Mario Vargasuárez El disimulo

0

El título de hoy se refiere a la acción y efecto de ocultar lo que se piensa, siente o sabe. También se infiere a la habilidad de fingir o enmascarar emociones o intenciones, y puede implicar hipocresía o indulgencia hacia los demás.

En resumen, el disimulo implica una actitud de ocultamiento que puede ser tanto una habilidad astuta como una falta de autenticidad en la conducta y ello sin importar el nivel social, político o religioso de quien o quienes lo practican.

Desde luego que también cabe el sinónimo de encubrir y el periodista Manuel López San Martín en el Heraldo de México, publica este lunes la inferencia sobre la remoción de un hombre clave en el lopezobradorismo: Pablo Gómez Álvarez.

Primero que nada, señalamos que Pablo Gómez participó activamente en el Movimiento Estudiantil de 1968 y fue preso político del 2 de octubre de 1968 a abril de 1971; Miembro del Partido Comunista Mexicano y elegido en 1979 como diputado federal de la Coalición de Izquierda.

Varias veces legislador y fundador del PRD, cercano a Manuel López Obrador, aunque perdedor en contiendas como, por ejemplo,para la jefatura de Gobierno de la CDMX e impugnó a López Obrador porque el tabasqueño no radicaba en la capital del país.

Identificado el personaje, pasamos a su papel como titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la SHyCP, nombrado por su amigo, el macuspano, Manuel López, quien intenta sustituir su papel de ‘grillo mayor’ por el de un hombre con capacidad financiera, experiencia y pulcritud como investigador imparcial.

El periodista Manuel López San Martín afirma que el expresidente López colocó en esa posición a Pablo Gómez “…para perseguir adversarios y saldar vendettas personales. No fue tras la pista del dinero del crimen organizado o los cárteles del narco, sino tras los rivales políticos, empresarios, activistas y periodistas que no se alineaban al oficialismo.” Escribe López San Martín

Con el respeto de la titular del Ejecutivo Federal, la salida de Pablo Gómez no fue con la intención de ascenderlo, más bien es una salida sugerida (¿obligada?) del gobierno de Donal Trump porque la UIF fue cómplice al no vigilar el flujo del dinero del mismo narcotráfico, por ello la denuncia gringa a CIBANCO, INTERCAM y VECTOR.

Recordemos que esta última es propiedad de Alfonso Romo, jefe de Oficina de AMLO en la Presidencia y es señalada por el Departamento del Tesoro de EUde lavar dinero del narco mexicano, por lo que se supone que Pablo Gómez -como encargado-, es cómplice cuando “no vieron nada, no investigaron nada y no informaron nada.”

Precisamente la omisión le cuesta el cargo a Gómez Álvarez, pero como es protegido del macuspano, le dan una salida protegido del gobierno federal, entendiendo que, en las acciones del combate a los cárteles y su desmantelamiento con el sistema bancario, empresarial y político mexicano, Pablito se volvió un estorbo marcado por la desconfianza.

La salida de Pablo Gómez del gabinete central de Claudia Sheinbaum permite que lo envíen a ocuparse en lo verdaderamente suyo: la grilla, la politiquería y las vendettas de las que conoce de más.

Sin duda el segundo piso de la CUATROTE pierde una posición fundamental de control político y económico. La salida de Pablo Gómez ocurrió sin ruido, sin viento u olas que alteraran el clima de ‘tranquilidad republicana’. No hubo ni una conferencia, ni un comunicado desde la Unidad. Apenas quedó en anécdota su paso al anunciarse sus nuevas tareas.

Inferimos que la salida del hombre fuerte del macuspano tiene trasfondo. Y lo tiene más, por quien llegará a ocupar la titularidad de la UIF. No hay ni coincidencias ni casualidades.

(Visited 1 times, 1 visits today)