Proceso.com: La prole de Marcial Maciel

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A. GUTIéRREZ Y R. VERA
Muerto el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, se sabe ahora que procreó por lo menos cuatro hijos con dos diferentes mujeres, entre ellos Norma Hilda, a quien la congregación ya reconoció como su descendiente. Ella vive en Madrid, en un lujoso condominio que es propiedad de la orden religiosa. Los tres varones piden a las autoridades religiosas igual reconocimiento… De por medio está, entre otras cosas, una jugosa herencia.

Con la complicidad del Papa Juan Pablo II y de los Legionarios de Cristo, el sacerdote Marcial Maciel, fundador de esta congregación religiosa, mantuvo en secreto la existencia de al menos cuatro hijos biológicos suyos: la joven Norma Hilda Rivas Baños, actualmente radicada en Madrid e hija de una dama acapulqueña, y otros tres jóvenes varones, que fueron producto de los amoríos de Maciel con otra mujer, también mexicana.
Tras la muerte del Donjuán de sotana, esos cuatro hijos que procreó se aprestan a reclamar sus respectivas herencias a los Legionarios de Cristo, cuya fortuna se calcula en más de 20 mil millones de euros. Pero antes, los tres varones exigen que el actual líder de la Legión, Álvaro Corcuera, los reconozca formalmente como vástagos de Maciel, como ya lo hicieron con Norma Hilda.
Así mismo, realizan gestiones para entrevistarse con la comisión vaticana que actualmente investiga a la Legión. Con sus propios testimonios, quieren hablar sobre el encubrimiento institucional que, durante años, logró mantener en secreto la paternidad de Maciel y del cual fueron víctimas.
José Bonilla Sada, abogado de los tres hijos varones, quienes radican en México, comenta:
“Los hijos de Maciel también fueron sus víctimas, ya que, durante años, él ocultó su identidad a ellos y a su madre; no les reveló que era sacerdote ni que se llamaba Marcial Maciel. Se hacía pasar por un profesionista cuyo trabajo lo obligaba a estar lejos de la familia la mayor parte del tiempo. Los mantuvo engañados.”
–¿Esto es un ilícito?
–¡Por supuesto! Y Maciel provocó a sus hijos un gran daño. Imagínese lo que para un niño significa no saber quién es su padre ni cuál es su origen. Eso afecta su desarrollo normal a lo largo de toda su vida. Es una violación a los derechos fundamentales de la niñez, consagrados en la Convención sobre los Derechos de los Niños de la ONU. Y lo mismo en algunas leyes mexicanas, como la Ley de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
Aclara el abogado que él sólo representa a los tres hijos varones que viven en México. Sobre la hija radicada en Madrid, Norma Hilda, dice no conocerla.
“A ella sólo la conozco por las fotografías que se tomó con sus medios hermanos, ya que, eso sí, Maciel logró con el tiempo que los cuatro se conocieran. No los mantuvo separados. Juntos realizaron viajes a distintas partes del mundo, de donde son esas fotos. Norma Hilda es hija de una mujer, los tres varones son hijos de otra”, dice Bonilla.
–Esa segunda mujer de Marcial, ¿es mexicana?
–Sí. Y sus tres hijos (los varones) son nacidos en México. Actualmente los cuatro viven juntos en algún lugar de la provincia mexicana. No puedo revelar más detalles a petición de ellos. Quieren protegerse, pues saben que los Legionarios pueden agredirlos si revelan su identidad en este momento.
–¿Tienen ustedes elementos que prueben la paternidad de Maciel?
–Claro, tenemos mucha documentación. Por ejemplo, cartas de Maciel dirigidas a sus hijos y escritas con su puño y letra. Ahí los trata como su padre que fue, les habla sobre sus regalos de Navidad y cosas de ese tipo. O fotografías donde aparece con ellos. Inclusive, hay fotos donde todos están con el Papa Juan Pablo II, quien supo sobre la paternidad de Maciel… Pruebas nos sobran, por eso no habrá ningún problema.
–¿Eso significa que el Papa encubrió a Maciel?
–Sí, desde nuestro punto de vista solapó esta situación anómala. Pero no sólo el pontífice, también los propios Legionarios, quienes siempre supieron que su fundador había procreado estos hijos.
“Le cuento una anécdota: en una ocasión uno de los hijos se reunió con Jesús Quirce, el rector de la Universidad Anáhuac, de los Legionarios. Ahí, Quirce lo reconoció como hijo de Maciel, lo mismo que el legionario Jaime Durán, quien estuvo presente en la reunión. Tenemos las grabaciones en audio de ese encuentro. Sería absurdo que hoy los Legionarios negaran esa paternidad.
“Por si quedara alguna duda, los jóvenes están dispuestos a someterse a la prueba del ADN, bajo las condiciones y en el laboratorio que fijen los especialistas. En ese sentido, no tenemos ningún problema. No hay ningún infundio ni calumnia de parte nuestra.
