En la actualidad, los rígidos horarios laborales y las largas distancias para llegar al trabajo o centro de estudios han llevado a muchas personas a saltarse el desayuno o consumir únicamente un café, jugo o galletas, lo cual está lejos de ser una dieta equilibrada. El desayuno es considerado la comida más importante del día para todas las edades, ya que provee nutrientes y calorías que energizan al cuerpo y lo mantienen activo.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard y publicado en la revista Circulation reveló que no desayunar aumenta el riesgo de sufrir un infarto cardiaco. La investigación, realizada en hombres de 45 años o más, mostró que aquellos que no desayunaban tenían un riesgo 27% mayor de sufrir un paro cardiaco en comparación con los que sí lo hacían. Los investigadores advirtieron que esta estadística podría aplicarse a personas de otras edades también.

El estudio incluyó entrevistas a casi 27 mil hombres sobre sus hábitos alimenticios. Aproximadamente el 13% afirmó que regularmente evitaba el desayuno. Durante los siguientes 16 años, mil 527 de estos hombres sufrieron infartos cardiacos, tanto fatales como no fatales, incluidos 171 que dijeron que regularmente no desayunaban.

Más del 7% de los que no desayunaban sufrieron infartos, en comparación con casi el 6% de los que sí lo hacían. Los investigadores calcularon un mayor riesgo del 27% después de considerar otros factores, como el tabaquismo, el consumo de alcohol, la dieta y problemas de salud como hipertensión y obesidad.

LA IMPORTANCIA DEL DESAYUNO

Los expertos sugieren que las personas que no desayunan tienen más probabilidades de sentir hambre más tarde en el día y comer más. Esto significa que el cuerpo debe procesar una mayor cantidad de calorías en menos tiempo, lo que podría aumentar el nivel de azúcar en la sangre y, posiblemente, llevar a la obstrucción de arterias.

Diversos estudios han encontrado un vínculo entre el desayuno y la obesidad, la hipertensión, la diabetes y otros problemas de salud considerados precursores de problemas del corazón. También se ha demostrado que al no desayunar, las personas experimentan decaimiento, falta de concentración y mal humor debido a bajos niveles de glucosa. Este déficit provoca que el cuerpo queme otras reservas energéticas, causando numerosas alteraciones en el funcionamiento orgánico normal.

En el caso de los niños en edad escolar, no desayunar puede estar asociado con un bajo nivel de aprendizaje y afectar habilidades como la memoria, la creatividad y la resolución de problemas.

Un desayuno equilibrado aporta vitaminas y minerales esenciales, como hierro, calcio, magnesio y zinc, además de fibra. También mejora el rendimiento físico e intelectual y permite mantener el peso dentro de límites saludables.

¿DESAYUNAR CONTRIBUYE A LA PÉRDIDA DE PESO?

Aunque el desayuno es esencial para mantener una buena salud, algunos estudios sugieren que no necesariamente contribuye a la pérdida de peso. Investigadores de la Universidad de Monash en Melbourne, Australia, analizaron 13 estudios relacionados con el desayuno y el peso en varios países.

Los resultados combinados encontraron una diferencia de peso muy pequeña entre los que comieron el desayuno y los que no lo hicieron, con los que se saltaron el desayuno siendo un promedio de 0.44 kg más ligeros. Los que desayunaron también consumieron más calorías por día, unas 260 más en promedio.

Los investigadores descubrieron que las personas que se saltaron el desayuno no compensaron comiendo más al final del día. Tampoco encontraron una diferencia significativa en las tasas metabólicas entre quienes comen el desayuno y quienes se lo saltan, lo que sugiere que no hay evidencia de que comerlo pueda ayudar a perder peso debido a una quema “eficiente” de calorías al comienzo del día.

A pesar de estos hallazgos, los autores del estudio señalaron que desayunar regularmente podría tener otros efectos importantes además de la pérdida de peso, como mejorar la concentración y los niveles de atención en los niños.

