– Esposo lleva un año en cama; STJE, CEDH y Alcalde le dan con la puerta en las narices y la maltratan
Redacción/EnLíneaDIRECTA
Victoria, Tamaulipas.- Quedarse al frente de un frágil hogar, sin casa, -se hipoteco-, ni dinero para subsistir no es la peor tragedia que le ocurre desde hace más de un año a Imelda Medrano Hernández.
Solo la fe y el amor por sus hijos la mantienen de pie. Las autoridades y servidores públicos le dieron la espalda y solo exige justicia ante los oídos del gobernador.
El calvario de Imelda, residente de la colonia Moderna, ubicada en uno de los cinturones de miseria en la ciudad, comenzó hace un año con dos meses.
En su viacrucis ni la Comisión Estatal de los Derechos Humanos ha hecho caso, al contrario, no la escuchan, le cierran las puertas y le niegan toda esperanza de justicia.
De condición humilde, su esposo Rodolfo Rodríguez González, tuvo la mala fortuna de ir en su bicicleta por su carril y ser atropellado por un agente de tránsito que no se encontraba en funciones, de acuerdo a la versión de la afectada.
A causa del accidente, su marido quedó postrado en cama, en estado inconsciente, ni siquiera se le tomó su declaración por las condiciones físicas deplorables que sufre.
“Pero con el peritaje que hicieron, demostraron que mi esposo se desplazaba en el carril que debe ser y que fue el policía quien se lo llevó de enfrente”, relató.
Con las pruebas a su favor confió en que pronto recibiría justicia, pero solo ha encontrado la aplicación de una ley que no hace pagar al tránsito culpable de la desgracia de su esposo.
Las demandas para recibir la compensación y los beneficios que concede la ley por el estado de salud en que dejaron a su esposo se encuentran en las agencias del ministerio público, de donde se trasladaron al Juzgado Tercer Penal.
“Ni el juez ni el presidente del tribunal me han hecho justicia, no me queda de otra más que pedirle al gobernador que interceda por mi causa”, clamó.
Desde que ocurrió el accidente se ha hecho cargo de los gastos económicos, donde se han ido miles de pesos por las terapias y tratamientos que recibe Rodolfo.
“Nos hemos quedado en la calle, tuve que hipotecar la casa, están a punto de echarnos a la calle, no se a dónde voy a ir a vivir con mis hijos y mi esposo en ese estado”.
Si las puertas se le cerraron en el Supremo Tribunal de Justicia en el Estado (STJE) presidido por Alejandro Ettiene Llanos, desvió su esperanza y sed de justicia en el alcalde Arturo Diez Gutiérrez.
Acompañada de su hija Yadira, se presentaron en el Ayuntamiento, y no pudieron tener peor recibimiento, “el Presidente se burló de nosotros”, narró con lágrimas en los ojos y agregó:
Nos dijo que mi esposo había tomado e iba bien borracho en la bicicleta, se burló nosotros frente a varias personas que lo seguían en su oficina y dijo que mi esposo había tenido la culpa de lo que le había pasado.
Con las puertas cerradas en varias instancias, Imelda ayer lunes acudió a la ceremonia de Honores a la Bandera para pedirle al gobernador Eugenio Hernández Flores su intervención y se haga cumplir la ley en Tamaulipas.