Una muralla de unos 4.000 años de antigüedad que cercaba más de 1.000 hectáreas de territorio e incluía 180 bastiones ha sido descubierta en Arabia Saudita, alrededor del oasis de Jáibar. Se trata de una de las fortificaciones más grandes y antiguas de los desiertos de la península arábiga, según un comunicado emitido por el Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia.

Los oasis de los desiertos del norte de Arabia estuvieron habitados por poblaciones sedentarias desde el cuarto al tercer milenio antes de Cristo. El oasis de Jáibar se remonta a ese período y, junto con el de Tayma, son los más grandes de Arabia Saudita.

Aunque se conocía que la zona estuvo habitada en la antigüedad, las construcciones de aquella época se descubrieron recientemente, pues los edificios fueron cubiertos o parcialmente destruidos por asentamientos posteriores.

Durante los últimos siglos, casi el 60 % de la fortificación fue completamente destruida, pero los vestigios restantes fueron suficientes para que los científicos logren restaurar el panorama general. Las estructuras se extendían a lo largo de 14,5 kilómetros y tenían entre 1,7 y 2,4 metros de grosor, según estudios de campo y datos de teledetección. Asimismo, los muros habrían tenido hasta cinco metros de altura.

El equipo de científicos estima que la construcción fue edificada entre 2250 y 1950 a. C., basándose en la datación por radiocarbono de muestras recolectadas durante las excavaciones.

Asimismo, detallan que el levantamiento del muro en aquella época se debe a transformaciones en el estilo de vida de los pueblos de la península arábiga provocados por el cambio climático.

Fue entonces cuando parte de la población nómada optó por un estilo de vida sedentario, como se puede comprobar en yacimientos arqueológicos descubiertos anteriormente, indican los autores en el estudio publicado en Journal of Archaeological Science.

Fuente: actualidad.rt.com

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