EL DESAYUNO Y LA FERTILIDAD

En 2013, un estudio realizado por la Universidad Hebrea de Jerusalén mostró que un copioso desayuno podría ser clave para quedar embarazada, especialmente en mujeres que sufren del síndrome de ovario poliquístico (SOP). La investigación, realizada durante doce semanas en el Hospital Wolfson, concluyó que el número de mujeres que ovulaban después de ingerir un desayuno abundante creció considerablemente, así como sus niveles de fertilidad.

El SOP es un trastorno endocrino que afecta a entre el 6 y 10 por ciento de las mujeres en edad reproductiva, y se caracteriza por desequilibrios hormonales, menstruación irregular y resistencia a la insulina. Durante la investigación, se analizaron dos grupos de mujeres con un índice de masa corporal saludable (IMC) y diagnosticadas con SOP. Uno de los grupos consumió un desayuno alto en calorías y una cena baja en calorías, mientras que el otro grupo hizo lo contrario.

Después de 12 semanas, los investigadores encontraron que las mujeres que consumieron un desayuno alto en calorías experimentaron una disminución del 56% en la resistencia a la insulina, en comparación con el 36% en el grupo que consumió una cena alta en calorías. Además, las mujeres del grupo del desayuno alto en calorías ovularon un 50% más que las del grupo de la cena alta en calorías, lo que indica una mejora en la fertilidad.

RECOMENDACIONES

Los estudios mencionados demuestran la importancia de no saltarse el desayuno, ya que hacerlo puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y afectar el rendimiento cognitivo, especialmente en niños y adolescentes. Además, puede tener un impacto en la fertilidad en mujeres con SOP. Aunque el desayuno no necesariamente contribuye a la pérdida de peso, sus beneficios en la salud en general no pueden ser ignorados.

Para obtener todos los beneficios de un buen desayuno, se recomienda incluir alimentos ricos en proteínas, fibra y grasas saludables, como cereales integrales, lácteos bajos en grasa, frutas, huevos, frutos secos y semillas. Evitar alimentos altos en grasas saturadas y azúcares añadidos es crucial para mantener una dieta equilibrada.

En conclusión, es fundamental no subestimar la importancia del desayuno en la vida diaria de jóvenes y adultos. Un desayuno equilibrado y nutritivo es el mejor aliado para comenzar el día con energía y mantener un estilo de vida saludable.

 

TRES DESAYUNOS SENCILLOS PERO COMPLETOS

Desayuno de yogur con frutas y granola:

1 taza de yogur natural bajo en grasa o yogur griego
1/2 taza de frutas frescas variadas (fresas, arándanos, plátano, etc.)
1/4 de taza de granola sin azúcar añadido
1 cucharada de miel o sirope de arce (opcional)
Mezcla el yogur con las frutas y la granola en un tazón. Si deseas un toque de dulzura, agrega la miel o el sirope de arce.

Tostadas de aguacate y huevo:

2 rebanadas de pan integral tostado
1/2 aguacate maduro
2 huevos cocidos al gusto (hervidos, revueltos, fritos, etc.)
Sal y pimienta al gusto
Opciones adicionales: tomate, espinaca, queso, semillas de chía, etc.
Unta el aguacate en las tostadas y sazona con sal y pimienta. Coloca los huevos cocidos encima y añade tus ingredientes adicionales preferidos.

Batido de espinaca, plátano y mantequilla de almendras:

1 taza de espinacas frescas
1 plátano maduro
1 cucharada de mantequilla de almendras
1 taza de leche de almendra sin azúcar (o cualquier otra leche de tu preferencia)
1/2 taza de hielo (opcional)
Coloca todos los ingredientes en una licuadora y mezcla hasta obtener una consistencia suave. Si deseas un batido más espeso y frío, agrega hielo al gusto.

Estos desayunos son rápidos de preparar y ofrecen una combinación equilibrada de proteínas, grasas saludables, fibra y carbohidratos complejos para comenzar el día con energía.

Fuente: excelsior.com.mx

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