-la magnesia y la gimnasia
-Si gano, pero el triunfo será de otros.
La presidente Claudia Sheinbaum se esforzó tanto en que se llevara la elección de jueces y magistrados, que los ciudadanos salieran a votar, cosa que no ocurrió, que se olvidó de un detalle, el control de ella y su equipo de la Suprema Corte, que quedara en manos del grupo izquierdista antagónico de ella.
En la contienda del paso 01 de junio, solo hubo un ganador contundente, el NO rotundo a la reforma judicial, cuando todo se sometía al escrutinio popular, la reforma judicial no tuvo ese camino y fue impuesta sin cambiar una coma, así lo ordeno el presidente en turno, Andrés Manuel López Obrador y los diputados de la 4T, agachados solo levantaron la mano.
La baja votación en los comicios deja muy claro la postura de los mexicanos deja también una verdadera enseñanza para aquellos que se creen omnipotentes, y dueños del gobierno federal, 88% de los mexicanos le dijeron que NO, que no estaban de acuerdo y la ausencia en las urnas fue un rechazo total a la reforma judicial.
Confundir la magnesia con la gimnasia es parte del régimen del segundo piso de la 4T, decir que los 13 millones de votos son un triunfo es un error de cálculo, político y de gramática, no hay nada que celebrar, si efectivamente como se vanaglorio la presidente, son más votos que los obtenidos por el PAN en la pasada elección, si pero mucho menos de los 33 millones de votos obtenidos por la ejecutiva, mucho menos de la participación electoral en la última elección federal, ese es el comparativo, no solo con un partido político, si no con todo el conglomerado de votos en su conjunto, y de ahí las conclusiones suenan disiento.
Del padrón electoral de México, que ronda los 101 millones de votantes, solo salieron a votar el 12.5% es decir, 87% de los mexicanos dijo que no, y esas también es una respuesta irrefutable a la gran farza electoral.
Presumir de una elección amañada, violentada en sus reglas y orquestada desde el estado mexicano, donde el gobierno de la 4T fue el amo y dueño de todas las decisiones, no es un triunfo electoral, es una derrota con un 87.5 de rechazo en las urnas.
Presumir de un comparativo engañoso, no es lo más correcto, la burla de la presidente sobre sus adversarios políticos no es de una jefa de estado, si no de su ex jefe y presidente emérito como le llamen en la grilla nacional, la burla de los resultados deja al régimen cuatro teístas con una victoria, con sabor a derrota.
La bajísima votación el pasado domingo, muestra solo un hartazgo de política, un verdadero galimatías electoral, con un sinfín de boletas, que ni los mismos candidatos sabían cómo votar, los pocos que si fueron a votar en su mayoría fueron condicionados por los apoyos sociales, tener algún puesto público de la 4T, o ser amigo de un desconocido competidor, no permeo en la población, el domingo de elección para cambiar el poder judicial, fue un domingo aletargado y gris.
El triunfo como lo pregona la presidente está muy lejos de serlo, la Corte estará en manos de sus adversarios internos, donde el fiscal tiene un ministro, el ex presidente 4, y hasta el presidente de la cámara de diputados tendrá su abogado, el presidente del senado también, y la presidente, pues ella solo sale a decir la historia de la gran victoria, donde no hubo contienda, si no un trámite electoral que ya se sabía el resultado, solo faltaba la farsa de una elección.
¡que casualidad! Unos días antes de la elección salen a la luz unos acordeones con fotos y fórmulas para elegir candidatos, el gobierno cuatro teístas argumentos que eran para orientar a la población, con esto se rompieron las reglas electorales, se violentó la ley, pero eso no importa, ya lo decía el ex presidente “no me salgan con que la ley, es la ley” y la aplicaron, casualmente estos personajes de los acordeones fueron los que salieron electos.
Para celebrar hay más motivos en un velorio, que, en la pasada elección judicial, si bien es cierto gano Morena, en esta no salieron los preferidos de la presidente, y a veces una victoria mal consensada se convierte en una derrota, que con el tiempo destapa las cloacas del poder. Veremos.
Es cuánto.
De Aquello y lo demás…
Las pugnas internas de los que llegaron, los que se quedaron y los nuevos guindos están sacando los trapos al sol, y esto quedo claro en el pleito político de Gerardo Fernández Noroña y Javier Corral, e gobernador de Chihuahua.
Para el presidente del senado, Corral es un mal agradecido, lo iban a meter al bote y nosotros lo impedimos, violentando la ley, violando la constitucionalidad, pero este panista no se somete y es agachón como nosotros y entonces voto en contra de la desaparición de los órganos autónomos.
Mal agradecido no soy contesto Corral, no vine a Morena a esconderme de nadie, vine aportar mi experiencia y saber, renuncié al PAN, pero no a mis ideales, sopas perico, no vine para ser agachón y mandadero de nadie contesto el político chihuahuense.
