Sueño e ilusión son dos palabras esperanzadoras que denotan un camino probable para la satisfacción, para el regocijo, para el bienestar tan de moda desde el 2018 en nuestro muy traqueteado país.
Lamentablemente el vecino del norte, históricamente nos ha pegado cada que tiene necesidad o gusto de hacerlo. La mayor parte de las veces aguantamos el sometimiento en pos de un respeto, de una autonomía, de una democracia, de un aparente fortalecimiento y de una soñada soberanía.
El despertar de ese letargo fantasioso para muy pocos mexicanos nos encuentra con declaraciones como el de Ronald Johnson, candidato del presidente Donald Trump para ser embajador de su país en el nuestro, cuando revela la posibilidad de que E. U. aplique acciones contra los cárteles en México.
Desde luego que adicionó a su comentario “…si los ciudadanos estadounidenses estuvieran en peligro” por lo que la presidente Claudia Sheinbaum desde Palacio Nacional, la mañana de este viernes 14, rechazó las declaraciones y afirmó que “…no está sobre la mesa, ni sobre la silla, ni sobre el piso, ni sobre ningún lado. Eso no”.
La periodista Fernanda Rojas de El Universal y como reguero de pólvora en los medios, se dieron a la tarea de divulgar los comentarios de Johnson y la respuesta de la Jefa del Estado mexicano.
Sheinbaum insistió en el marco de respeto, la coordinación binacional y la soberanía mexicanacomoejes para la confianza mutua, advirtiendo que, en caso de que el Senado gringo apruebe la propuesta presidencial para el nuevo embajador “… habrá una buena relación con él, pero como hemos dicho: A México se le respeta”.
Tanto se le respeta a México, que a pesar de las entregas de prisioneros mexicanos (los 29, más los que se están acumulando); del sorpresivo alto a las caravanas de indocumentados que amenazaban seguir invadiendo territorio azteca para llegar a E.E., hubo la aplicacióndel 25 % al acero y aluminio… pero Marcelo Ebrard ¿sigue negociando?, aunque le sigan diciendo no y la presidente mexicana insistiendo en esperar al 2 de abril.
Ante el comité de Relaciones Exteriores del Senado gringo, se cuestionó al candidato a embajador sobre a que su país no debe emprender acción militar contra los cárteles en territorio mexicano sin el conocimiento y consentimiento del gobierno mexicano.Johnson contestó: “Creo que cualquier decisión contra un cártel en México, nuestro primer deseo sería que se haga en colaboración con nuestros socios mexicanos”.
Subrayo “nuestro primer deseo”, lo que podría inferirse de que pudieran escuchar al gobierno mexicano… aunque también sabemos que los norteamericanos nunca piden permiso para hacer lo que les viene en gana o lo que ellos interpretan es justicia, democracia y esas cosas.
Vale la pena recordar que analistas políticos como la periodista en investigación política y narcotráfico, Anabel Hernández, recién publicó de la demanda judicial en una Corte de Nueva York contra el de Macuspana y por lo menos dos gobernadores mexicanos en funciones.
En este supuesto será interesante saber la hipotética respuesta a la cuestión ¿Cuál sería la reacción de los mexicanos ante una nueva invasión gringa?… ¿Otra concentración en la Plaza de la Constitución, como aprendieron del viejo y caduco PRI…con todo y accidente carretero con 19 o más muertos?
Nada cuesta seguir soñando, fantaseando… Y eso que siguen criticado hasta el cansancio al presidente Calderón por haber declarado la guerra a la delincuencia organizada… ¿Resultó mejor el plan Abrazos?