El 6 de marzo de 2025 quedará grabado ya en la Historia, como el día en que veintisiete países que conforman a la Unión Europea (UE), han enterrado casi 80 años después su política de paz y, ahora, deciden abrir una nueva era de rearme histórico, gasto e inversiones militares considerables. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, habla de 800 mil millones de euros para relanzar la defensa europea.
Tras este cónclave en Bruselas, la UE mandó un poderoso mensaje para la Rusia de Putin: no se fían de sus intenciones de un alto el fuego y no creen en sus deseos de paz.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, al terminar la reunión señaló que Rusia es una amenaza existencial a largo plazo para todos los europeos; de allí, que el plan Rearming Europe, aprobado ayer por los países de la UE, tenderá a impulsar lo más rápidamente posible la industria de defensa comunitaria.
El miedo a Putin y los horribles recuerdosdel pasado nazi encarnado en Adolfo Hitler y toda la destrucción que provocó su ambición imperialista, son más que suficientes para cambiar la estrategia europea a tal grado que han sucedido decisiones históricas como la renuncia a la neutralidad de Finlandia y Suecia y su incorporación a la OTAN.
Por Europa no soplan precisamente tiempos de paz, el rearme planteado de una forma tan acelerada, no hace más que intranquilizar y llenar de nerviosismo a una generación de europeos hijos, nietos y bisnietos de hombres y mujeres que murieron en una trinchera en la Primera Guerra Mundial o bien luchando contra las fuerza nazis y de sus compinches en la Segunda Guerra Mundial. Estas generaciones actuales tiemblan nada más de pensar, en una lluvia de bombas,cayendo sobre de las principales capitales europeas; que regresen los refugios en los sótanos o en los subterráneos del metro mientras se hace un llamado a filas.
Apenas hace unos días, el domingo pasado en Londres, el primer ministro británico, Keir Starmer, anunció su compromiso de suministrar más armas para defender a Ucrania e incrementar su gasto militar al 2.5%: “Se trata de 1 mil 600 millones de libras en financiación de exportaciones para suministrar 5 mil misiles de defensa aérea que serán fabricados en Belfast”.
En dicho acto, el presidente Macron volvió a insistir en que los países europeos deben gastar considerablemente más en su defensa y recordó que el Kremlin destina el 10% de su PIB en gasto militar; no hay una uniformidad en el gasto militar europeo, Polonia es una de las economías europeas que más están gastando en su defensa, el 4.7% del PIB, a raíz de la invasión rusa a Ucrania. Los servicios de inteligencia polacos advierten de intenciones de Putin de no conformarse solo con Ucrania, sino de intentar recuperar parte de la influencia soviética en algunos países de Europa del este.
Bajo ese temor, Macron abrió el debate sobre la protección de Europa mediante la disuasión nuclear francesa. Francia y Reino Unido son los únicos dos países de Europa con bombas nucleares.
El Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés) con datos de 2023 documenta que Reino Unido tiene 120 ojivas nucleares desplegadas y 105 almacenadas; mientras, Francia tendría 280 ojivas nucleares desplegadas y 10 almacenadas. Desde luego no se ve claro que el camino para la paz sea inmediato con Europa rearmándose de manera urgente.
A COLACIÓN
Por lo pronto, Europa deberá seguir ayudando a las tropas ucranias a soportar los embates de las tropas rusas hasta que sea posible el alto el fuego. ¿Cuándo será? Podría ser dentro de un par de semanas o dentro de varios meses… o años.
Para la supervivencia de Ucrania, resistiendo y combatiendo al invasor, es muy relevante contar con la información provista por la inteligencia militar tanto proporcionada por el Pentágono, como por el Ministerio de Defensa, de Reino Unido.
Starmer ha insistido que a pesar de sus diferencias con Trump, Estados Unidos sigue siendo un aliado confiable para los británicos e incluso recientemente declaró: “No hay dos países tan estrechamente alineados como nuestros dos países y nuestra defensa, nuestra seguridad e inteligencia están entrelazadas de una manera que no lo están otros dos países y eso no va a cambiar”.
No obstante, Washington ya ha comenzado a presionar el cuello de Zelenski, sobre todo, tras no obtener la firma del ansiado acuerdo para explotar los minerales, las tierras raras, el gas y el petróleo ucranios: el director de la CIA, John Ratcliffe, confirmó que Estados Unidos ha pausado el intercambio de la información de inteligencia con las tropas ucranias en detrimento de su ofensiva en territorio ruso.
De acuerdo con el Washington Post, la ruptura en el intercambio de inteligencia, incluye la detención de los datos de selección de objetivos que las agencias de espionaje estadunidenses suministran a Kiev para que pueda lanzar armas proporcionadas por Estados Unidos y drones de largo alcance de fabricación ucraniana contra objetivos rusos. Algunos operadores de misiles ucranianos dicen que ya no reciben la información necesaria para alcanzar objetivos dentro de Rusia.
El asesor de seguridad nacional, Michael Waltz, indicó que la pausa se produjo en el contexto de una reevaluación más profunda de los lazos entre su país y Ucrania.
Las consecuencias de esta desconexión permitirán darle ventaja militar en el terreno a las tropas rusas para repeler a los batallones ucranios que intentan controlar la ciudad rusa de Kursk.
