Un grupo de investigadores que explora un conjunto de cuevas en el sureste de España ha descubierto una extensa caverna llena de enormes estalactitas y surcada por gigantes ancestros de los osos modernos.

A lo largo de las labores de excavación que comenzaron en 2015 en el gran arco de roca natural en el cañón de Almadenes, en Murcia, se ha confirmado la existencia de ocupaciones pertenecientes a diferentes épocas prehistóricas, entre 7.000 y 50.000 años de antigüedad, convirtiéndolo en uno de los pocos yacimientos de la zona mediterránea en la que se puede rastrear la transición entre los neandertales y los humanos modernos.

Al comenzar las excavaciones, los investigadores creían que la cueva era de tan solo unos metros. Sin embargo, tres años después el equipo sospechó sobre su mayor extensión y finalmente descubrieron que la cavidad sobrepasa los 1.500 metros de longitud, siendo una de las cinco más largas de Murcia.

“Es una locura por las dimensiones y por el hecho de que se ha conservado de manera intacta porque la cueva estaba sellada”, afirmó el codirector del proyecto, Ignacio Martín Lerma, de la Universidad de Murcia, citado por Onda Cero. “Es una catedral en el subsuelo […] Tenemos por ejemplo espeleotemas que tienen más de cuatro metros y eso es único en el mundo”, recalcó.

Además, los científicos han documentado huellas de garras de una especie de oso de más de tres metros que se creía que no había descendido de la zona donde se sitúa hoy Madrid.

“La identificación de zarpazos de oso cavernario en muchas de las paredes posiciona a la cueva como un gran ejemplo de morada de estos grandes mamíferos al sur de Europa, algo realmente único”, anunciaron en la presentación oficial Martín Lerma y el codirector de las excavaciones, Didac Román, de la Universitat Jaume I de Castellón.

El conjunto de cavidades ya ha logrado el calificativo de “la catedral del paleolítico” por parte del político y escritor español Manuel Pimentel.

Por otra parte, Lerma cree que el lugar “abre una nueva puerta a la prehistoria”. “El trabajo que queda por delante es toda una vida, pero lo importante es conservar y preservar”, señaló el científico, subrayando que las investigaciones llegarán hasta “por debajo de niveles de hace más de 50.000 años” y proporcionarán “importantísimos hallazgos”.

Mientras, el catedrático de geodinámica externa de la Universidad de Almería, José María Calaforra, ha calificado el yacimiento como un “espacio virgen”, sin alteración humana, que brinda una “oportunidad sin igual para la investigación paleoclimática y el avanzar en el conocimiento del cambio climático”.

Fuente: actualidad.rt.com

 

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