Todo está de cabeza. Y, en el mercado cambiario, el dólar sigue la estrategia pretendida por el presidente Donald Trump: debilitar al billete verde frente al euro y la libra esterlina.
Pero no es lo bursátil, ni lo cambiario, lo que ha hecho saltar todas las alarmas entre los bancos centrales europeos que en los últimos días han puesto especial énfasis en la tormenta financiera perfecta que puede crearse a través de los bonos del Tesoro.
Algunos ya advierten del caos y del drama de jugar con la aversión al riesgo hasta Elon Musk, el magnate tecnológico que forma parte del nuevo gobierno norteamericano, rechina los dientes indicando de las consecuencias negativas derivadas de unos aranceles tan elevados.
Hay todo un debate interno entre gurús y académicos analizando el rumbo bajista, casi de recesión, que aguarda a la economía estadounidense, al tiempo que países de la eurozona reajustan sus perspectivas de crecimiento a la baja.
El economista estadounidense, Paul Krugman, le pone sabor al debate en un interesante análisis titulado El costo del caos: esto se está volviendo aterrador en el que señala cómo las políticas erráticas de Trump han aumentado el riesgo de recesión: “Tenemos aranceles más altos que Smoot-Hawley en menos de tres meses”.
Pero esto a Trump ya se le ha escapado de las manos como si fuese humo. Ha dejado de ser un tema de impacto meramente comercial de tarifas, gravámenes y mercados. Los inversores están asustados y ese movimiento en masa huyendo de la incertidumbre va provocando sendas alteraciones en los mercados bursátiles y cambiarios; el mayor miedo radica en lo financiero porque el daño podría ser incalculable. Trump no lo ha calibrado bien, aunque se crea todopoderoso, quizá no pueda meter a los demonios en la caja con la celeridad esperada.
Krugman que ha recibido diversos reconocimientos cita a Austan Goolsbee, presidente de la Reserva Federal de Chicago, al poner énfasis en que mayores tarifas arancelarias tendrán más impacto en la inflación interna en Estados Unidos. Y, aquí no solo se van a perjudicar los bolsillos de los consumidores.
“Pueden alterarse las tasas de equilibrio; el diferencial entre las tasas de interés de los bonos que están indexados a los precios al consumidor y los bonos que no lo están. Ese diferencial normalmente puede verse como una predicción implícita de cuánto aumentarán los precios al consumidor”, explica Krugman.
A COLACIÓN
¿Qué está pasando ahora mismo con los bonos del Tesoro? Los inversores están vendiendo sus posiciones, afectando su precio y obligando a que, por ende, suba su rendimiento.
¿Quién está vendiendo sus bonos del Tesoro en represalia al inquilino de la Casa Blanca? En Europa, miran de reojo a China e incluso a Canadá; de hecho, el alemán Deustche Bank llegó a declarar que si no se contenía la situación la Reserva Federal debería intervenir urgentemente el mercado de bonos para llevarlo otra vez a un punto de equilibrio.
¿Cuánta deuda estadounidense poseen los países extranjeros? El Departamento del Tesoro indica que, en abril del año pasado, el 22.9% de la deuda total de Estados Unidos estaba en manos de extranjeros; aproximadamente, 7.9 billones de dólares.
En los últimos 20 años, Japón y China, han poseído más bonos del Tesoro norteamericano que cualquier otra nación extranjera: entre diciembre de 2000 y abril de 2024, Japón pasó de poseer 556 mil 300 millones de dólares a poco más de 1.1 billones de dólares. La propiedad de China creció de 105 mil 600 millones de dólares a 749 mil millones de dólares; le siguen Reino Unido con 690 mil 200 millones de dólares; Luxemburgo con 373 mil 500 millones de dólares y Canadá con 328 mil 700 millones de dólares.
Entre, 2003 y 2011, Japón y China poseían el 44% o más de toda la deuda estadunidense de propiedad extranjera. Sin embargo, esta proporción ha disminuido con el tiempo y, a partir de 2023, controlaban aproximadamente el 25% de la deuda en manos de extranjeros.
El Departamento del Tesoro confirmó que en los últimos nueve meses, el gobierno chino llevó a cabo una serie de ventas de sus bonos del Tesoro de forma paulatina cada mes.
Por su parte, Japón cerró 2024, con 1.1 billones de dólares es el país con más bonos del Tesoro, si bien vendió 28 mil millones de dólares en noviembre pasado, tras confirmarse la vuelta de Trump a la Casa Blanca. Si Japón y China quisieran bien podrían crujir a la economía norteamericana y cobrarse venganza por la estupidez arancelaria de Trump.