–En el rastro ‘matan’ el tiempo en vez de animales, actividad se desploma hasta un 80%.
Nuevo Laredo, Tamaulipas.-Ubicado en una de las áreas de mayor desarrollo de la ciudad, el rastro de Nuevo Laredo, a 67 años de haber sido fundado, desplomó la matanza de ganado a poco más de 50 reses por mes, cuando no hace mucho sacrificaba hasta 250, por lo que sus diferentes espacios lucen vacíos ante la falta de demandas, y de trabajo.
Vacíos están los corrales, el área de observación y las salas de sacrifico y refrigeración; sin animales, sin carne, sin demanda y con un grupo de 16 empleados, entre ellos 9 matanceros que tienen que hacer otras actividades para ‘sacrificar’ el tiempo, porque no hay trabajo ni ganado por sacrificar.
La razón la explica el administrador de este lugar, Pedro Contreras Moreno: “Desgraciadamente disminuyó la matanza de animales, y creo que se debe a la competencia desleal que tenemos”.
Y es que justo frente al rastro hay una gran tienda que vende al mayoreo todo tipo de cortes de carne que 7 tráileres de 53 pies de largo descargan cada uno entre 25 y 30 toneladas de este producto cada semana.
A ello se suman las grandes tiendas, las franquicias de tiendas dedicadas a la venta de carne y la introducción de carne de entidades ganaderas que ingresan el producto de manera casi clandestina a esta ciudad para su venta al mayoreo y al menudeo.
Explica que a este tipo de introductores se les debe aplicar un impuesto por ingresar la carne a la ciudad, “pero creo que eso lo están pasando por alto”, reitera.
Como ejemplo de la mala racha por la que pasa el rastro, dice que este miércoles no hubo un solo sacrificio, y que el martes solo hubo dos, mientras que el lunes solo tres, hasta llegar en todo mayo a 50 animales sacrificados.
Matan 284 en un mes
En enero fueron sacrificadas 50 reses, mientras que en febrero fueron 88, en marzo 75 y en abril fueron 89, para dar un total de 284 reses, cuando hace algunos años esa cantidad se registraba en un solo mes.
Pero no solo la competencia desplomó la matanza de reses, la sequía, la falta de agua en los agostaderos y presas y lo caro del alimento para el ganado, son factores que inciden en esta baja demanda.
Un recorrido por las diferentes áreas de este rastro cuyas instalaciones lucen renovadas y con equipos y tecnología de buena calidad, muestra cómo este lugar cumple con los estándares certificados por dos médicos veterinarios responsables de dar indicaciones y realizar las correcciones en cada animal por sacrificar y ya sacrificado.
Pero los espacios vacíos muestran la cruda realidad por la que atraviesa este lugar, un rastro municipal cuyo servicio es público, y aunque no está clasificado como rastro TIF, desde que el animal ingresa al área de sacrifico nunca toca el piso, lo que garantiza que no haya contaminación del producto.
Por ello es que la carne que se produce en este lugar es para el consumo local, pero la demanda es poca por lo que explica que existe un programa de promoción para el consumo y venta local, y es el programa ‘Con sume Local’ que el gobierno municipal, puso en marcha pára incentivar tanto a los productores como a los consumidores, a los emprendedores, micro, pequeñas y median as empresas.