A Musk le sale un duro competidor

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Ha sido la invasión de las tropas rusas a Ucrania, el 24 de febrero de 2022, el parteaguas para acelerar el interés por desarrollar nuevas y mejores capacidades de defensa. Sobre todo por la dependencia militar y estratégica hacia Estados Unidos que no siempre está dispuesto a ser un aliado incondicional como lo ha vuelto a demostrar, Donald Trump, en su retorno a la Presidencia de Estados Unidos.

“En el contexto geopolítico actual de creciente competencia entre potencias e intensificación de las amenazas, la UE está tomando medidas para proteger sus activos espaciales, defender sus intereses, disuadir las actividades hostiles en el espacio y reforzar su postura estratégica y su autonomía”, de acuerdo con información de la Comisión Europea.

En realidad, hay muchos pasos que dar y uno clave tiene que ver con una ley espacial que en junio pasado tuvo algún avance en la Unión Europea formada por 27 países miembros.

La Comisión Europea propuso nuevas medidas para que el sector espacial europeo sea más limpio, seguro y competitivo: “En la actualidad, las normas espaciales europeas están fragmentadas, lo que frena la innovación, reduce la cuota de mercado europeo y genera costos adicionales; es por eso que un marco armonizado a nivel de la UE garantizaría la seguridad, la resiliencia y la responsabilidad medioambiental, al tiempo que ayudaría a las empresas a crecer y expandirse más allá de sus fronteras”.

La Ley Espacial de la UE tiene por objeto reducir la burocracia, proteger los activos espaciales y crear unas condiciones de competencia equitativas y previsibles para las empresas.

Fundamentalmente, se apoya en  tres pilares: 1) La seguridad, las nuevas normas sobre el seguimiento de objetos espaciales y la limitación de nuevos desechos, a fin de preservar el acceso seguro e ininterrumpido de Europa al espacio; 2) la resiliencia: requisitos de ciberseguridad adaptados para reforzar la protección de la infraestructura espacial europea y garantizar la continuidad de las actividades; y, 3) la sostenibilidad: los operadores tendrán que evaluar y reducir el impacto medioambiental de sus actividades espaciales, al tiempo que se benefician del apoyo a la innovación en tecnologías emergentes, como servicios de mantenimiento en el espacio para ampliar la vida útil de los satélites y reducir los desechos.

En lo del espacio, los gobiernos van un paso atrás en materia regulatoria, mientras que las empresas privadas interesadas en el tema llevan dos pasos por delante. Lo más paradójico es que no hay una ley espacial mundial que ponga las reglas claras en cuanto a la exploración y explotación del espacio.  Y eso va camino de generar muchos roces.

De acuerdo con el periódico británico The Independent, Elon Musk quien es el hombre más rico del mundo, es también la persona más  poderosa del espacio. “Musk con su empresa SpaceX controla dos tercios de los satélites”.

Hace poco, puso en órbita su satélite 10 mil y tiene en mente continuar colocando más satélites aunque ya tiene 1 mil 500 satélites Starlink inactivos.  Musk posee más información privilegiada que por ejemplo el Pentágono o cualquier otro actor estatal.

“El dominio de SpaceX ha generado preocupaciones sobre la cantidad de poder que ejerce la persona más rica del mundo a través de su control de la red Starlink. En 2023, Musk afirmó que tenía más datos económicos globales en tiempo real que nadie en el mundo”, de acuerdo con The Independent.

El rival más cercano de SpaceX, en lo que respecta al tamaño de la constelación es actualmente OneWeb, que tiene 651 satélites en funcionamiento. Aunque no le hace sombra a SpaceX,  la historia de OneWeb no ha sido sencilla viene de un fracaso que llevó a su bancarrota y terminó siendo adquirida por el gobierno británico y una empresa india llamada Bharti Global. Y, ahora, intenta competir con un gigante como  Musk, en sitios como África o diversos países de Asia donde hace falta extender la conectividad de Internet y de la telefonía celular .

Musk es ambicioso quiere llegar hasta los 42 mil satélites aunque la durabilidad de los mismos, que son cinco años, generan controversia por la llamada chatarra espacial.

A COLACIÓN

Al parecer, Musk no será solo el dominante en el espacio porque le ha salido un competidor de gran tamaño recientemente formado por tres potentes multinacionales europeas del sector militar, de defensa y aeroespacial como son: Airbus, Leonardo y Thales.

El pasado 23 de octubre, dichas empresas unieron esfuerzos para mejorar sus capacidades combinando las tres actividades respectivas en la fabricación de sistemas espaciales y de satélites y servicios espaciales.

La intención es fortalecer el ecosistema espacial europeo apoyando la autonomía estratégica y la competitividad, para garantizar que Europa refuerce su papel como actor clave en el mercado espacial mundial. La meta es que esté operativa en 2027.

A la espera de recibir luz verde por parte de las autoridades correspondientes, se espera que la combinación de estas multinacionales genere millones de euros de sinergias anuales totales; y, que la inclusión, de la  Inteligencia Artificial en los proyectos de defensa para el espacio puedan acelerarse. Musk no estará solo allá arriba.

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