La economía española y su resiliencia

El PIB español creció  3.2% en 2024 siendo el mejor desempeño de   la eurozona y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)  destacó la buena marcha de la economía ibérica.

Recientemente The Economist recogió un estudio  que ubica a la economía española al frente del ranking de las economías de la OCDE y destaca de forma especial “el resurgir” de los llamados PIIGS formado por Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España.

El estudio se basa en una puntuación combinada que recopila cinco indicadores macroeconómicos y financieros: el PIB, el rendimiento del mercado de valores, la inflación, el desempleo y los saldos fiscales.

The Economist destaca el crecimiento anual del PIB español  impulsado por un mercado laboral robusto y altos niveles de inmigración: “Tiene además un sólido turismo que será cada vez más creciente y ha sabido utilizar los fondos de recuperación de la UE superando a Alemania, Francia e Italia”.

La industria turística que este año tiene previsto captar a 100 millones de turistas internacionales ha coadyuvado a expandir al sector terciario de la producción; el sector servicios da ingresos y empleo a multitud de subsectores. El empleo en el sector turístico en España crece a tasas del 2.3% del PIB y supera los tres millones de trabajadores; es la hostelería donde más empleo se genera.

Hay, además,  un impulso a la economía que proviene del gasto de los hogares; el impacto positivo de la inmigración; la recuperación del poder adquisitivo; la mejoría en los niveles de inversión y la utilización  favorable de los fondos europeos.

Los datos definitivos de la contabilidad nacional demuestran que la mayor contribución al crecimiento económico llegó de la demanda nacional (consumo e inversión públicos y privados) que aportó 3.6 puntos al avance interanual del PIB entre octubre y diciembre. “El contraste lo puso la demanda externa, que restó dos décimas a la actividad porque las exportaciones tiraron menos ante la debilidad económica de los principales socios comerciales de España”.

A COLACIÓN

Respecto del gasto en consumo final de los hogares, el Instituto Nacional de Estadística (INE) indicó que aceleró nueve décimas, al aumentar 3.8% mientras el  gasto de las administraciones públicas se moderó dos décimas, a las puertas de la entrada en vigor de las nuevas reglas de déficit y deuda europeas.

“La inversión productiva subió 3.2% casi dos puntos más que el trimestre precedente, escapando poco a poco de la debilidad que ha venido mostrando tras la pandemia”, de acuerdo con el INE.

Por lado de los sectores económicos, el valor añadido bruto de la Industria aumentó 2.7%, debido al mejor dinamismo  de las manufacturas; la Construcción creció 2.6% interanual; los Servicios  3.8% y las ramas primarias 4.2 por ciento. El valor a precios corrientes del PIB superó los 1 mil 591 billones de euros un 6.2% más respecto al año anterior.

Por último, el mercado laboral mantuvo su fortaleza, con la creación de casi 500 mil  puestos de trabajo en 2024 y la remuneración por asalariado ha venido aumentando alrededor del 5% interanual en los últimos trimestres.

Desde el ministerio de Economía, Comercio y Empresa comentaron al respecto que: “Estos datos siguen poniendo de manifiesto que España mantiene un crecimiento equilibrado, sostenible y robusto, capaz de seguir generando empleo de calidad y mejorando el poder adquisitivo de las familias”.

Aunque no todo es miel sobre hojuelas: el  PIB per cápita no está creciendo al mismo ritmo que la economía en general y el Banco de España  ha vuelto a llamar la atención sobre el nivel de la deuda pública que en enero pasado subió  hasta un billón 629 mil millones de euros.

En cuanto al déficit público, el Ministerio de Hacienda, informó que el año pasado, fue de 2.8% del PIB pero sin considerar el impacto fiscal provocado por  el desastre de la DANA en Valencia y en otras ciudades.

Por último, hay un problema que cada vez más economistas llaman la atención y está relacionado con la economía sumergida: el último informe del Centro para la Investigación Económica y sobre Política (CEPR)      destaca que España ya está en el tercer escalafón de Europa con más economía sumergida con un 24% del PIB solo por detrás de Grecia con 36% del PIB e Italia con un 31 por ciento.

No hay una cifra exacta de cuántas personas están obteniendo sus ingresos gracias a diversas actividades en la economía sumergida pero si algo ha quedado en evidencia es la enorme vigilancia que desde Hacienda se ha desplegado durante el gobierno de Sánchez. Las operaciones en efectivo de más de mil euros ya son sospechosas y cada vez Hacienda pone más el foco en las operaciones con pequeñas cantidades en efectivo.

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