Trump, ¿Y Maduro qué?

No es una buena señal que el presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, no haya sido recibido por Donald Trump que está a días de tomar posesión como presidente de Estados Unidos.

Tampoco que en su discurso matón de Trump, del día de ayer, el republicano obviase la situación en Venezuela. En realidad, creo que Venezuela ha dejado de tener valor económico para los intereses norteamericanos que ven en el fracking la mejor forma de sustituir los barriles de petróleo venezolano.

Y eso que el país suramericano tiene las mayores reservas de petróleo del mundo. Los diversos gobiernos norteamericanos que han visto pasar a Hugo Chávez, como al actual Nicolás Maduro,  han impuesto una serie de sanciones económicas que no han dado  los frutos democráticos pretendidos a través de dichas sanciones.

En geoeconomía,  aquel que deja su sitio, otro lo ocupa y mientras Estados Unidos ha reducido drásticamente sus importaciones de petróleo venezolano, otros lo han aprovechado sobre todo en Asia y no solo es China también India.

No es menos interesada la presencia rusa, iraní y cubana tejiendo amplias redes de negocios alrededor del régimen de Maduro: desde armas hasta narcotráfico y por, supuesto, petróleo y gas.

A Trump no le interesa rivalizar con la Rusia de Putin buscando un choque frontal por la tiranía de Maduro, aunque tras objetar las profundas razones de seguridad para adherir a Canadá como el estado 51 y hasta utilizar la fuerza para anexionarse a Groenlandia (también para reforzar la seguridad de Estados Unidos) no debería de quedar impávido porque si Venezuela que ya hace ejercicios militares con Rusia pone no una, sino varias bases militares rusas en su territorio,  desde luego, no obra a favor de la tranquilidad de los norteamericanos.

El presidente Joe Biden ha cumplido con el protocolo de recibir en la Casa Blanca a González Urrutia que veremos si hace la osadía de entrar en Venezuela  para una toma de posesión imposible.

Maduro ha fagocitado a las instituciones, más bien el chavismo ha fagocitado a todo el Estado venezolano solo un atentado contra Maduro o una insurrección en una parte del ejército apoyada por el pueblo podría terminar con esta dictadura.

Que sucediera en momentos en que Rusia e Irán están cada uno ocupados en sus propios frentes sería un milagro solamente producido por la inteligencia norteamericana. Como lo hacía la CIA en la década de los setenta  y ochenta del siglo pasado.

González Urrutia va directo a la cárcel. Maduro ha puesto precio a su cabeza y Trump curiosamente no ha dicho nada al respecto no ha enviado ningún mensaje amenazante.

A COLACIÓN

La vuelta del magnate a la escena internacional traerá nuevos fuegos a una hoguera ya ardiente en el mundo. Pero, me queda claro que Trump su idea de seguridad significa amurallar a Estados Unidos, una antigua idea medieval, que está fuera de  la actualidad reinante en un mundo con guerras híbridas y conflictos multipolares.

A Trump, le interesa la seguridad norteamericana y reforzarla desde Groenlandia hasta Canadá, no le ve un valor estratégico a tener tropas en Europa o en otras partes de América Latina. De hecho, quiere retirar las tropas estadounidenses estacionadas en diversas bases en Alemania.

Desde 2000, la CIA viene advirtiendo de un potencial choque bélico de Estados Unidos con China, de allí que Trump muy seguramente tras consultarlo con varios asesores y expertos en el tema quiera reforzar la seguridad de su país pensando en Groenlandia y en Canadá.

Lo interesante es que con México no habla de reforzar esa seguridad más allá de perseguir a los inmigrantes, de construir más kilómetros del muro y la posibilidad de nombrar como terroristas a los carteles de la droga. Lo que me ha dejado en shock es la idea de renombrar al Golfo de México como Golfo de América.

No cabe duda que la oligarquía trumpista nos dará muchos dolores de cabeza. Ya veremos hasta dónde en verdad están dispuestos a llegar en materia internacional para eso ha nombrado a este equipo  que es dinamita pura: Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos.  Mauricio Claver-Carone, enviado especial para América Latina  y Mike Waltz, asesor de Seguridad Nacional.  Y,  Richard Allen Grenell, enviado especial para Venezuela y Corea del Norte.

(Visited 1 times, 6 visits today)