¿Traicionarán Francia y Reino Unido a Zelenski?

No se sabe si será en Hungría o en Suiza o en Turquía o quizá en Finlandia o hasta en Emiratos Árabes, lo que Trump intenta vender ya como una reunión trilateral en la que se incluirá al dictador ruso y al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. En realidad, Putin no tiene ninguna prisa y hasta lanza un dardo envenenado desde el Kremlin proponiendo que sea en Moscú.

Putin es un maestro en jugarle el dedo en la boca a los demás y a Trump lo tiene encandilado, convertido en su vocero favorito, quiere obligar al líder ucranio a rendirse. A que acepte ceder Donetsk y Lugansk  y congelar la línea del frente en Jersón y Zaporiyia.

La realidad es que casi cuatro años después de la maldita invasión, el ejército ruso no controla completamente ni Donetsk ni Lugansk, ni Jersón o Zaporiyia; en esta ciudad,  Putin  tiene a su ejército atrincherado en el interior de la central nuclear de Zaporiyia, que es la más grande de Europa.

Mientras los medios rusos hablan de cómo el líder de Estados Unidos se rindió ante el liderazgo de Vladimir Putin, en la Casa Blanca dan más relevancia  a la vestimenta de Zelenski  que a los soldados ucranios y civiles que siguen muriendo por defender a su país.

Y, en Europa, sus líderes no están tragándose el órdago de Putin  de quedarse con el territorio y permitir un acuerdo de seguridad para Ucrania con la presencia de tropas europeas in situ como garantes de la paz… como escudo protector para lo que quede de Ucrania.

No se lo tragan: es más saben aquí en Europa que el sátrapa solo está ganando más tiempo a su favor porque Trump le está dando ventaja a Rusia dejando de apoyar con armas y dinero a Ucrania.

La malévola estrategia consiste en distraer con un supuesto acuerdo  mientras, hora por hora, el ejército ruso sigue bombardeando a Ucrania y avanzando más y rompiendo la línea del frente.  El lunes, mientras Zelenski y siete lideres europeos se reunían con Trump en la Casa Blanca, el ejército ruso lanzó 40 bombas y diez misiles.

Estamos en el mismo punto de inicio de la invasión y se ha convertido con Trump en una guerra espectáculo. La indignación a nivel mundial crece porque el presidente norteamericano cae rendido ante un dictador invasor y asesino que desde  que asumió el poder en Rusia ha traído terrorismo y más inestabilidad a la aldea global. Es el gran titiritero y, ahora  Trump es su títere favorito.

Trump y Putin quieren hacer la misma encerrona que Hitler llevó a cabo con la complicidad del entonces primer ministro británico, Arthur Neville Chamberlain y en la que también tuvo su participación, Edouard Daladier, primer ministro de Francia.  Con los Acuerdos de Múnich, signados el 30 de septiembre de 1938, Reino Unido, Francia e Italia aprobaron que Alemania se quedase con los Sudetes, territorio de Checoeslovaquia. Es curioso que ni siquiera tomaron en cuenta al entonces presidente checoslovaco, Edvard Beneš.

Es decir, la ley del más fuerte. Habría que revisar históricamente el papel desastroso y colonialista que han tenido Francia y Reino Unido cuyas decisiones han causado verdaderos desastres. Léase el de los palestinos. Son paísesmalos negociadores.

¿Puede repetirse la historia de los Sudetes con Ucrania? Sí. Y, también sus posteriores consecuencias: ya lo sabemos, Hitler no se conformó con los Sudetes e inició su plan expansionista lo que llevaría a la Segunda Guerra Mundial.

La negociación de los cobardes complacientes ante el tirano. Es histórica la foto de Chamberlain, llegando a Heathrow con el acuerdo signado en la mano  y que señalaba que Hitler se comprometía a no iniciar ninguna guerra y que se conformaba con los Sudetes. “Lo hizo Londres, ha detenido la guerra. He regresado de Alemania con paz para nuestro tiempo”, defendió Chamberlain ante la Cámara de los Lores.

A COLACIÓN

Si hay un héroe en esta invasión es Zelenski que no huyó a pesar de que el entonces presidente Joe Biden le ofreció protección para él y su familia en Estados Unidos recién inició la invasión el 24 de febrero de 2022.

Lo que el líder ucranio le pidió fue armas, dinero y apoyo. Aunque maten a Zelenski, los ucranios no van a dejar de luchar por su territorio y contra el invasor. No van a aceptar a un títere en el gobierno que reprima a los ucranios y los someta a las reglas. ¿Repetirán Macron y Starmer la Historia  uniéndose a Trump para presionar una tregua en la que Ucrania ceda ante el dictador ruso?

 

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