El presidente Andrés Manuel López Obrador visitó Tamaulipas este viernes en una breve gira de trabajo en la capital del Estado en donde de manera privada se reunió con personajes de la iniciativa privada y del gobierno de Américo Villarreal, y de estas reuniones de seguro habrán de salir cosas muy positivas para nuestra entidad, toda vez que existe una sinergia muy importante entre ambos gobiernos.
Ya lo dijo el propio presidente, que a Tamaulipas le va a ir bien y que el gobernador cuenta con todo su apoyo gracias a los resultados contundentes de las elecciones del año pasado, cuando ganó con la estafeta de Morena el gobierno de Tamaulipas, y de paso terminó con una nefasta huella de gobiernos que poco hicieron por Tamaulipas, como fueron los del PRI y el del PAN de Cabeza de Vaca.
Pero el apoyo del presidente no es gratuito, es gracias al buen trabajo y al estupendo desempeño de Américo Villarreal como gobernante, lo que le da el sello de calidad y garantía a Tamaulipas en los pocos meses que lleva como gobernante, y eso cuenta mucho para que el refrendo de AMLO se refleje muy pronto en más inversiones, más desarrollo y sobre todo, en una mejor calidad de vida de todos los tamaulipecos.
La visita de López Obrador también sirvió para refrendar la hegemonía de un partido que llegó para quedarse por mucho tiempo en Tamaulipas, y prometió que el desarrollo que tanto anhelan los tamaulipecos por fin llegará a todos los rincones de la entidad. En el sur con la modernización de la refinería de Madero, municipio que visitará en su siguiente gira, además de iniciar la construcción de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), que estará en Nuevo Laredo, mientras que en Matamoros proyectaría el desarrollo de un puerto turístico y marítimo de altura.
A menos de dos años de terminar su mandato el presidente López Obrador vino a sembrar a Tamaulipas la esperanza de que su privilegiada geografía detone de una vez las buenas cosas con que cuenta este privilegiado Estado. Confiamos en que se vea muy pronto.
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Una visita importante recibió Nuevo Laredo el jueves en la persona del dirigente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, quien vino a ofrecer su apoyo, el del CEN y del PAN a la candidata a senadora, Imelda Sanmiguel Sánchez, quien dicho sea de paso ha realizado una muy modesta campaña mediática muy característica en este tipo de elecciones que son además de álgidas, poco motivantes para los ciudadanos.
Pero el dirigente del PAN se portó muy parco y poco dispuesto a la entrevista con los escasos reporteros que estuvieron presentes durante el evento que tuvo con la organización territorial de su partido, a quienes solo les dedicó menos de dos minutos, tiempo insuficiente para cuestionarlo y hacerle preguntas que evadió. En pocas palabras le hizo el fuchi a la prensa, y eso en verdad que incomoda.
En su discurso, Cortés repitió lo mismo que ha dicho durante meses, que van a ganar las elecciones del 2024, que cuenta con el apoyo y la simpatía de los mexicanos, y que va a sacar a Morena dela presidencia de la República, en una verborrea que no convenció a nadie, porque fue parco, simple, evasivo y hasta grosero con la prensa. ¿Y así quiere convencer a los electores?
Se supone que lo acompañaría el diputado federal y aspirante a la candidatura de la alianza tripartidista, Santiago Creel Miranda, y aunque estaba anunciada su presencia, simplemente no vino, pero tampoco se avisó de su ausencia, aunque vale la pena destacar que a Cortés lo opacó la candidata Imelda, ya que sorprendió su buen manejo de la palabra y de las oraciones. Se ve que ya aprendió a ser política, y que bueno porque eso le dará calidad a una contienda que algunos vaticinan estará inclinada hacia un solo lado, el de Morena.
A 16 días de las elecciones pero a 13 de que terminen las campañas, Imelda se ubica por encima del candidato del Partido Verde, Manuel Muñoz Cano, quien no aún convence debido a que tiene un discurso muy acartonado y pueril, soso y demasiado simple, por lo que no será rival ni para Imelda, ni mucho menos para el JR.
Esperemos entonces que el dirigente nacional del PAN en verdad le ofrezca todo el apoyo a la candidata y que sus visitas a Tamaulipas no sean solo para placearse.
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Pero a quien le está yendo muy bien es a la alcaldesa de Nuevo Laredo, Carmen Lilia Canturosas, quien ha estado muy activa en cuanto a la promoción de nuevas inversiones que van generando muchos nuevos empleos. Ya son varias las empresas que han llegado a la ciudad para iniciar operaciones, y una de ellas es el proyecto de la creación de un recinto fiscalizado que agilizará las operaciones del comercio internacional.
Uno más, el más reciente, fue la puesta en operaciones de una empresa corrugadora originaria de Irlanda, y lo destacado de ello es que la embajadora de dicha región del Reino Unido acompañó personalmente a la alcaldesa para iniciar las operaciones con el empleo de 400 personas en su etapa inicial.
Esto habla bien de una ciudad que tiene las puertas abiertas para futuras inversiones, lo que indica que muy pronto esta ciudad será un importante referente en Tamaulipas para que más empresas se instalen, y de una vez nuestra ciudad dé el salto hacia un desarrollo más sostenible, más sustentable y más eficiente, porque lo tenemos todos, solo faltaban las ganas de hacerlo, y parece que ya existe esa voluntad política para lograrlo. Enhorabuena alcaldesa.
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Voz Migrante. Las remesas que los millones de mexicanos que viven en Estados Unidos envían a sus familiares en México, rompió récord histórico en solo seis años, al pasar de 26 mil 993 millones de dólares a la enorme cantidad de 58 mil 993 millones de dólares el año pasado.
Este dinero producto del esfuerzo y sacrificio de los mexicanos en el exterior no solo ayuda a sus familias, sino que además crean nuevas fuentes de empleo, genera nuevas empresas, hace crecer comunidades con la circulación de ese dinero en los comercios, y ayuda al desarrollo de cientos de comunidades.
Pero ello no debe ser motivo de orgullo ni de satisfacción, ya que si bien ese dinero o remesas son parte de uno de los motores más importantes de la economía del país, a la par de las exportaciones y la inversión extranjera directa, es también el resultado de la falta de oportunidades laborales en un país que deja que sus habitantes huyan al extranjero ante la amenaza del desempleo, de una ola de inseguridad y de violencia que no cesa.
Esto los obliga a vivir en otro país como indocumentados, a escondidas y hacinados en cuartitos de renta, malcomidos y mal dormidos para juntar todo ese dinero que para nuestros gobernantes es un orgullo, cuando lo que deberían hacer es crear más y mejores oportunidades de trabajo y de educación para evitar que sigan huyendo del país en busca de una vida mejor una vida que en México jamás podrán tener.
Pero muchos de estos migrantes que logran llegar a Estados Unidos de la forma en que sea, son detenidos y deportados a las comunidades en donde ya los esperan no sus familiares, sino peores condiciones de pobreza, de desempleo y de inseguridad.
Tan solo el año pasado las deportaciones de mexicanos también rompieron récord con la nada envidiable cantidad de 2.5 millones de mexicanos, lo que representa un 26% más de deportados que durante el 2021, y son los mexicanos entre todos los extranjeros deportados del vecino país, la mayoría, porque uno de cada tres deportados son de nuestro país. Nada para estar orgullosos ¿O sí?
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Hasta mañana
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