-Vocación hay, pero falta más acercamiento, dice obispo.
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- En Nuevo Laredo 327 mil personas, de una población estimada en 425 mil habitantes, profesarían la fe católica, pero esa cantidad es 5 por ciento menos que en el año 2010, de acuerdo al censo de Población y Vivienda elaborado por el Inegi en el 2020.
Los resultados a nivel nacional de dicho censo, indican que en México y en la generalidad de los municipios del país, unos menos y otros más, la población católica disminuyo entre esos años del 82.7 por ciento al 77.7 por ciento.
Pero de acuerdo a un análisis del sacerdote Mario Arroyo, catedrático de las universidades de Santa Cruz de Roma, y la Universidad Panamericana en la ciudad de México, dicha disminución se puede deber a un desprestigio moral de la Iglesia Católica, a un evidente crecimiento de los evangélicos y de quienes no profesan ninguna religión.
Dicha disminución de la fe católica, según el obispo de la Diócesis de Nuevo Laredo, Enrique Sánchez Martínez, se debe en parte a la falta de promoción de la fe católica, “porque vocación sí hay, pero hay que hacer más esfuerzo con las familias mediante la orientación y la vocación hacia al sacerdocio”, expresó el religioso.
Consideró que la promoción se debe hacer también a través de la promoción en las parroquias y de promociones vocacionales, para estar más cerca de los jóvenes”, porque la vocación no es solo un asunto humano, sino algo que es de Dios”, apuntó.
Reiteró que vocación hay y que el llamado de Dios existe, pero que solo falta ponerlo en el centro de la vida de los adolescentes.
“Es algo que tiene que estar ahí de manera permanente”, explicó, aunque reconoció que la disminución de la fe católica es un fenómeno que afecta a todo el mundo, y ello se refleja en seminarios europeos que están vacíos, al igual que en el Noreste del país, concretamente en la región del norte de Coahuila, Monterrey y Tamaulipas, en donde algunos seminarios están vacíos por la falta de vocación católica.
Dijo que este problema se sufre desde hace varios años, lo que se ve reflejado en las escasas ordenaciones sacerdotales, lo que consideró afecta la vocación entre las familias porque algunas diócesis se están quedado sin centros vocacionales porque están cerrando.
Para solventar estas evidentes carencias, dijo el obispo que se están enviando en calidad de ‘préstamo’ a sacerdotes de regiones muy lejanas para poder abarcar la misión católica en México y en algunas áreas como la del Noreste del país.
Algo que influyó notablemente en esta disminución de la fe católica, fue la pandemia del Coronavirus, que alejó a millones de mexicanos de la fe católica dentro de las iglesias. “Pero nos toca a nosotros vivirlo con más trabajo y más testimonio”, resumió el obispo.
