Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Un solo rumbo

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Siempre que los viejos hablaban del esfuerzo que tenemos que realizar en alguna circunstancia, decían que teníamos que aprender a jalar la carreta o empujar el carro hacia un mismo sentido, explicando así la necesidad de ponerse de acuerdo todos los integrantes de un grupo social y caminar en un solo rumbo.
Cuando uno camina al norte y otro al sur, por lo general llegan lejos, pero los resultados son poco favorables; todo lo contrario sucede si se pone de acuerdo la gente y camina hacia un mismo destino, logrando caminar más lejos aún, ya que el hecho de hacerlo acompañados permite que se puedan conjurar una serie de peligros, y que la gente pueda ayudarse en una empresa común.
La cultura del esfuerzo es importante, sin lugar a dudas.
Pero en este sentido, se requiere ponerse de acuerdo: sucede lo contrario cuando cada quien hace lo que quiere y pretende realizar una acción cobijado en la fuerza que roba a los demás.
La unión hace la fuerza y eso lo hemos escuchado a través de la historia.
En el caso de las autoridades, cansa a los ciudadanos el hecho de escuchar que un gobierno panista habla del gobierno priísta o viceversa. No es bueno para nadie el comparar y exhibir las deficiencias de un nivel de gobierno. Los ciudadanos no entendemos de eso, solamente queremos un buen gobierno, honesto y adecuado.
Pasa que con el gobierno del vaquero Vicente Fox se puso de moda el escuchar los reclamos de un hombre cuya ineptitud sale a relucir, y no se cansó durante seis años de decir que “70 años de corrupción, 70 años de trampas” y demás, sin pensar en los abusos que a la sombra del poder cometieron sus compañeros de partido. Claro ejemplo, en Reynosa, con el señor Cabeza de Vaca, quien saqueó al municipio e hizo ricos a sus familiares y unos más.
Fox se la pasó criticando, criticando y criticando. No hizo algo más favorable que eso, y siempre procuraba exhibir las ineficiencias de los gobiernos del PRI, cuando todos sabemos que los gobernantes de TODOS los partidos tienen virtudes, pero también defectos.
En este caso, el gobierno de Tamaulipas tiene una actitud muy positiva que ha permitido que alcancemos muchos beneficios: ha hecho equipo el ejecutivo estatal con los municipales y al mismo tiempo ha procurado caminar hacia la misma dirección que el gobierno federal, sabedor el gobernador Eugenio Hernández Flores que a mayor entendimiento entre los niveles de gobierno hay más beneficios para sus gobernados.
Muy claro está el hecho que vivimos en Tamaulipas, y hoy, Manuel Muñoz Cano, secretario de Desarrollo Social hace énfasis en la necesidad de ponerse de acuerdo para no duplicar beneficios.
Es muy común escuchar que un líder “vival” encuentre algún privilegio amparado en una acción del gobierno federal y sorprenda a las autoridades estatales o municipales, duplicando lo que le dan y dejando sin una oportunidad a otros que, como él, gestionaron apoyos.
La idea de Muñoz Cano es que estas prácticas se alejen, y que todo mundo pueda acceder a los muchos beneficios que hay en los tres niveles, pero sin abusar, es decir, procurando que haya un reparto más equitativo.
Al menos, el titular de SEDESOL estatal dijo lo anterior; nunca habló que si el gobierno panista de Calderón hace o deja de hacer o se vanaglorió de lo que el gobierno priísta de Geño ha logrado para los tamaulipecos: hizo lo que tenía que hacer: un pronunciamiento en el sentido de que todos se pongan de acuerdo para mejorar la calidad de vida de Tamaulipas y sus habitantes.
El joven político tamaulipeco ha puesto la muestra de qué es lo que se debe hacer: procurar el entendimiento y buscar que haya más recursos para todos.
Esa es la premisa, porque, como dijimos líneas arriba: a los ciudadanos no nos interesa saber de dónde llegan los recursos para un beneficio, sino tener, por ejemplo, la calle pavimentada o el servicio de agua potable.
Ya si uno u otro se cuelga la medalla del mérito, para el ciudadano es secundario cuando sus necesidades han sido cubiertas.
Muchos políticos de viejo cuño y viejos vicios insisten en destacar el color del gobernante que propicia el beneficio, pero los más inteligentes hacen equipo con los suyos y los demás, para, en un ejercicio democrático, propiciar que todos salgamos ganando.
Cuando Muñoz Cano habla de ponerse de acuerdo, es porque vienen tiempos difíciles, y es entonces cuando hay que medir bien lo que se entrega, para que llegue bien, a todos y sobre todo, de una manera plena y justa.
Esa política del beneficio para todos es la que, sin duda alguna, permitirá que los ciudadanos volvamos a creer en nuestras autoridades, que dejemos a un lado los fantasmas del autismo foxista y pensemos que México puede cambiar, aunque aún haya diputados ajenos a toda muestra de inteligencia como los “Noroñas” y compañía, que solamente llegan a un Congreso a azuzar la función de circo, cual vulgares payasos de quinta categoría.
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