Muy tardia ha sido la respuesta del PRI, encabezada por el legislador Manlio Fabio Beltrones, para detener la escalada de precios que a juicio del senador, provocará la reforma política y económica propuesta por el presidente Calderón, en el paquete fiscal que entrego en diciembre al Congreso.
Y digo tardía, porque tal parece que el senador no sabe que pese a sus lánguidas protestas y a la postura que asume en estos momentos la bancada de senadores del PRI, es tan tardía como sus reflejos políticos, ya que la escalada de precios inicio desde el momento mismo en que el presidente Calderón hizo el anuncio de presentar su propuesta fiscal.
Beltrones no sabe ni se imagina el calvario que millones de mexicanos tienen que pasar debido al alza ya indiscriminada en el precio de alimentos, combustibles y productos suntuarios, cuyo costo es ya para algunos, inaccesible.
Por eso me parece hasta ridículo que este político piense que con negarse a aprobar la reforma política presentada por Calderón, los empresarios y comerciantes voraces detendrán el aumento en los productos que elaboran, por el contrario, esperan otra oportunidad para incrementar de nueva cuenta los precios, por lo que eso que dice el senador, de pedir a Calderon frene la escalada de precios, o de lo contrario no habrá reforma política, es tan falso como sus palabras.
Y lo es porque baste recordar que cuando se negaron los priistas a aprobar el paquete fiscal 2010, finalmente lo aprobaron bajo condiciones políticas que les favorecerán en las elecciones de este año, por lo que pienso que el mini escándalo provocado por Beltrones, solo es circo, maroma y teatro.
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En el mismo contexto político, en el PRI Tamaulipas las cosas ya están muy calientitas, y a pesar del frio, el ánimo de algunos políticos candidateables para la gubernatura, solo esperan el banderazo no del IEETAM, sino de la mano del gobernador Eugenio Hernández Flores, quien sabemos bien, es quien tiene la decisión final.
Es así que políticos que aspiran al cargo, como el secretario de educación, José Manuel Asaad Montelongo, o el diputado Rodolfo Torre Cantú, y el mismo Ramón Garza Barrios, están a la expectativa de lo que queda ocurrir en los próximos días en la capital estatal, para renunciar a sus cargos y llevar a cabo sus precampañas.
Los tres dicen lo que todo político siempre ha dicho; que no son los tiempos, que están empeñados en terminar sus gestiones, que no les interesa, y al final de cuentas, dicen que será lo que el gobernador diga, en cuanto a si uno de ellos es el elegido.
Pero el futuro inmediato de quienes aspiran a ese cargo, iniciara el 10 de enero, cuando los partidos políticos, y en particular el PRI, sepan a cabalidad, lo que les deparará el destino, ya que ese dia vence el plazo para presentar ante el Instituto Estatal Electoral de Tamaulipas (IEETAM), el registro de sus alianzas y la presentación de sus plataformas electorales, cosa que ya hizo el PRI, no así el resto de los partidos que participaran en la contienda.
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Y tan es así, que en el PRD la añeja rebatinga de antaño resurge con mayores bríos, luego de existir la posibilidad de que el mantense Lino Korrodi, aquel personaje que daba la vida por Vicente Fox y por el PAN, pueda ser el candidato del PRD para el gobierno estatal. La verdad ni sorprende ni convence, porque sabemos bien que en ese partido la ausencia de liderazgo y de personajes serios, al menos en Tamaulipas, hace que el CEN voltee hacia otros horizontes, en una desesperada búsqueda de candidatos, aunque sean externos, para tener al menos la mínima posibilidad de tener un digno representante, pero Lino, lejos de ayudar al PR, lo perjudica, porque abrirá viejas lesiones y mantendrá la división con que se ha identificado el PRD en los últimos años.
En el mismo tenor, todo parece indicar que el Partido Convergencia competirá solo en la lucha electoral de este año, y todo por la ambición de un hombre que no desea ni compartir ni repartir el botín político en que se han convertido las campañas políticas, por el presupuesto asignado a ellas.
Y es que el dirigente estatal de Convergencia, Emiliano Fernández, al igual que en el PRD, voltea para otros horizontes, y el más cercano fue Nuevo Laredo, en donde platicó con el empresario y agente aduanal, Salvador Rosas Quintanilla, para que le haga honor a su nombre, y sea el salvador del partido, y se presente como candidato para el gobierno del estado, aunque en su cercano pasado haya simpatizado con el PRI. Habrá que ver si acepta y saber si en realidad tiene el respaldo político, porque el económico lo tiene.
Hasta mañana
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