“Es más, fueron legionarios de la Universidad Anáhuac quienes canalizaron conmigo a los muchachos para que les diera apoyo legal. Principalmente Jaime Durán, quien maneja los asuntos financieros en esa universidad.”
Una familia numerosa
Es más: el abogado José Bonilla sostiene que, aparte de los tres varones y de Norma Hilda, Maciel tuvo dos hijos más, con lo que sumarían seis sus descendientes conocidos hasta hoy.
“Mis representados me hablan sobre esos dos. Y puede que aparezcan otros… ¡Caray! ¡Estoy sorprendido! Maciel tuvo mujeres con hijos regados por distintas partes. Aquí y allá. Fue un verdadero seductor. Me hubiera gustado conocerlo para preguntarle cómo le hacía.”
Sobre sus prendas donjuanescas, el exlegionario Alejandro Espinosa reveló que Maciel –fallecido el año pasado– mantuvo relaciones íntimas con algunas damas benefactoras de la Legión, como Talita Retes, Pepita Gandarillas, Pachita Pérez, Edmé de Galas, Dolores Barroso, Guillermina Dikins, Josefita Pérez, Consuelo Fernández, Flora Barragán… (Proceso 1684).
–¿Reclaman su herencia los tres hijos de Maciel que usted representa? –se le pregunta al abogado José Bonilla.
–Mire, sabemos que Maciel dejó muchos bienes. Algunos quedaron registrados bajo su nombre, otros bajo identidades falsas que él usaba, y otros más se registraron con prestanombres. Toda la Legión de Cristo giró alrededor de él y para él. Y sus hijos, conforme a la legislación civil mexicana, tienen derechos hereditarios. Aquí el Código de derecho canónico no cuenta, sale sobrando. Pero los hijos no reclaman herencia por el momento. Probablemente lo hagan después.
–¿Qué piden por lo pronto?
–Que la Legión los reconozca como hijos legítimos de su fundador. ¡Hombre!, llevan su misma sangre en las venas. Negarlos a ellos es negar a su fundador. Pero ese reconocimiento tiene que venir del actual superior de los Legionarios, el padre Álvaro Corcuera, para que así los hijos de Maciel se sientan más tranquilos, ya que los han mantenido ocultos y padeciendo discriminación. Sólo pedimos lo que es humana y éticamente correcto.
Los tres varones, a través de Bonilla, también realizan gestiones para reunirse con la comisión del Vaticano que, desde el pasado 15 de julio, está investigando posibles anomalías en la Legión de Cristo (Proceso 1708).
La comisión está integrada por cinco jerarcas católicos que, por zonas geográficas, se dividieron la investigación en las distintas regiones donde opera la Legión. Al mexicano Ricardo Watty, obispo de Tepic, le tocaron México y Centroamérica, por lo que a él le corresponde hablar con los hijos de Maciel.
Comenta el abogado:
“Actualmente, mantengo contacto con los colaboradores de monseñor Watty. Les he dicho que los hijos de Maciel están dispuestos a entrevistarse con el obispo. Los testimonios de los hijos serán de mucha utilidad para conocer los mecanismos de encubrimiento de la Legión y, sobre todo, quiénes están implicados.”
–¿Ya tienen cita para entrevistarse con Watty?
–Aún no, me piden que aguarde un poco. No hay problema. Estamos a la espera. Percibo buena disposición y sensibilidad en la oficina de monseñor Watty.
El caso de Norma Hilda
Es muy distinto el caso de la hija de Maciel, puesto que –por presiones del Vaticano– ella ya fue reconocida por los propios Legionarios el 4 de febrero, sólo que entonces no dieron a conocer su identidad, dice el abogado Bonilla Sada.
Fue el domingo 9 de agosto cuando el matutino español El Mundo reveló que es una joven de 23 años llamada Norma Hilda Rivas Baños, por lo que no utiliza su verdadero apellido paterno.
La publicación también reveló la identidad de la madre, Norma Hilda Baños Torres, a quien describe como una guerrerense de 48 años, de “rasgos indígenas, pelo moreno y baja estatura”. Pertenece a la alta sociedad acapulqueña; se conduce con “voz templada, su corrección, su forma de vestir sencilla y elegante… denotan que Norma Hilda es una mujer educada, probablemente acaudalada”.
La hija y la madre obtuvieron su visado en el consulado de España en México, el 3 y el 7 de marzo de 2008, respectivamente, de acuerdo con un documento del área de asuntos consulares del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación (MAEC) español, al que este semanario tuvo acceso.
La hija obtuvo el visado número 20070005428, y la madre el número 20070004499, con lo que se les permitió gestionar en Madrid su “residencia sin finalidad laboral”.
Según ese “estado de consulta” del MAEC, la joven inició sus gestiones ante el consulado ibérico el 21 de diciembre de 2007. Su madre lo hizo dos días después.
