de México y en Coahuila.
Pero ello no es pretexto para que en México la política migratoria se haya sometido a la del vecino país, y que se utilice a la Guardia Nacional como fuerza de contención en las fronteras norte y sur, para detener a toda costa a los migrantes a conveniencia de Estados Unidos, en particular los venezolanos y los cubanos.
Se estima que de Venezuela han salido unos 7 millones de personas diseminados en diversos países, la mayoría en México, pero el asunto es que siguen llegando oleadas masivas de ciudadanos de ese país: tan solo en Oaxaca ya hay unos 8 mil que están varados y tienen colapsado el sistema de atención de algunos municipios y sus refugios.
En Tijuana, Ciudad Juárez, Acuña, Piedras Negras, Reynosa y Matamoros, la situación es similar, y se espera el arribo de una caravana cercana a los tres mil venezolanos que se dirigen al norte de México, pero lo incongruente es que México no los dejará cruzar la frontera a petición de Estados Unidos, por lo que se temen brotes de violencia, como ocurrió ya en Matamoros hace unos días cuando un numeroso grupo intentó cruzar por la fuerza el puente internacional, y necesariamente se tienen que quedar en este país.
Urge una reforma migratoria integral acorde a lo que marcan el derecho internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Organización Internacional de Migraciones (OIM) cuyos estatutos son violados constantemente por los dos países.
Algunos políticos y periodistas que le dan seguimiento a esta problemática se preguntan: ¿Por qué dejan los venezolanos su país? Cierto que es por la dictadura militar del presidente Maduro; cierto que es por
la severa crisis económica y social que existe. ¿Pero entonces porqué migran también los mexicanos a Estados Unidos si no hay una dictadura ni problemas económicos como en Venezuela? La realidad es que los mexicanos siguen siendo el grupo migrante más deportado del vecino país, Venezuela es el segundo ahora.
El contexto político y social de México es muy diferente al de Estados Unidos, pero se presta a que grupos de delincuentes aprovechen la situación para hacer negocio con los migrantes, como ya lo hicieron en su momento con los cubanos, centroamericanos, africanos, haitianos y ahora con los venezolanos cometiendo actos criminales en su contra como los secuestros, el tráfico de humanos, extorsiones, y desafortunadamente los homicidios.
Lo cierto es que actualmente las migraciones internacionales han convertido a México ya no solo en un país de paso y expulsor, ahora es un país receptor y de destino manchado por una política migratoria ineficiente y caduca que alienta a los criminales para aprovecharse de la vulnerabilidad e indefensión de esos miles de migrantes que temen por su seguridad y por sus vidas en México.
Pero no solo son los criminales, México envió la Guardia Nacional y al ejército para detener a los migrantes, y de acuerdo al sitio Animal Político, destina la misma cantidad de elementos para ese fin, que los que combaten al crimen organizado.
Los migrantes no son criminales ni en México ni en Estados Unidos, solo han cometido faltas administrativas que tienen solución, y esa no es ni la violencia ni la cárcel, porque tienen todo el derecho de transitar libremente por el país, sin ser molestados ni detenidos, muchos menos golpeados o perseguidos. ¿Pero que podrá hacer México con los 24 mil venezolanos que tiene previsto Estados Unidos deportar a nuestro país?
Y es que sin contar a los migrantes de otros países, el año fiscal que terminó en septiembre en Estados Unidos contabilizó a unos 153 mil 905 venezolanos que estaban en la frontera norte de México en espera de cruzar. Lo cierto es que México ya terminó el muro de Trump en sus fronteras sur y norte bajo una política de sometimiento y sumisión hacia el Tío Sam.
El tema del tráfico de armas a México, y el tráfico de estupefacientes hacia el vecino país, siguen siendo temas que son tratados solo bajo la perspectiva de Joe Biden, sin avances ni acuerdos importantes porque no hay voluntad del gobierno de Biden para avanzar.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos registró el último año fiscal dos millones 493 mil 721 arrestos de indocumentados en la frontera sur con México, el máximo histórico desde que se tiene registro en este tipo de operativos.
En 2021 se registraron un millón 956 mil 519 capturas, y comparados con los dos millones 493 mil 721 detenciones del 2022, ello representa un incremento de 537 mil 202 arrestos adicionales, es decir, un importante aumento en las detenciones del 27.4 por ciento.
