Benny Cruz Zapata/EnLíneaDIRECTA
Victoria, Tamaulipas.- A Milagros Bocanegra Alanís, estudiante del cuarto semestre de sicología nadie le cuenta que la situación económica va de mal a peor; perteneciente a una familia extensa en donde 16 hermanos han convertido a su madre en una mujer que hace milagros con el gasto familiar que su padre le entrega, dice que lo poco que le dan para gastar en la escuela se le va en las copias y el pasaje:
“Cuando bien me va, me sobra para un refresco, lo que sucede que en una familia tan grande como la mía el dinero nunca es suficiente para cubrir todo lo que necesitamos, por eso, en lo personal me ayudo mucho con una beca que tengo en le Universidad, son 600 pesos que me llegan cada mes, pero son suficientes para salir adelante con el gasto de tanta copia que nos piden”.
Comparte que como futura sicóloga perciben en las aulas que la juventud también está agobiada por la crisis:
-Por ejemplo uno bien que mal tiene su casa aquí en la ciudad, pero hay muchos compañeros que vienen de otros municipios, así que tienen que pagar renta, alimentación, transporte, muchos de ellos no tienen ni para sacar copias, así que se esperan a que quienes si las sacan se las presten para estudiar.
Tomás Tijerina Mendoza, es uno de estos estudiantes, originario del municipio de San Fernando, cuenta que desde que empezó el año hasta ha pensado en dejar la escuela:
-Me angustia ver como batalla mi familia, son gente del campo que con sacrificios siembra la tierra, por lo que no hay ingresos fijos, sino cada temporada de siembra, por ello mi papá tiene que andar pidiendo prestado a cuenta de la cosecha para pagar los mil pesos que me cobran de renta, además de inscripciones y por semana me da para mis gastos 400 pesos, que antes si alcanzaban hasta para dar las tres comidas, ahorita ya no, hay semanas en que por ejemplo hay que imprimir muchos trabajos y el dinero se va, por lo que no queda ni para el transporte, lo que hago es levantarme más temprano y me voy caminando desde la Colonia Mainero hasta la Universidad.
Tijerina Mendoza, estudiante de comercio puntualiza que por esta situación muchos de sus compañeros de plano han tenido que abandonar la escuela:
-La situación es sumamente difícil para uno que viene de otras partes, hay amigos que de plano no aguantan el sacrificio y mejor se regresan, otros que buscan trabajos que les ayuden a completar el gasto, pero la realidad es que ahorita andamos batallando hasta para sacar copias ni hablar de comer en la escuela, muchos nos vemos en la necesidad de elegir entre echarnos un taco o comprarnos el material que nos piden en la Universidad.
“Necesario fortalecer a la juventud en estos momentos de crisis”: Socioterapeuta.
Para el maestro Luis Humberto Garza Vázquez, socioterapeuta experto en la conducta de la juventud, y Secretario académico de la Unidad Académica de Ciencias, Educación y Humanidades de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, las estelas de la situación económica que se está viviendo esta impactando a la juventud, quienes están pagando los saldos que en sus casas tiene el agobio financiero que ya se padece:
“Crisis siempre ha habido, son recurrentes pero ahorita lo que nos toca por vivir nos agobia a todos y los jóvenes no escapan, ellos resienten en lo emocional, en lo físico y lo social lo que está pasando, por eso desde el aula se ha palpado la situación y se está actuando en consecuencia propiciando un encuentro directo con los alumnos, en este caso de la universidad, ya que está claro que después del hogar, el espacio que alberga el desarrollo de un joven es la escuela y con este compromiso se le está dando un giro a la educación.
Como muestra de lo anterior, Garza Vázquez expone que se está trabajando con el programa de tutorías, que no es otra cosa que hacer realidad un acompañamiento maestro- alumno en su paso por la Universidad:
-Hay indicios que nos ponen en alerta y que nos llaman a no dejar solo a los muchachos, pues al estar a la deriva son blanco fácil de muchas situaciones dolorosas que les llega a destruir hasta la vida, siendo estas las drogas, la violencia, el alcoholismo en lo que muchos pueden caer si no tienen fortalezas que les sirva para contener su caída en este tipo de vicios, conscientes de este peligro, lo que se hace en las Unidades académicas es estar atentos a los alumnos, cerca de ellos, escuchando sus necesidades y sus reclamos.
El llamado es para formar un bloque protector entre maestros y padres de familia:
-Cuando a mi me preguntan que si veo a una juventud en riesgo, en peligro mi respuesta es positiva, pero a la vez afirmo que no todo está perdido pero para ganar la batalla hay que unir esfuerzos, por decir, ahorita la UAT ha abierto las puertas a los padres de familia para que conozcan donde estudian sus hijos, se busca un acercamiento con ellos, a fin de hacer frente a la situación, pues siendo la escuela y la casa los sitios en donde la juventud se alimenta en lo emocional para hacer frente a la vida, debemos trabajar unidos y de esta manera se reducirá el impacto de la crisis económica y sus consecuencias en la vida de la juventud.
Eso lo entiende María Sustaita Rodríguez, licenciada en sociología y estudiante del cuarto semestre de sicología en la Facultad de Trabajo Social:
-Yo curse hace años la carrera de sociología y no batallaba tanto como ahora, pues con todo y que trabajo no me alcanza para cubrir todos los gastos que implica una carrera universitaria y lo peor sabemos porque vemos en las noticias que todo se viene peor y como dice el chapulín colorado ¿ahora quien podrá defendernos?
Ella se pregunta y se responde:
-Pienso que nadie, pues la gente que hace y deshace toma decisiones por nosotros y quedamos indefensos ante lo que se decreta; pero como dicen que ya ni llorar es bueno, desde el salón de clase hay que ponerle muchos ganas a lo que hacemos, pues de nada nos sirve tirarnos a llorar, aunque motivos tenemos de sobra, en la escuela al igual que en el exterior, se están viendo situaciones diferentes, hay quienes de plano se dan por vencidos y se salen, pero después uno los ve batallando, ya que si estudiando no tiene uno nada seguro, mucho menos si no se tiene una carrera profesional, por eso hay que ponerle ganas a lo que estamos haciendo pues es la única arma que tenemos a nuestro alcance ante lo que sucede en el país y donde no tenemos voz ni voto.