Para el exembajador de México en Canadá, Francisco Suárez Dávila, el país de la hoja de maple es una relación estratégica. “Lo ha sido desde que suscribimos juntos el Tratado de Libre Comercio de América del Norte”, la integración comercial con este país es tan profunda que “es nuestro tercer socio comercial, después de China y Estados Unidos”. Pese a ello, “lamentablemente, ha sido muy desaprovechada por México”.
En entrevista con Pascal Beltrán del Río, el exembajador indicó que las declaraciones de los premieres de Ontario, Doug Ford, y Alberta, Danielle Smith, en las que hacen votos para retirar a México del T-MEC se insertan en este abandono, que ha provocado “enojo y malestar, no solo a nivel político, sino también empresarial”.
Para Suárez Dávila esto es consecuencia de lo que denominó “la destrucción del servicio exterior mexicano”, orquestado por gobierno federal anterior, donde se nombraban embajadores “como premio por su afiliación con la 4T y que no cumplían con las características necesarias”.
Pese a las críticas de Doug y Smith, el exembajador explicó que el gobierno canadiense en realidad “está enviando señales positivas, como el nombramiento de Cameron McKay como embajador en México”, diplomático de alto nivel, experto en política comercial, y quien sería decisivo para cultivar “una relación que podría ser un contrapeso importante frente a Estados Unidos”, en especial frente a las políticas más extremistas de la próxima administración de Donald Trump.
En este contexto, dijo, “es urgente cambiar nuestra estrategia reactiva por una propositiva, enfocada en fortalecer América del Norte como una región competitiva”, y, en el proceso, “afianzar nuestra relación con Canadá en temas comerciales y migratorios”.
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