-Senado vs. aberraciones fiscales
-Hacienda quiere hasta los ahorros
-Libran de ISR a retiros por desempleo
Columnas pasadas señalamos que en el Senado persiste una posición muy clara respecto a una negativa al paquete original propuesto por el presidente Felipe Calderón y que en el seno de la propia bancada blanquiazul existen diferencias hacia la nueva imposición de impuestos.
El Senado tiene el poder en la última palabra para evitar que el próximo 2010 (justo el centenario del inicio de la Revolución Mexicana ante tantos malestares sociales) sea más lesivo al bolsillo de los pobres, trabajadores y clase media respecto de este año que nos tiene a todos de cabeza.
Ayer fue un día tenso en el Senado de la República, la comparecencia de Agustín Carstens y Carstens, titular de Hacienda para explicar las minucias del paquete fiscal no sirvió tampoco para despejar sendas dudas vertidas por los propios legisladores porque algo queda muy claro: el secretario Carstens y los legisladores tienen posiciones encontradas.
A tal grado que son inamovibles, para el brazo de Hacienda se trata de en efecto recaudar a como dé lugar, por encima de quien sea necesario pasar para exprimirle a la gente el dinero que debe de pagar por las malas o por las malas.
La justificación además es recurrente: “México no puede seguir dependiendo de los ingresos fiscales vía el petróleo”, “hay que subsanar a las finanzas públicas”, “hay que darle más ingresos a las finanzas públicas para que el gobierno tenga más capacidad de acción en sus programas”.
Claro algún día lo llegaremos a creer sobre todo cuando no exista corrupción, esa que reparte el dinero del erario público –nuestros impuestos- en un grupo de bolsillos de la gente que se coloca en los respectivos gabinetes y una pequeña porción, efectivamente, parte para algún programa.
También sabemos la necesidad de despetrolizar a las finanzas públicas, no obstante, ni el 2% para la pobreza originalmente propuesto, ni un IVA al 16%, ISR al 30% ni un IEPS de 3% o 4% lo resuelven en tanto no se toque lo que verdaderamente importa: las ganancias de capital, las ganancias por inversiones, la especulación, las ganancias por posesión de bienes inmobiliarios.
No creo que Hacienda lo ignore y eso se llama proteger al gran capital, lo que efectivamente lleva a que en el país se formen monopolios, duopolios y carteles en el funcionamiento de las empresas y los mercados.
Porque si no hay una progresión en los impuestos existe un privilegio para los que más tienen.
Precisamente días atrás buscando un departamento de alquiler encontré un edificio cuyo piso se anunciaba en renta, durante la visita al mismo, resultó que éste es de la ex mujer del actual embajador de México en Francia Carlos de Icaza, y durante el encuentro el hijo de ambos Carlos de Icaza Aneiros, por cierto abogado, señaló que no podían dar recibos por el alquiler del piso y que en caso de que yo los solicitara entonces al precio por la renta que me habían mencionado tenían que agregarle los impuestos lo que significaba encarecer todavía más el precio del departamento.
¿Cuántos casos existirán así? Sobre todo en Polanco muchos departamentos se alquilan para ejecutivos y en el precio deben incluir su recibo fiscal no decirle al cliente que si quieren recibo fiscal es un precio u otro diferente sin éste.
Mientras hay gente que hace muy buenos negocios de esta forma alquilando y llevándose limpiamente 25 mil o 30 mil pesos mensuales sin devengar nada a Hacienda, por otro lado hay 55 millones de pobres en el país sobreviviendo a duras penas.
A COLACIÓN
Lo que tenemos es una persecución al pequeño cautivo y a los que ya pagamos impuestos, para el primero obligarlo de cualquier forma a pagar sus impuestos aunque sus ingresos no se comparen a quienes son dueños de bienes inmuebles y los alquilan a grandes precios sin pagar nada de impuestos.
También es verdad se trata de que la economía informal pague impuestos por su actividad, para ello se inventaron el IDE impuesto que les está funcionando muy bien y que espero acerque a la gente a bancarizarse.
A los segundos, se trata de hincarles más la presión, dentro de las aberraciones enviadas por Hacienda y que están en manos de los senadores figura que Hacienda tenga la atribución de en el Código Fiscal quitarle los ahorros para el retiro y las primas por conceptos de seguros de vida o pensiones.
Así es, a la Cámara de Diputados se le pasó de noche su revisión y la aprobó tal cual, ahora en manos de los senadores éstos intentan resarcir tal aberración para evitar que Hacienda pueda quitarle hasta los ahorros para el retiro y cualquier beneficio de prima derivada de un seguro a una persona por no pagar sus impuestos.
Para Hacienda se trata de extender sus facultades y es que si actualmente pueden congelar los bienes y las cuentas en el banco de cualquier evasor, sus pretensiones quieren llegar hasta el dinero de las Afores y de las primas de seguros.
Lo único que nos queda es rezar porque a las comisiones de Hacienda y Estudios Legislativos del Senado modifiquen lo que los diputados ya aprobaron.
SERPIENTES Y ESCALERAS
Una buena noticia dentro de todas las malas: para todas aquellas personas desempleadas que están tramitando en su respectiva Afore su retiro parcial por desempleo, les comento que a partir de enero de 2010, los retiros que se realicen por este concepto quedarán exentos del ISR.
De alguna forma las personas que cobren su ayuda parcial por desempleo podrán llevarse íntegramente su dinero sin dejar nada a Hacienda.
Por lo menos un punto a favor. La angustia que cunde alrededor nuestra es mucha, así como la incertidumbre, los empresarios están preocupados y es que la tensión emerge en los últimos meses cuando precisamente los departamentos administrativos están cerrando nóminas, se analiza el panorama para el primer trimestre de 2010, se preparan cajas para el pago de aguinaldos y otras prestaciones.
Asimismo se toma el pulso de la situación de la empresa, sus deudas inmediatas y los compromisos impostergables, hay mucha expectación sobre si el Senado echará atrás el IVA del 16%, el ISR del 30% y lo qué pasará con el IEPS.
Vamos a ver qué pasa con la ley del más fuerte, ojalá que la obcecación no derive en mayores problemas socioeconómicos. Ante lo que vivimos, la Ley de Santa Ana parece minúscula por los intentos de gravar hasta lo que es producto del trabajo de los trabajadores. Al ratito vamos a pagar impuestos hasta por pensar.
*Economista y columnista especializada. Es candidato a doctor por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales. Puede contactarla en: [email protected]