El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves una orden ejecutiva que marca un paso significativo en su promesa de reducir el tamaño del gobierno federal. Con esta medida, se busca minimizar las funciones del Departamento de Educación, otorgando a los Estados una mayor autonomía en la gestión de los sistemas educativos.
A pesar de la magnitud del cambio, la Casa Blanca aclaró que no se eliminará completamente la agencia. Aunque el Departamento de Educación verá una disminución drástica de sus competencias, mantendrá responsabilidades clave, tales como la administración de ayudas federales, becas y préstamos estudiantiles.
Cabe señalar que la secretaria de Educación, Linda McMahon, notificó al personal del Departamento que iniciaría su “misión final”, y al poco tiempo tomó la decisión de reducir el número de empleados a la mitad. Según un memorando filtrado, Trump le ordenó a McMahon “tomar todos los pasos necesarios” para facilitar el cierre de la agencia. Varios gobernadores republicanos asistirán a la ceremonia que marcará este nuevo giro en la política educativa del país.
Durante su campaña presidencial, Trump prometió devolver más poder a los Estados en el ámbito educativo, una propuesta que coincide con los deseos de muchos conservadores que han abogado por décadas por una descentralización de la educación.
Aunque el gobierno federal solo financia alrededor del 13 por ciento de los fondos para las escuelas primarias y secundarias, estos recursos son esenciales para muchas instituciones que dependen de ellos para atender a estudiantes con necesidades especiales.
Aunque el Departamento de Educación no podrá ser disuelto sin la aprobación del Congreso, Trump ha comenzado a implementar recortes significativos en los programas y en la cantidad de personal.
Estas medidas forman parte de una política más amplia de recorte de funciones gubernamentales en su segundo mandato. De hecho, los recortes y reestructuraciones están siendo liderados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), bajo la dirección de Elon Musk. Sin embargo, algunas de las acciones de este departamento han sido impugnadas en los tribunales por exceder los límites de la autoridad ejecutiva.
Esta orden ejecutiva está generando un intenso debate en el país sobre el futuro de la educación y el rol del gobierno federal en la misma. Mientras algunos celebran la descentralización y el fortalecimiento de la autonomía estatal, otros temen que los recortes afecten a los estudiantes más vulnerables.
Fuente: https://www.razon.com.mx/