Europa: la oveja y el lobo

Dentro del terreno de la crisis política que se vive en la Unión Europea es el modelo político socialdemócrata, el actualmente más fustigado. Al respecto, el investigador James Newell, en el ensayo La integración europea y la crisis de la socialdemocracia, aborda que puede explicarse por cambios en el lado de la oferta  y en el lado de la demanda política.

“Por el lado de la demanda, ha habido una disminución en el tamaño de la clase trabajadora manual y el surgimiento de una nueva división social entre los ganadores y los perdedores de la globalización”, destacó.

En Italia, Newell, profesor adjunto de la Universidad de Urbino  expone que por el lado de la demanda, hay una disminución en el tamaño de la clase trabajadora manual y el surgimiento de una nueva división social entre los ganadores y los perdedores de la globalización.

“A los socialdemócratas les ha resultado difícil mantener a los dos juntos en coalición porque sus compromisos con la redistribución económica son favorecidos por los perdedores, pero no necesariamente por los ganadores, mientras que sus compromisos con la diversidad son favorecidos por los ganadores, pero no necesariamente por los perdedores”, de acuerdo con sus argumentos.

Por el lado de la oferta, la socialdemocracia ha perdido su atractivo porque algunos objetivos se han alcanzado y no son polémicos; y,  porque otros objetivos, añade Newell,  son difíciles de alcanzar gracias a la disminución del poder de los gobiernos nacionales en una economía globalizada.

Recientemente, The Economist, abordó en un análisis la paradoja que tiene atrapados a los europeos que viven en la región más democrática del mundo, no obstante, la gente está cada vez más harta.

En el índice de Democracia Global, nuevamente Europa volvió a obtener los mejores resultados en el informe anual publicado por The Economist IntelligenceUnit  en su más reciente edición.

Este grupo de análisis puntúa a 167 países en una escala de cero a diez, basada en el funcionamiento del gobierno, las libertades civiles y otros criterios. Los países se agrupan en cuatro categorías: democracias plenas; democracias defectuosas;  regímenes híbridos y regímenes autoritarios.

A COLACIÓN

De acuerdo con este resultado, nueve de  los diez países más democráticos del mundo se encuentran en Europa occidental. Europa también representa más de la mitad de las veinticinco clasificadas como democracias plenas.

En este estudio anual los investigadores destacaron sobre todo la resiliencia de Europa y la fortaleza  de sus instituciones así como el funcionamiento de sus tribunales independientes.

Aun así, algunos europeos tienen una visión cada vez más pesimista de sus democracias. Una encuesta de Pew en 2024 encontró un aumento de la insatisfacción en gran parte de Europa occidental.

“Casi el 80% de los encuestados en Grecia, que ocupa el puesto veinticinco en el ranking del estudio, dijeron que estaban insatisfechos con la forma en que está funcionando la democracia. Del mismo modo,  en Reino Unido  el 60% de los encuestados afirmó que la democracia no está funcionando tan bien como debería; y, en países como Alemania y los Países Bajos, la satisfacción con la democracia sigue superando al descontento, pero el apoyo ha disminuido desde 2021 favoreciendo a los antisistema y la extrema derecha”, recalcó el análisis recién publicado.

¿Qué preocupa a los europeos? La inflación y la ansiedad económica han socavado la confianza en los líderes europeos. Un panorama cambiante de los medios de comunicación y las fricciones culturales, sobre la inmigración, la identidad y el estatus social, han agudizado las divisiones políticas.

También en este cambio de ciclo se aprecia un envalentonamiento populista a raíz de la vuelta de Donald Trump en la Casa Blanca; de hecho, ha surgido un mayor acercamiento ideológico entre estos grupos de ultraderecha con Trump y varios empresarios estadounidenses, como Elon Musk. El fenómeno MAGA se ha colado de este lado del Atlántico…

 

(Visited 1 times, 1 visits today)