Mientras la estrategia desde la Casa Blanca pasa por utilizar los aranceles como un arma de chantaje, presión y castigo global, la que se enarbola desde Zhongnanhai, sede del palacio de gobierno chino, habla de una nueva disyuntiva histórica: o guerra o paz.
El tremendo arsenal bélico presumido por el mandatario chino Xi Jinping, durante los fastos por el 80 aniversario de la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, evidenciaron que la seguridad y la defensa para el gigante asiático han pasado de un segundo plano a ser un cuadrángulo estratégico que revitaliza su economía; engrosa su ejército; incrementa sus capacidades disuasorias; y se convierte en férreo competidor de Estados Unidos en cuanto a exportación de armamento.
Tiene tamaño poblacional para ello, con 1 mil 420 millones de chinos, la meta es que su ejército supere los dos millones de soldados y duplique el número de reservistas; también tiene el potencial económico, aunque este año, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional su PIB no superará el 5% de crecimiento. Las perspectivas son de un PIB de 4.8 por ciento.
Posee además tierras raras y unas multinacionales muy consolidadas en nuevas tecnologías y sigue dando pasos relevantes en inteligencia artificial y ahora también detona a su industria armamentística.
Va siguiendo la misma senda que le ha mostrado Corea del Norte especializándose en potentes misiles balísticos de mediano y largo alcance capaces de llegar hasta Washington o más lejos.
Flanqueado por los autócratas, el líder ruso Vladimir Putin y Kim Jong-un de Corea del Norte, el mandatario Xi Jinping presidió un pulcro desfile militar diseñado para proyectar poderío militar e influencia geoestratégica.
En el desfile, el arsenal bélico ha dejado sin aliento: drones submarinos; tanques de última generación; armas láser y decenas de misiles balísticos nucleares, entre éstos la nueva joya de la corona con el misil nuclear DF-5C que tiene un alcance de 20 mil kilómetros.
El South China Morning Post refirió que este misil es la versión moderna y mejorada de los misiles Dongfeng-5 y está diseñado en dos etapas para atacar cualquier parte del planeta además es capaz de transportar hasta 10 ojivas independientes.
A COLACIÓN
Después de pasar revista en una carro descapotable, el mandatario chino volvió al atril en la Plaza de Tiananmén para observar el resto del despliegue militar acompañado por Putin y Kim Jong-un en una demostración de la fuerte sintonía que hay entre ellos. Todos se hablan entre sí como “muy queridos amigos”.
Y es que Rusia y Corea del Norte orbitan económicamente hablando alrededor de China: la economía norcoreana cuyo régimen se disputa en la actualidad ser uno de los más severos y cerrados del mundo, junto con el de los talibanes en Afganistán, no se ha derrumbado gracias a Beijing.
En este aislamiento, el régimen norcoreano también ha entablado un mayor acercamiento con Rusia, a raíz de la invasión de las tropas rusas a Ucrania, el 24 de febrero de 2022.
El Kremlin estaría pagando con petróleo y gas rusos, a precios bajos, la ayuda suministrada por Corea del Norte no solo proveyéndole de cientos de inexpertos y jovencísimos soldados norcoreanos para que mueran en nombre de la guerra de Putin, sino también armamento. El Servicio de Inteligencia Nacional de Corea del Sur recientemente reveló que ya habrían muerto dos mil soldados norcoreanos.
Además, Kim Jong-un ha dedicado doce años en pertrechar con más y más misiles a su país que además posee tecnología para la bomba atómica. La venta de misiles norcoreanos a Rusia por debajo de su precio le ha permitido al Kremlin disponer de arsenal de forma rápida y económica.
De acuerdo con NK Insights, entre junio del año pasado y febrero de 2025, habrían salido 6 mil 500 contenedores desde Corea del Norte cargados con aproximadamente 400 mil lanzacohetes; 200 mil cohetes Grad y 500 mil municiones de artillería. Un valor aproximado de 32 mil 500 millones de dólares.
Y Xi Jinping también es un aliado fundamental en este engranaje a tres: en todo momento le ha tendido la mano a Vladimir Putin. Lo ha sostenido a lo largo de estos casi cuatro años de invasión y de sanciones permitiendo además que el comercio bilateral se expanda de mayor manera, eso sí, beneficiándose del gas y el petróleo rusos también a precios preferenciales.
Hay medios de comunicación europeos como la BBC, The Guardian o Le Fígaro que señalan que China están “hinchándose” de petróleo ruso favoreciendo además sus reservas que estarían camino de máximos históricos. The Economist estima que el petróleo ruso significa el 30% de las reservas chinas.