Sigue el calvario de las preinscripciones

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– En las escuelas favoritas casi el 40% de aspirantes quedan fuera

Benny Cruz Zapata/EnLíneaDIRECTA

Victoria, Tamaulipas.- Los desvelos, las largas filas y el cansancio que han pasado los padres de familia para alcanzar una ficha en la escuela de su preferencia; no es garantía de lograr el ingreso anhelado; pues en promedio el 40% de los aspirantes en Escuelas como la Secundaria Técnica Uno, “Álvaro Obregón” se quedan en el camino.
A decir del profesor Enrique Mendoza Martínez, Director de la mencionada institución, una de las más acreditadas y con mayor demanda, hasta pasar el examen de admisión, los padres de familia tienen seguridad en el ingreso de sus hijos:
“En el caso de nosotros tenemos programado entregar unas 850 fichas, pero de esta totalidad solo tenemos lugar para 540 alumnos, así que poco más de 300 van a quedar fuera después de presentar el examen de selección, uno que más quisiera que recibir a todos, pero no es posible, sin embargo todos los padres de familia que han venido a solicitar una ficha, deben de tener la seguridad de que el único filtro de ingreso es el examen de selección, aquí no hay influencias que valgan, mucho menos recomendaciones”.
De ello da cuenta la señora Candelaria Rangel Campos, madre del jovencito René Fernando Solís Campos, a quienes no les importa tener la ficha 615:
“Llegamos desde muy temprano, pero hubo gente que desde el domingo empezaron a acampar, lo bueno que nos han dicho que no importa el número que lo que cuenta son los resultados que se tengan en el examen de selección, lo que nos da tranquilidad, pues mi hijo tiene muy buenas calificaciones”.
Afirma que no es capricho querer el ingreso en una buena escuela, la que a su parecer es la secundaria “Álvaro Obregón” :
“Miente quien diga que todas las escuelas son iguales, pues aunque todas tienen el mismo programa de estudio, hay muchos elementos que marcan la diferencia, uno de ellos son los maestros y otro que también cuenta mucho es la disciplina, pues los muchachitos llegan a la secundaria en la edad más difícil, así que requieren que en la escuela les refuercen los hábitos que traen de la casa, es una edad determinante, así que uno aspira a darle en la medida de sus posibilidades una educación que les sirva para la vida”.
Dice que en el caso de la secundaria que espera, sea la escuela de su hijo, es de las mejore, por no decir que la mejor:
“Además de lo académico, aquí les enseñan oficios que van desde mecánica, electricidad hasta maquinas y herramientas, lo que de entrada es de gran beneficio pues salen con un conocimiento extra”.
Por su parte María Guadalupe Cepeda y su hija Maribel Cárdenas, están felices de haber sido de las primeras en llegar:
“No hay mejor tranquilidad para una madre que hacer todo el esfuerzo requerido para lograr que una hija entre a una buena escuela, que en lo personal tiene que ver mucho con la disciplina y el nivel de educación que dan los maestros, de acuerdo a lo que se, aquí todos se ponen la camiseta para ser de las mejores instituciones públicas, por lo que en nuestro caso a lo que aspiramos es a que la niña logre tener un lugar”.
Por su parte Maribel Cárdenas, comparte que para ella que siempre le ha gustado la computación, sería el área que eligiera en caso de ser una de las alumnas de la institución”.
Panorama similar se vivió en otra de las secundarias que de acuerdo al sentir popular está catalogada como de “ las mejores”, y con el lema “la excelencia en la educación”, la secundaria general No. 4 “José Santos Valdés” es otra de las escuelas más demandadas en tiempo de preinscripciones de ello da cuenta la señora Teresa de Jesús Ramírez Huerta, madre de Jacinto Pérez Ramírez:
“Yo recuerdo siempre que mi padre me decía que el que es bue gallo, en cualquier gallinero canta, pero por experiencia se lo equivocado que estaba, pues a mi y a mis hermanos nos puso a estudiar en la escuela “Emilio Portes Gil” que está por el Libramiento, era la que nos quedaba más cerca ya que vivíamos en la Colonia Independencia, pero experiencia no pude tener, todavía me acuerdo como me agredían mis compañeros, igual me paso en la secundaria No. Tres, en donde el más fuerte era el rey, lo peor era que a los maestros le valía; por eso con tales recuerdos ya como madre de familia, mis dos hijos mayores siempre les busque buenas escuelas públicas, no importaba que me quedaran lejos y que tuvieran que tomar dos micros”.
En base a esto, quiere que su hijo más pequeño, Jacinto Pérez, logres ingresar a la secundaria en donde estudiaron sus hermanos que ya están en la Universidad:
“Por eso no me importa hacer fila, pues si uno no está en posibilidades de pagar un Colegio particular, si tiene la posibilidad de hacerle la lucha para que ingresen a una buena escuela, que en lo práctico significa que hay disciplina y buenos maestros, lo que es una garantía, por eso las largas filas y la espera poco importa”.

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