Para un Caballero del reino británico uno de los mejores lugares donde puede cantar es en un palacio, y fue justo eso lo que sucedió ayer en el Palacio de los Deportes, donde Rod Stewart se presentó frente a 16 mil personas que disfrutaron cada uno de los 23 temas que presentó y con los cuales no sólo hizo un recorrido por su carrera, sino por la de sus amigos.
Con puntualidad inglesa, las gaitas escocesas comenzaron a sonar a las nueve de la noche y anunciaban la llegada al escenario de Sir Rod Stewart tras casi seis años de no presentarse en la Ciudad de México. Así, con su característico cabello rubio y alborotado y un saco plateado, el músico comenzó su show con Addicted to Love, un cóver de Robert Palmer.
Una pantalla central, dos torres laterales y una superior y frontal que se partían en 13 pequeñas pantallas permitió que los asistentes a la gira The Hits, se sintieran todavía más cerca del británico que no dudó en darle a sus fans temas como You Wear It Well y Ohh La La, original de Faces, en donde sus seis coristas portaron vestidos rojos con reflejos que brillaban con las luces.
Buenas noches, mis amigos. Vamos a estar aquí durante dos horas, ¡dos horas! Es una noche de fiesta”, dijo Stewart antes de que los asistentes al Palacio de los Deportes se unieran en una voz con él para cantar Some Guys Have All The Luck en donde las pantallas se encendieron con ruletas, cartas, dados y hasta un letrero y una marquesina con el nombre del cantante simulando El Flamingo’s, uno de los casinos de Las Vegas.
Así llegó el turno de It Takes Two, tema que ha cantado con su amiga Tina Turner en otras ocasiones y que aquí la voz de la estadunidense fue hecha por una de las coristas, mientras el público en la parte de la pista se levantó de sus lugares para poder ver mejor y bailar un poco.
Estoy muy emocionado de estar aquí en México, les voy a cantar una de mis canciones favoritas”, lanzó el británico antes de que las trompetas de Twistin’ The Night Away, original de Sam Cooke, hiciera aparecer pequeñas televisiones en la pantalla donde se proyectaba lo que sucedía en el escenario.
Si bien ahora lo más normal es ver al público iluminando los recintos de los conciertos con la luz de sus celulares mientras graban o toman fotos, en esta ocasión, posiblemente por la edad de los fans de Stewart, pocas eran las pantallas que se veían entre al público que se dedicó a disfrutar de cada una de las canciones que tenía preparado el británico.
Y como bien dice el nombre de la gira, The Hits, fue así como llegó Have You Ever Seen The Rain, original de Creedence Clearwater Revival, un gran éxito que en voz de Stewart hizo cantar al público con toda la potencia que había en sus gargantas.
Y entonces llegó uno de los clásicos del nacido en Londres en 1945, y fue entonces cuando el Palacio se encendió con los celulares del público que quisieron inmortalizar el tema Forever Young, en donde el músico le dio espacio a sus coristas para que hicieran un acto de violines y tambor que hacían recordar los sonidos escoceses y los antepasados de Stewart, quien aprovechó para cambiar su camisa blanca lisa por una blanca con flores.
The First Cut Is The Deepest, cóver de Cat Stevens, hizo que Rod alzará su micrófono para que la gente cantara con él, pero fue sólo el preámbulo de lo que venía con Maggie May, canción que volvió loca a la audiencia que amplificó cada una de las palabras que se sabían y si no, Stewart se encargó de que todos la cantaran colocando la letra en las pantallas… y no dudó en hacer uno de sus pasos sexies, arrancando la ovación de las presentes.
Esta canción la estuve hablando mucho con mi amigo Roonie Wood de The Rolling Stones que salió por allá de 1982”, dijo el británico antes de que los primera acordes blueseros de I’d Rather Go Blind cimbraran el Palacio.
Rod Stewart no podía presentarse en México y, a sus 78 años, no darle una cátedra a su público de cómo se baila sexy. Fue cuando algunos de sus mejores pasos se hicieron presentes mientras Young Turks sonaba y la gente bailaba, cantaba y sí, también grababa.
Así llegó el turno de Downtown Train, de Tom Watts, a lo que le siguió una sorpresa que Stewart tenía preparada.
Traigo una camisa amarilla y un saco azul, saben lo que esto significa. Zelenski, te saludo”, dijo el británico al momento en el que hizo un saludo militar para el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, país al que le dedicó el tea Rhythm of My Heart, en la cual proyectó en las pantallas imágenes de país, la bandera ondeando y la foto del presidente, que arrancó la ovación de los presentes.
Y fue entonces cuando llegó el momento de bailar con el corazón y con el ritmazo de The Pointer Sisters que Stewart trajo al escenario en la voz de sus coristas quienes dieron vida a I’m So Excited.
De vuelta al escenario y ahora con una camisa y saco con estampado de animal print, llegó el momento acústico donde los músicos y las coristas —quienes vestían a juego con Stewart— se sentaron a lado del británico para dar vida a I Don’t Want To Talk About It, la cual, desde sus primeras notas, arrancó la ovación de los presentes que se unieron a la voz del Caballero del reino y una vez más volvieron a iluminar el recinto con la luz de sus celulares.
Éste se convirtió en el momento perfecto para que Stewart sacara la mejor voz de su público que con temas como You’re In My Heart —en la que mostró su amor por el equipo de futbol Celtics y sostenía una playera de la Selección Mexicana de Futbol—, Tonight’s The Night y Have I Told You Lately no dejaron de cantar con él y por supuesto aplaudir cada vez que mandaba besos a la gente y ovacionarlo.
Con un espacio para un nuevo cambio de ropa, Stewart volvió a dejar el escenario a sus coristas para que dieran vida a Lady Marmalade, original de LaBelle, la cual sólo fue el aperitivo para que Stewart hiciera de las suyas, como lo hizo la primera vez que se presentó en México en el estadio Corregidora de Querétaro.
Da Ya Think I’m Sexy? fue el pretexto perfecto para que el caballero inglés, con un saco nuevo, dejara salir una vez más su amor por el futbol y compartirlo con sus fans, quienes pudieron verlo usar un sombrero de balón y cargar una playera del Celtics. La velada estaba próxima a terminar, pero Stewart no dejó pasar la oportunidad de deleitar a sus fans con Baby Jane y cerrar la noche con Sailing.
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