Durante el año fiscal que acaba de terminar en septiembre, la misma dependencia tuvo un registro de 488 mil 695 de los que llama encuentros con indocumentados, que no son más que deportaciones, mientras que la Patrulla Fronteriza contabilizó dos millones cinco mil 26 detenciones.
¿Qué sucederá si siguen llegando migrantes de todas partes del mundo? ¿Aguantará México la presión migratoria de Estados Unidos y de los ciudadanos extranjeros que siguen llegando y que le han dado otra dinámica a la movilidad social? No lo sabemos.
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A solo dos semanas de haber tomado el poder en Tamaulipas, el gobernador morenista Américo Villarreal Anaya dice haber detectado en la administración cabecista más irregularidades que se hicieron en el manejo de las finanzas públicas.
De ser así el equipo jurídico de Américo debe estar trabajando a todo vapor para darle solución a este presunto desfalco de las arcas estatales, y si es el caso, deberá castigar a los responsables para que en su gobierno no haya ni impunidad ni inmunidad para nadie.
Esto lo sabe muy bien el mandatario, por lo que deberá hacerlo saber al presidente de la República que este miércoles estará en la capital cueruda en una vista suponemos, de respaldo al gobernante estatal, porque también vendrá el secretario de gobernación Adán Augusto López, para darle indicaciones a
Américo sobre lo que tendrá que hacer en materia migratoria, de gobernanza y de seguridad con relación al proyecto de crear una Guardia Estatal. ¿Será?
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En lo que respecta al sector salud, los cambios que la semana que acaba de terminar en los principales direcciones dan el mensaje de que en esta ciudad todo lo que huela a PAN y a cabecismo, serán despedidos o removidos, como ya ocurrió en el hospital general, en donde no es culpa del doctor recién cesado, Jaime Emilio Gutiérrez, el haber tomado la dirección de un nosocomio totalmente abandonado y en franco descuido, sin medicinas, sin equipos médicos, y con una infraestructura a punto de colapsar por la falta de inversión.
El hospital civil aunque se le han hecho mejoras importantes, no le dio tiempo al doctor Christian Cárdenas, hijo de nuestro buen amigo el doctor Eutimio, de terminar un trabajo que inició bien, mientras que en la jurisdicción sanitaria, tampoco le dio tiempo al doctor Francisco Mejía, de continuar con una estupenda labor que estaba realizando.
Los cambios seguirán en las diferentes dependencias estatales, como educación, registros civiles, Itavu, y demás, por lo que se espera que quienes llegan y lleguen sean funcionarios capaces, responsables y profesionales, y que no hagan de estas oficinas cotos de poder y de dinero. Ojalá no.
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En lo municipal, la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas continúa con la entrega de obras a colonias en donde la infraestructura vial está hecha pedazos por la mala calidad de los trabajos anteriores, por lo que se espera que Obras Públicas y las empresas que contrata y que no son de la ciudad, hagan bien su trabajo y que no solo se lleven a otros municipios el dinero que le corresponde a la ciudad.
Y aunque parece que las calles pavimentadas se ven bien, hay algunas que después de terminadas las vuelven a abrir porque se les olvidó a los constructores reconectar los drenajes sanitarios o los pluviales; eso pasa por contratar empresas foráneas y hacer a un lado las locales
Carmen Lilia debe estar muy atenta de que estas empresas foráneas no solo vengan a llevarse el dinero de la obra pública, y que así como la semana pasada entregó obras que benefician a 35 mil familias de colonias del sur, lo siga haciendo en beneficio de los ciudadanos.
Buena labor la que hizo el sábado durante el inicio de la campaña ‘Por un México sin Hambre’, que organiza cada año Cáritas y el Banco de Alimentos, al haber donado dos toneladas de víveres no perecederos, alimento que tanto necesitan esas 13 mil personas que padecen de pobreza alimentaria en la ciudad.
El haber promovido Carmen Lilia la organización del evento Car fest permitió no solo promocionar la ciudad, sino venderla al extranjero para alentar las inversiones y hacer que esta ciudad sea una de las más pujantes del país, ya que tener solo el 1.5 de desempleo cuenta y mucho para saber que pese a la crisis económica en México, a esta ciudad no le afecta mucho porque hay interés para que las inversiones lleguen, haya desarrollo y crecimiento económico, y parte de ello se debe al impulso que la alcaldesa le está dando a la inversión privada.
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Hasta mañana
