Mujeres emprendedoras; de pie ante la crisis

0

Benny Cruz Zapata/EnLíneaDIRECTA

Victoria,Tamaulipas.- Para ellas no hay crisis que las derrote, tampoco obstáculos que no puedan superarse y mucho menos darse por vencidas antes de dar la pelea a la situación económica que agobia al mundo entero; ellas no se conocen entre si, pero comparten un mismo pensamiento; hacer uso de sus saberes para salir adelante, por sus hijos, por sus maridos y sobre todo por ellas mismas.

A doña Josefina Juárez Estrada, a sus 75 años de edad, no le cuentan lo que es tomar por cuenta propia las riendas de su destino, lo sabe porque lo ha vivido los últimos 49 años de su vida, recordando como si fuera ayer que la única herencia que le dieron sus padres fue una máquina de coser:

“Fue suficiente para saber que en mis manos estaba sacar adelante a mi familia, apoyar a mi marido y sobre todo, no descuidar a los hijos –cinco mujeres y un hombre- que hoy por hoy son mi mayor orgullo, por ellos no me pesan los desvelos, las jornadas sin horario que hasta ahora sigo llevando frente a la máquina de coser, este es mi oficio y le doy gracias a Dios porque me ha permitido sacar adelante a mis muchachas y a mi hijo”.

Especialista en la elaboración de trajes regionales, madre de cinco hijas bailarinas, es una de las mujeres emprendedoras que forman parte del Fondo Tamaulipas:

“Eso es ahora, porque más antes eso no se acostumbraba, salíamos adelante con nuestros propios recursos, en mi caso con casi 50 años de costurera solo le pido a Dios que me cuide mis ojos, mis piernas y mis manos, que son mi herramienta de trabajo; con eso es más que suficiente para enfrentar eso que ahora llaman crisis, pero que siempre ha existido, y chuecos o derechos salimos adelante”.

Desde su experiencia personal, es tiempo de que la gente en general y las mujeres en particular se “pongan las pilas”:

“Porque todas podemos hacer algo por nosotras mismas y la familia, con marido o sin marido, con hijos o sin hijos, basta que tengamos salud y el ánimo de usar lo que Dios nos dio hasta para convertirnos en nuestras propias patronas; ese es mi orgullo, que a mis años puedo quedarme hasta sin dormir pero siempre cumplir con los trabajos que la gente me encarga, eso me ha llevado a ser contratada por la Universidad, por el Municipio, los escuelas primarias y mucha gente más que conoce de mi trabajo, porque yo en cada traje regional que hago pongo el corazón, el ánimo, disfruto completamente mi oficio”.

Agrega:
“Lo que les digo a las mujeres que me topo en el camino y que se andan quejando de todo, es que no se arrinconen en su casa, que usen lo que saben hacer, si pueden hacer pan, galletas, costura, dulces, que usen eso porque si se puede salir adelante porque entre más crisis más debemos de trabajar”.

Igual piensa a sus 32 años de edad, Erika Pérez Gallegos, dedicada sede hace seis años al oficio de la carnicería en su natal Padilla:

-En los ranchos todavía se acostumbra que las mujeres se casan y ya son de su casa y de sus hijos, así que mi marido – Sidronio Rodríguez- me llevó a vivir con su familia, pero llegó el momento de volar por nosotros mismos, fue cuando pusimos la carnicería, no me canso de agradecerle a Dios las bendiciones que el negocio nos ha dado, aunque no han sido gratis, ya que si hay que levantarse a las tres de la mañana a hacer la barbacoa lo hago, si hay que recorrer ranchos junto con mi esposo para comprar los animales que matamos, no me pesa, si hay que filetear la carne, tampoco, ese es un trabajo de pareja.

Beneficiaria también del llamado Fondo Tamaulipas, programa oficial para el manejo de micro créditos, dados especialmente a las mujeres, Erika se acuerda que empezó en un grupo solidario que manejaba créditos de 500 pesos:

-Y ahorita ya voy por el crédito de 15 mil pesos, y es que las mujeres somos más pagas, así que ya estoy pensando en un prestamos individual pues la carnicería nos ha dado de tal manera que nos hemos ampliado y comprado un terreno al lado en donde tenemos en proyecto poner una carnicería de carne de puerco.

Por su experiencia lo que ella quisiera es que más mujeres supieran los beneficios que se tienen con un crédito de este tipo: “porque a veces un empujoncito basta para salir adelante y dejar atrás la pobreza”.

El mismo pensamiento tiene Luisa Alejandra Nuño Peña, razones tiene de sobra, pues aunque en sus recuerdos persisten los inicios de su vida empresarial, no tiene palabras con que agradecerle a su madre Simona Peña, el apoyo que le dio prestándole la estufa y hasta los sartenes para empezar a cocinar los mariscos que junto a su marido, Jesús Reyes, se puso a vender en el Ejido Morón, municipio de Aldama:

“Por negocio pusimos unos palos con una lona, acababan de abrir una carretera y nos dio la corazonada que el negocio lo teníamos en las manos, había marisco fresco pero solo era para llevar, así que con sartenes prestados y sin estufa propia arrancamos lo que ahora se ha convertido en todo un restaurant de Marisco –Las palapas de Alex- acreditado en toda la región, en ese entonces nosotros la hacíamos de todo: cocineros, meseros, lavaplatos, administradores; hoy tenemos empleados pero claro que siempre pendientes del negocio ya que el buen servicio es fundamental para el éxito.

Maestros de profesión, tanto Luisa como su esposo, no la tuvieron fácil al combinar trabajo y profesión:

-Además cuidar a los hijos, estar pendientes de ellos en mi caso era eso que llaman una doble jornada, que bien vale la pena pues el negocio ya se ha consolidado y estamos en planes de abrir un hotel; con lo que queda demostrado que querer es poder.

(Visited 1 times, 1 visits today)