Obispos fronterizos de México y de Estados Unidos se reúnen en N. Laredo

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– Tratan asuntos comunes, entre ellos el de la inseguridad.

Gastón Monge/EnLíneaDIRECTA

Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Obispos fronterizos de México y de Estados Unidos, se reunieron ayer en este municipio, para tratar asuntos relacionados con la pastoral del matrimonio, pero también hablaron de la inseguridad y la violencia que priva en sus comunidades.

Fueron once los obispos fronterizos, seis del sur de Texas y cinco del norte de México, los que se reúnen de manera frecuente en diferentes ciudades de la frontera, para tratar asuntos que los relacionan, entre ellos el de la extrema inseguridad.

Quien habló primero fue el obispo de ciudad Juárez, Renato Asencio.

Reconoció que en estos momentos ese municipio es el más violento del país y posiblemente del mundo, debido a la extrema violencia que se vive en sus calles y a la gran cantidad de muertes relacionadas con el crimen organizado.

“No cabe duda que estamos viviendo una problemática muy especial, y que la violencia es provocada por situaciones que son verdaderamente preocupantes y angustiantes, como es el narcotráfico”, expresó el jerarca de la grey juarense.

Dijo que desde hace tiempo la sociedad de ese municipio vive situaciones extremadamente difíciles, pero mencionó que la violencia también se vive en Nuevo Laredo, (Reynosa) y Matamoros.

“Pero (creo) que toda la frontera esta viviendo estas situaciones”, reiteró.

Consideró que la Iglesia católica está trabajando en ese asunto, el que ya ha sido comentado entre los obispos de la frontera norte del país, quienes han narrado sus propias experiencias de violencia y de inseguridad que se vive en sus comunidades.

El gobierno solo, no podrá con la inseguridad

Como una alternativa para entender el fenómeno de la violencia en el país, Alonso Garza, Treviño, obispo de Piedras Negras, comentó que los obispos mexicanos plasman sus inquietudes con relación a la inseguridad, en un documento publicado hace un par de semanas, denominado ‘Que en Cristo Nuestra Paz, México Tenga Vida Digna’, en el que solicitan al gobierno federal “que aprendamos todos a estar unidos como sociedad civil y los diferentes organismos, porque esta es la única forma de salir adelante”, expresó.

“Sabemos que el gobierno solo no puede con esto, y que tampoco pueden los ciudadanos solos. Pero estamos seguros, y lo decimos como Conferencia del Episcopado Mexicano, que si conjuntamos esfuerzos y si todas las instituciones se unen en una acción sincera y profunda, de renovación de estructuras, la situación puede cambiar de manera favorable”, abundó el obispo del norte de Coahuila.

Dijo que como Iglesia, los obispos del norte del país, pondrán su granito de arena para ayudar a la solución del problema de la inseguridad y de la violencia que en estos momentos se vive en todo el país.

Con relación a la presencia del ejército en las comunidades fronterizas, dijo el religioso que su presencia es necesaria, porque se trata de una situación de extrema urgencia la que se vive en la frontera norte, aunque reconoció que no debe estar de manera permanente en las calles, porque ese no es su papel.

Por su parte, el obispo de Laredo, Texas, James Tamayo, dijo que en esta región, las diócesis de ambas ciudades forman una sola comunidad, “porque somos una sola familia, sin fronteras, sin ríos y sin barreras”.

Los obispos mexicanos que se reunieron son Gustavo Rodríguez Vega, de Nuevo Laredo; