¿Presidencialismo o hegemonismo?

0

Con la desaparición del PRD como partido nacional luego de que el Instituto Nacional Electoral (INE) anunciara la pérdida de su registro al no haber obtenido el 3 por ciento de la votación emitida en las elecciones del dos de junio, este fantasma ronda muy de cerca al PRI (y en menor medida del PAN), partido que luego de ser el todo poderoso en el escenario político del país, corre también el riesgo de desaparecer, o refundarse

Pero no es solo eso; el mensaje que dejó Morena con su aplastante victoria del dos de junio a los partidos políticos fue claro y contundente: El nuevo partido hegemónico ahora será Morena, y al igual como lo hizo el Revolucionario Institucional en sus mejores tiempos, dominará, someterá y ¿desparecerá? lo que queda de la oposición y las pocas instituciones autónomas e independientes que aún significan un contrapeso y un soporte para la ya endeble y muy fracturada democracia nacional.

Un partido hegemónico como lo es ahora Morena con sus aliados, también es el partido mayoritario, aunque no siempre un partido político cuenta con ambas características, pero el PRI lo fue durante 80 años, estatus que no pudo obtener el PAN durante su breve mandato en esa docena trágica

Sin embargo, dada la contundencia tan arrolladora con que Morena se impuso el dos de junio con una mayoría casi absoluta al haber ganado las elecciones y mandar ahora en 23 estados de la República, se constituye en una poderosa fuerza política dominante y peligrosamente autoritaria al no contar con contrapesos políticos ni con una oposición social debidamente organizada.

El sistema político en México desde que es un país independiente y democrático, existe y se consolidó gracias al apoyo de un instituto político o partido capaz de aglutinar en sus inicios a todas las fuerzas coincidentes con una ideología revolucionaria y de cambio.

Actualmente esas fuerzas se aglutinan en los ideales de una transformación, en un solo bloque llamado partido, en el que todos los actores políticos deben estar bajo el mando y el mandato de un solo hombre que durante la Revolución fue llamado caudillo o líder supremo, y que después cambió para tomar el nombre de presidente.

Fueron muchas décadas de consolidación y luego de transformación del PRI, que pudo mantenerse en el poder durante 8 décadas, pero como todo proceso evolutivo  impone, se desgastó, se debilitó y se fracturó, hasta que del mismo partido surgió una nueva corriente, más democrática, más socializante y más consecuente con la causas sociales de un México que imploraba un cambio motivado por las contradicciones de un sistema político decadente y de una economía neoliberal que no coincidía con la extrema pobreza que a cada momento crecía.

Surge así del mismo PRI una nueva fuerza democrática, opositora al ‘estatus quo’ impuesto durante décadas, que por la vía democrática se convierte en partido integrado por los líderes opositores que dentro de mismo partido significaron una alternativa de izquierda más congruente con las causas sociales que con las políticas.

Surgen primero algunos partidos de izquierda como  el Partido Mexicano Socialista (PMS), el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) que dirigió el célebre Heberto Castillo; luego le siguió el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), dirigido por Arnoldo Martínez Verdugo y Gilberto Rincón Gallardo.

Le siguió el Partido Patriótico Revolucionario (PPR) que dirigieron Camilo Valenzuela y Jesús Zambrano, y así una serie de agrupaciones políticas sin pleno reconocimiento oficial, hasta que aparece el Partido de la Revolución Democrática (PRD) hace 35 años en la ciudad de México, el que fundaron Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz-Ledo, Ifigenia Martínez, Heberto Castillo y otros líderes de izquierda.

Y así continuó hasta que se desgastó y se degradó hasta que en el año dos mil surge una alternancia sin liderazgo que a lo largo de 12 años cedió su lugar a una corriente democrática que le dio el triunfo electoral en el 2018 a los mismos protagonistas que se rebelaron en el PRI, bajo el liderazgo de un caudillo que durante 18 años quiso ser presidente, hasta que lo logró: Andrés Manuel López Obrador.

Como representante de una izquierda reformadora, no transformadora se le unieron los viejos priistas que renegaron de su partido hasta ser Morena lo que es hoy, un partido reformador que tomó del PRI lo mejor que tenía, su praxis revolucionaria, y del PRD su ideología izquierdista, aunque ni es totalmente revolucionario ni completamente de izquierda, por lo que ante la desaparición del PRD y la agonía del PRI y del PAN, sus bases exigen un reforma profunda, un cambio de nombre y la renuncia de sus dirigencias nacionales. ¿Podrá ser posible?

Ya es necesario que Alejandro Moreno y Marko Cortés dejen sus cargos y den lugar a nuevos proyectos.

———————————–

En el marco del 176 aniversario de la fundación de Nuevo Laredo, el presidente López Obrador y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, visitaron la ciudad en una gira de reconocimiento y supervisión de algunas obras, como la Agencia Nacional de Aduanas de México (Anam), que se construye en esta frontera.

Se trató de un evento pocas veces visto, y sin duda fue un honor que ambos visitara la ciudad justo cuando celebra sus 176 años de haber sido fundada, y lo hicieron a dos semanas de que Claudia Sheinbaum Carmen Lilia Canturosas arrasaran en las elecciones del dos de junio.

De seguro a Carmen Lilia la visita de la futura presidenta de México fortalece su imagen ante los ciudadanos, razón de más para que el uno de octubre inicie un nuevo mandato con el cumplimiento de las promesas y de los compromisos contraídos durante su campaña.

Tiene el respaldo de consolidar obras de mucha importancia para la ciudad, como la tan necesaria rehabilitación de la unidad deportiva del poniente, una obra multimillonaria que nunca sirvió por haber sido mal planeada por el alcalde que la construyó.

Los habitantes del poniente ahora podrán disfrutar de unas instalaciones ya rehabilitadas y de primer nivel, mientras que empresarios y emprendedores tendrán apoyos financieros importantes que les permitirán obtener créditos para que sus negocios crezcan.

 

Pero sin duda que el gobernador Américo Villarreal sabrá sacar buen provecho de esta visita doble que servirá para que Tamaulipas y Nuevo Laredo san un referente nacional en materia de inversiones, de crecimiento económico, y de promoción a nivel nacional e internacional, de sus bondades.  Sin duda que así será, y eso lo veremos muy pronto.

En tanto ello ocurre, sin duda que miles de neolaredenses y de otras latitudes estarán festajando en grande un aniversario más de la fundación de la ciudad.

(Visited 1 times, 1 visits today)