PUES RESULTA que la estancia en Matamoros del gobernador EUGENIO HERNANDEZ FLORES no tan sólo fue para oficializar el inicio del nuevo ciclo escolar, sino que también aprovechó la ocasión para medir la temperatura política de quienes aspiran a un puesto de elección popular.
Lo sobresaliente es que, al menos públicamente, sólo a dos personajes les tocó la frente tal y como ahora lo acostumbra el mandatario estatal en los actos públicos, desde aquel enérgico “estate quieto”.
El primero de los auscultados para conocer si tenía síntomas del llamado “golpe de calor” fue el alcalde ERICK SILVA SANTOS y, extrañamente, también el ex director estatal del ITAVU, PABLO ZARATE JUAREZ.
Del Jefe de la Comuna son conocidas sus aspiraciones en ocupar la silla estatal en el relevo sexenal, más no así el futurismo de quien se identifica como tomasista de hueso colorado.
El termómetro número Uno del estado fue muy claro al diagnosticar “la traes muy alta” al referirse al presidente municipal, mientras que el resultado de la temperatura corporal del ex funcionario estatal mereció un “andas más o menos”.
La prueba del mercurio del Jefe del Ejecutivo Estatal se llevó a cabo momentos antes de abordar la aeronave oficial que lo llevó de regreso al aeropuerto victorense, luego de terminar su recorrido de trabajo en este puerto fronterizo.
HERNANDEZ FLORES, por omisión, falta de tiempo, involuntariamente o a propósito, no auscultó sobre el “golpe de calor” ni al diputado local en funciones VICTOR ALFONSO SANCHEZ GARZA ni al legislador con licencia y director de la Agencia Estatal del Medio Ambiente, SALVADOR TREVIÑO GARZA, quienes también se apersonaron en las instalaciones aeroportuarias.
Lo anterior, aunado a la “temperatura muy alta” del edil matamorense y la extraña auscultación a ZARATE JUAREZ, quien al menos abiertamente no busca cargo de elección popular, son lecturas políticas que merecen un análisis más agudo.
No dejó de llamar la atención que el mercurio estatal haya calificado como “muy alta” la temperatura del ingeniero SILVA SANTOS, lo que podría interpretarse como un personalizado “estate quieto”.
Cabe precisar que la visita oficial del gobernador obedeció a su promesa a los alumnos de la escuela primaria “Guadalupe Cavazos de González”, ganadores de la prueba Enlace del año pasado, por lo que además de la ceremonia de inicio del nuevo ciclo escolar, hizo entrega de obras de infraestructura en ese plantel educativo.
Por cierto, tampoco pasó desapercibido el exagerado dispositivo de seguridad desplegado durante la estancia del mandatario en la escuela primaria ubicada en la colonia Ampliación México Agrario, con la participación de aproximadamente una treintena de unidades policiales federales, estatales y municipales.
Las fuerzas del orden y las vallas metálicas impidieron que el Jefe del Ejecutivo Estatal fuera abordado por grupos de colonos que deseaban plantearle o enterarlo de hechos.
Algunas carpetas con peticiones fueron recibidas por personal de apoyo del gobernador, aunque otros grupos con mayor inconformidad prefirieron hacer guardia y esperar su salida de la institución educativa.
Inteligentemente, al percatarse de brotes de inconformidad, HERNANDEZ FLORES hizo tiempo recorriendo algunos salones de la escuela primaria para dar tiempo a que el alcalde ERICK SILVA SANTOS atendiera a los grupos insatisfechos.
Cuando lo creyó prudente, se encaminó rumbo al autobús oficial al tiempo que respondía con saludo de mano a las personas que insistían en exponerle determinados problemas.
Entre los grupos que se quedaron con las ganas de entrevistarse personalmente con el mandatario estatal se encontraban los pepenadores del relleno sanitario, habitantes de la colonia sindical 18 de Octubre y solicitantes de becas escolares, entre otros.
Finalmente, quien ahora también se ha especializado en diagnosticar los efectos del “golpe de calor” entre los aspirantes a un cargo de elección popular, abandonó ese sector de la colonia Ampliación México Agrario para dirigirse rumbo al aeropuerto internacional Servando Canales.
Como es evidente, la gira de trabajo del gobernador EUGENIO HERNANDEZ FLORES además de cumplir la palabra empeñada a estudiantes y maestros de la escuela “Guadalupe Cavazos de González”, también fue aprovechada para dejar mensajes políticos subliminales a quienes preparan bártulos con miras a las elecciones locales del año próximo.
Los prietitos en el arroz, como coloquialmente se dice, fueron los grupos de inconformes que no recibieron respuesta convincente durante sus negociaciones con la autoridad municipal, quienes buscaron a toda costa, aunque infructuosamente, entrevistarse con quien manda en Tamaulipas.
Nada extraordinario que no suceda durante las giras de trabajo del Jefe del Ejecutivo Estatal en otros municipios del territorio cuerudo, aunque eso sí, de que molestan, molestan, a cualesquiera primera autoridad local.
Por supuesto que el efecto negativo es mayor cuando existe futurismo político.
Ni hablar.
Y hasta la próxima.
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