Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Retorno al trabajo

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Después de dos semanas de asueto, ayer regresó la burocracia estatal a laborar, en medio de una serie de asuntos que han movido el escenario mediático de la agenda oficial. Muchas cosas pendientes que seguramente se retomarán en el tiempo necesario para que no existan desajustes en el plan del gobierno que encabeza Eugenio Hernández Flores.

Durante el tiempo de vacaciones, algunos empleados ocultaron el hecho de que sus jefes hayan tomado los días que por ley les pertenecen y además, que se ausentaran, como si fuera un delito.

Recordemos que los períodos vacacionales, si bien es cierto que son conquistas de algunos dirigentes sindicales en cuanto a duración y frecuencia, no son una dádiva: son una necesidad que todo mundo tiene para poder trabajar adecuadamente.

La mente y el cuerpo –principalmente la primera- necesitan de un tiempo prudente para “desconectarse” de su realidad, a manera de poder establecer medidas adecuadas para regresar con nuevos ímpetus.

Finalmente, quien ha disfrutado de un merecido – o no- descanso, habrá de retomar sus actividades al cien por ciento, en beneficio de todos aquellos que tienen que realizar algún trámite con estas personas.

Dentro de unos días habrán también de incorporarse a la actividad productiva las universidades y todo el sector educativo, aunque ya hay avances para ello, dado que prácticamente las escuelas tienen todo listo para iniciar, en el caso de la educación básica y media superior pertenecientes a la Secretaría de Educación Pública.

Retomar la función cotidiana debe ser una acción que se haga con el mayor de los entusiasmos. No olvidemos que la gente no tiene la culpa de nuestros conflictos o problemas, y que si nos hemos prestado a trabajar en algo a cambio de un salario que, pudiera ser injusto como suele suceder en más del 90 por ciento de los casos debido a la situación económica que no nos ha favorecido, si hemos aceptado esas condiciones, no hay pretexto que valga para hacer las cosas a medias.

No justificamos el dicho popular que reza: “ellos hacen como que me pagan y yo hago como que trabajo”, porque nadie nos ha puesto una pistola en la cabeza para aceptar las condiciones.

Cierto, no es igual lo que vivimos y nada justo es el hecho de que hayan aumentado bienes y servicios mes a mes y los salarios únicamente un muy pequeño porcentaje; esta realidad es la que tenemos, y como dicen algunos que han aprendido a vivir: “tenemos que aprender a vivir con lo que hay, procurando mejorarlo en la medida de nuestros talentos y capacidades”.

Los retos que vienen en el inicio del octavo mes del año tienen mucho que ver con la participación de todos: salud debe ser lo primero que debemos atender y colaborar; el probable repunte de la Influenza tipo A y el riesgo latente todos los días de sufrir por el llamado “golpe de calor” son dos de los grandes problemas que hay que enfrentar, aunado al dengue que ya comienza a aparecer en el contexto estatal con un número significativo de casos. En estos tres aspectos la participación de la gente será fundamental.

El gobierno no podrá hacer nada si nos limitamos a escuchar estadísticas y no hacer nada por nuestra salud.

Es muy importante que aprendamos a tener medidas de higiene suficientes para enfrentar un posible rebrote de la Influenza que ha cobrado varias vidas y que suma por miles los casos en México y el mundo. Todos tenemos responsabilidad, y eso de las vacunas habrá que consultarlo muy seriamente con el médico de nuestras confianzas.

Aún recordamos aquella época en que enfermeras del Instituto Mexicano del Seguro Social –IMSS- llegaron a las instalaciones de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UAT para aplicarnos la vacuna contra la influenza, y la reacción que tuvimos que tuvo que ser enfrentada en cama, con fiebre de tres días y las molestias típicas de esta enfermedad. No entendimos nunca cual fue el caso de la vacuna, dado que el padecimiento sufrido por la misma fue peor que haber contraído la enfermedad por causas naturales.

A partir de este momento, tenemos que aprender a colaborar con las instancias que tenemos cerca, sean municipales, estatales o federales, y pugnar porque todos hagamos bien nuestro trabajo y podamos cumplir con las obligaciones que nosotros mismos nos hemos tenido que anotar, o las que nuestros jefes consideren que tenemos que cubrir.

Es el momento, luego de las vacaciones, de hacer un nuevo arranque y que sea tan intenso como el del año nuevo, cuando todos tenemos propósitos y muchas cosas más, y en ocasiones caemos en exageraciones porque pretendemos un cambio total en la vida y las actividades que llevamos a cabo.

Es hoy, pues, el día en que tenemos que entregar lo mejor de nosotros mismos en aras de recibir la mejor respuesta posible.

No olvide que las oficinas están ya a prácticamente toda su capacidad, y lo que tengamos que llevar a cabo, ahora es el momento de hacerlo.

Después del buen regreso, viene lo mejor: un buen desempeño.

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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!

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