España: la emergencia climática asusta

Las últimas tres temporadas estivales en España se han caracterizado por un calor infernal. El problema es que cada año empeora la situación y el verano se siente más intenso y más duradero.

En especial, este 2025, el estío ha traído una sequía importante, con unas temperaturas récord que según los medios de comunicación no se veían con esta intensidad y duración desde 1975.

Aunque los habitantes del país ibérico están cambiando sus hábitos durante el verano para protegerse del sol y de las elevadas temperaturas en días que además se hacen muy largos porque amanece muy temprano y anochece muy tarde, por mucho que los hogares se acoplen con aires acondicionados y los ventiladores estén agotados, lo que verdaderamente es una alarma entre la ciudadanía tiene que ver con la ola de incendios forestales.

Sí es un tema de elevada inquietud porque fundamentalmente la gente depende de las medidas preventivas del gobierno y de los equipos  de bomberos así como de la Unidad Militar de Emergencias en caso de un fuego forestal.

Este año, solo en lo que llevamos de verano, el país ibérico ha enfrentado  113 grandes incendios forestales: la cifra da escalofríos se han quemado 411 mil 315 hectáreas, de acuerdo con el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales. Se han quemado diez veces más hectáreas que en 2024.

Ayer, el gobierno del presidente Pedro Sánchez, reunido en Consejo de Ministros, declaró la zona catastrófica o de emergencia en 16 comunidades. Hay una devastación cuantiosa  el fuego ha calcinado decenas de viviendas y destruido además muchos cortijos y casas rurales junto con decenas de corrales de animales. Hay un quebranto económico relevante.

Con esta declaración de emergencia, el propósito del gobierno es acelerar la entrega y dotación de ayudas para todas las personas y empresas afectadas por los incendios forestales. Hay gente que en medio de la calamidad lo ha perdido todo como sucedió con la DANA en Valencia o con la erupción del volcán de la Palma.

La realidad es que el gobierno del socialista Sánchez llega tarde a todo y encima el sufrimiento de la población afectada por alguna catástrofe natural  se recrudece si donde vive,  esa comunidad es gobernada por un partido distinto al de Sánchez. Entonces, la gente y sus necesidades pasa a un lado, porque lo primordial de los partidos políticos es demostraar la incompetencia del otro en medio de un cruce de acusaciones por la demora en implementar las ayudas.

Todo se politiza en España en ese caleidoscopio que tiene de mirar las cosas en blanco o  en negro… o eres de derechas o de izquierdas, hasta leer un periódico determinado puede estigmatizarte ante los demás.

A COLACIÓN

La realidad es que persiste la incompetencia. Y, de cara a un futuro en que cada verano estará marcado por incendios forestales, pone a temblar a más de uno.

Estos incendios forestales ha pillado a más de un politico de vacaciones algunos en el extranjero, mientras se coordinaba de manera improvisada los desalojos de habitantes y se luchaba contra las gigantes lenguas de fuego con un equipo limitado  y obsoleto. Hacen falta hidroaviones: se han perdido el 20% de los hidroaviones que había en 2024.

Al final, varios países europeos han enviado ayuda mientras el número de voluntarios muertos, que han intentado evitar que se quemasen las casas de sus pueblos, ha subido lamentablemente.

La gente le pide al gobierno de Sánchez más recursos en prevención: que se cuiden los bosques, que se permita que los ganaderos y agricultores puedan limpiar sus zonas verdes; que haya drones vigilando que nadie cause un fuego de manera intencionada: al menos hay 27 detenidos por su presunta vinculación directa con incendios provocados y 83 personas bajo sospecha. Y, es que, no toda la culpa es del cambio climático también hay gente malvada.

 

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