-Junto a otras 9 mujeres se capacita en el Cecati 193.
Nuevo Laredo, Tamaulipas.-Izamar Gómez, a sus 31 años de edad ya conduce con precisión un tracto camión aunque no ha concluido su proceso de capacitación de 60 días en el Cecati 193 de esta ciudad; ahora espera terminar la etapa teórica, continuar con la práctica y terminar el curso para emplearse como transfer en una de las muchas empresas transportistas, y después como conductora internacional en las largas carreteras de Estados Unidos.
Su afición por los tractores de carga la tiene desde que era niña, ya que ver uno de esos pesados camiones de 48 y 53 pies de largo y varias toneladas de peso circular por las carreteras, le causó siempre admiración y entusiasmo, por lo que ingresó a este curso para aprender con precisión el buen manejo de una pesada unidad.
“Mi deseo de realizar un trabajo a bordo de un tráiler son mis hijos, porque quiero sacar delante a mis hijos que tienen la ambición de seguir estudiando”, explica entusiasmada durante esta entrevista que se realiza en las oficinas del Cecati 193.
Y es que sus dos hijos desean ser médicos, y la única manera de que lo logre es trabajando duro, y por eso se capacita para manejar una pesada unidad que en este momento ofrece buenos salarios y prestaciones.
“Son carreras muy caras pero tengo que hacerles frente, y ese es el motivo principal por el que quiero sacar adelante este trabajo y ayudar a mis hijos con lo que necesiten, pero mi motivación es por gusto al ver correr los camiones por carretera, y eso es lo que me da las ganas de querer hacerlo”, explica.
Esta guapa joven ya es muy diestra a bordo de un tractor, y durante un mes estudia la teoría para ponerla en práctica en la pista del plantel, hasta que se familiarice con los instrumentos de la cabina, los que ya domina.
Ahora le resta llegar a la práctica final a bordo de un tráiler mientras termina su capacitación de dos meses.
Izamar al inicio de la entrevista es algo reservada, pero conforme avanza la entrevista su plática es más fluida, y así continúa hasta que nos trasladamos a la pista de maniobras del plantel, en donde la espera un tractor marca Freightliner, de modelo reciente y cabina, para mostrar al reportero sus habilidades y destreza en el manejo de esta unidad.
Los tractores son mi pasión
Pese a que en esta ciudad ya existen muchas opciones de trabajo a través del estudio en una universidad, para Izamar su ambición fue siempre manejar una de esas unidades en carretera, “porque es mi pasión manejar un vehículo imponente, y quiero dominarlos porque siento que debo tener el control de algo tan grande, estar arriba del camión, dominarlo, desplazarlo y estacionarlo con una caja, es imponente”, señala.
Izamar ya maneja estos pesados camiones en México y en Estados Unidos, y aprendió de manera empírica porque su esposo es trailero de experiencia, y porque sabe manejar un vehículo de transmisión estándar, y lo único que requería era el adiestramiento que realiza en el Cecati con la capacitación teórica.
Ella ingresó al curso el 23 de octubre, y terminará el 20 de noviembre, y aprovecha al máximo el conocimiento que adquiere, porque sabe que una empresa es lo que busca para poderla contratar, “y no me asusta poder manejar en carretera porque soy responsable y consciente de lo que voy a hacer, pero no tengo miedo porque me gustan los retos y creo ser capaz de poderlo hacer”, señala.
A Izamar no le asustan el machismo ni la discriminación en un trabajo considerado hasta no hace mucho exclusivo de hombres, porque dice que sabe hacer equipo en donde quiera que trabaje, “y no le veo ningún problema porque me puedo desenvolver bien, y mi idea es ser transfer y después ser operador B-1 y manejar en carreteras de Estados Unidos.
Al terminar la entrevista nos dirigimos hacia los patios de maniobras en donde Izamar subió con facilidad el Freightliner, se acomodó en el asiento, puso en marcha la unidad y mostró sus habilidades a bordo esa pesada unidad, habilidades que comparte con otras 10 mujeres que por igual se capacitan en el Cecati-193 para el manejo de tractocamiones.
Ya dentro de la pesada unidad algunos de sus compañeros del curso, al verla, exclaman: “¡Miren, es Lola la Trailera!”.
