Y después de los tanques, ¿qué?

    El próximo 24 de febrero, se cumplirá el primer año de la guerra de Putin, esa que inició luego de que el dictador ruso ordenó a sus tropas traspasar la frontera ucrania y dar rienda suelta a una escalada bélica.

            A esta guerra ya le ha perdido el miedo tanto Estados Unidos, como parte de sus aliados de la OTAN, que en la primera fase del conflicto mantuvieron una posición cauta incluso temiendo una respuesta nuclear por parte del Kremlin.

            Dicha postura ha ido evolucionando: de la ayuda técnica, militar, financiera, de espionaje e inteligencia proporcionada por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, España y otros veinticinco países, el presidente Volodímir Zelenski ha presionado  para obtener armas más potentes a fin de resistir en la ofensiva.

            Así, han sido enviados cohetes de largo alcance, lanzacohetes algunos tan precisos como el  M142 Himars enviados por el Pentágono;  los  obuses Howitzers; miles de cartuchos de munición, sistemas de defensa aérea, armas Nlaw; los famosos Javelin y otros misiles antitanque.

            En su momento, el presidente Joe Biden, llegó a declarar que Estados Unidos ha dado a Ucrania “diez sistemas antitanque por cada tanque ruso” que está en territorio ucranio.

            También los aliados han dado al gobierno de Kiev, multitud de lanzagranadas, chalecos antibalas, Kalashnikov, jeep 4×4, visores nocturnos; equipo militar para el frío.  El gobierno polaco fue el primero en proporcionar  más de 230 tanques pertenecientes a la etapa del Pacto de Varsovia entre Polonia y la República Checa; a su vez,  los turcos  han vendido a Zelenski muchos más drones  Bayraktar TB2.

            A las tropas ucranias han llegado los NASAMS que son sistemas de misiles de avanzada tierra-aire; otros sistemas de defensa aérea S-300 air; también radares de artillería así como radares centinela y vehículos de soporte de combate blindado y blindados TOA.

            Hasta que en los últimos tres  meses, previos al inminente invierno, Zelenski insistió denodadamente porque Estados Unidos y sus aliados enviasen tanques modernos, los de la nueva era digital y no los viejos modelos soviéticos estacionados en países como Polonia y otros de Europa del Este, pertenecientes –alguna vez–  a la confluencia soviética.

            Reino Unido fue el primero en responder cediéndole a Kiev  sus Challenger 2; sin embargo, la presión de Zelenski se ha encaminado hacia los Leopard 2: el tanque germano de larga data fabricado por vez primera a inicios de la década de 1970 por  la empresa Krauss-Maffel-Wegmann.

            Todavía Alemania estaba dividida en dos y la Guerra Fría  en todo su apogeo. Esos  blindados eran sobre todo para protegerse de la Alemania soviética (República Democrática de Alemania) y tras la unificación en 1989 siguieron fabricándose más modelos como el Leopard 2E y  2A. De acuerdo con el fabricante germano hay 3 mil 450 Leopard vendidos en el mundo y dentro del espacio de la Unión Europea (UE) hay 2 mil 405  tanques distribuidos entre países fundamentalmente miembros de la OTAN:            Alemania con 521; Grecia, 353; España, 347; Turquía, 316; Polonia, 247; Finlandia, 200; Suiza, 134; Suecia, 120; Austria, 56; Dinamarca, 44; Portugal, 37; Noruega, 36; Hungría, 12; República Checa y Eslovaquia, con uno, respectivamente.

Zelenski quiere juntar entre 300 a 500 tanques y carros de combate. Al final, Washington ha ido cediendo cada vez más a favor de entregar armas pesadas a la tropas ucranias.

Hasta  el general Lloyd Austin, líder del Pentágono, tuvo que convencer de forma arisca a su homólogo germano, Boris Pistorius, para que su país jugase un rol más decisivo para armar y pertrechar a Ucrania dándole parte de sus Leopard y concediendo, el visto bueno, para que los países que los tuvieran y quisieran darlos a Zelenski lo hicieran contando con el consentimiento germano.

            ¿Cuántos países han acordado darle  Leopard a Zelenski?   Hasta la fecha Alemania (14); Polonia (14); España (12) y Finlandia, Noruega así como Países Bajos.

A COLACIÓN

            Por ejemplo, España tiene 347 blindados de varios modelos: de Leopard 2E tiene 239 y 108 de la versión 2A4 que son más antiguos, tanto que la ministra de Defensa, Margarita Robles, se refirió a ellos señalando que estaban en un estado “deplorable”, casi inservibles.

            El Ministerio de Defensa de España ha ordenado ponerlos a punto, repararlos si es necesario. En 1998, el país ibérico lanzó su Programa Leopard por 317 mil 709 millones de pesetas para adquirir 225 carros  a la empresa alemana. Después de 2000 decidió adquirir otras versiones más actuales.

Un modelo A7 cuesta 8.5 millones de euros por unidad. La empresa rusa FORES ofrece 71 mil dólares por cada tanque Leopard y Abrams que los soldados rusos, destruyan o capturen en Ucrania, en un momento en que la guerra recrudece a pesar de la intensa nevada que tiñe de blanco al país invadido.

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