El abogado José Bonilla señala en su blog (http://conlajusticia.wordpress.com) que, antes de partir a ese país europeo, la joven “asistió a unos cursos” en la Universidad Anáhuac, en México, “donde conocían a la perfección su identidad”. Y ya instalada en la capital de España, “mantiene un nivel de vida desahogado, ya que no trabaja, habita un piso de lujo en Madrid e igualmente cuenta con otro piso que renta en el mismo inmueble”. Ambos condominios “fueron adquiridos por Marcial Maciel con dinero de los benefactores de la congregación”.
Según El Mundo, ambas viven en dos condominios de 307 metros cuadrados cada uno, ambos cuentan con tres plazas de garaje y su valor es de 2 millones de euros. Además, según el diario madrileño, madre e hija recibirían de la congregación “un suculento subsidio mensual”, para que guardaran silencio.
Proceso ubicó los dos lujosos inmuebles en la zona de Conde de Orgaz, una de las más caras de Madrid, situada al noroeste de la ciudad. El conjunto urbano es vigilado de manera permanente y sólo se llega a él mediante un sistema de control de acceso.
Así mismo, este semanario detalló que antes de verse envuelta en el escándalo, la joven Norma Hilda realizaba estudios en la Universidad Francisco de Vitoria, que tiene la Legión en Madrid, según información proporcionada por el exlegionario Patricio Cerda, quien radica en Sevilla (Proceso 1684 y 1692).
En el vano de su lujoso condominio, El Mundo logró sacarle algunas declaraciones a la reacia madre de la joven sobre su relación con Maciel:
“Yo nunca habría elegido este camino para mi vida… Cuando conocí a ese hombre (Marcial Maciel) yo era una menor… Ni mi hija ni yo supimos quién era realmente (sólo) hasta el final.”
La mujer tenía 26 años cuando quedó embarazada de Maciel. Y, de acuerdo al matutino español, “insinúa abusos” que sufrió por parte del fundador de los Legionarios de Cristo.
Habló además sobre el frágil estado anímico de su hija: “La está pasando fatal. Menos mal que he abierto yo la puerta… Todo esto ha sido dolorosísimo, no puedes imaginar”, le dijo a la reportera.
“A ustedes les corresponde mucho dinero que ahora tienen los Legionarios, no sólo por herencia, sino también por daños morales”, le señaló la reportera de El Mundo.
Y la madre de Norma Hilda le contestó lacónica:
“Por supuesto, nosotras hemos sufrido muchísimo.”
Aunque se ignora el monto al que llegan los multimillonarios bienes de la congregación, El Mundo sostiene que sería equiparable al “valor de Repsol YPF”, el gigante petrolero español, “con casi 20 mil 500 millones de euros en activos”, fortuna a la que la hija podría acceder como “heredera” de Maciel.
Se asegura que hija y madre también serán entrevistadas por la comisión del Vaticano que investiga a los Legionarios. En este caso, les corresponde reunirse con el miembro de la comisión que cubre España, monseñor Ricardo Blázquez, obispo de Bilbao y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española.
Debido al sigilo con el que monseñor Blázquez maneja su agenda, se desconoce si las dos mujeres ya se pusieron en contacto con la comisión; tampoco se sabe si Norma Hilda y su madre intentarán reclamar la cuantiosa herencia a la congregación. Hasta ahora sólo ha trascendido que la Secretaría de Estado del Vaticano, a cargo del cardenal italiano Tarcisio Bertone, está al pendiente para que se les reparen los daños.
Sobre este punto, Patricio Cerda, miembro de la Asociación de Víctimas de los Legionarios de Cristo, considera que para los hijos de Maciel “será muy complicado” reclamar sus respectivas herencias:
“¡Muy complicado! ¡Muy complicado! En primer lugar, porque Maciel era un religioso. Y al menos en teoría los religiosos no deben tener propiedades registradas a su nombre. Pero esto no descarta que él tuviera bienes. Sabemos que utilizaba hasta tres identidades distintas, en pasaportes y otros documentos de identidad.”
Menciona que, incluso, es difícil rastrear el dinero que maneja la congregación a nivel mundial, debido a que ahí intervienen distintas agrupaciones, entre las que señala a la Fundación Altius y al Grupo Integer, este último dirigido por Luis Garza Medina, vicario de los Legionarios.
“Es muy complejo el entramado por donde corren las finanzas de la Legión, pues incluso hay poderosos empresarios, entre ellos mexicanos, que realizan complejas inversiones con el dinero de la congregación.”
Para Cerda, el reconocimiento de los supuestos hijos de Maciel, así como un cálculo aproximado de la fortuna legionaria, dependerán mucho de la investigación que realizan los visitadores apostólicos.
“No sabemos si, con su investigación, el Vaticano reconozca a esos jóvenes como hijos de Maciel. Tampoco sabemos si irá a la médula del entramado del que salen las riquezas de la Legión… Ya veremos, ya veremos”, concluye.

Este reportaje se incluye en la edición 1711 de la revista Proceso que empezó a circular este domingo 16 de agosto.

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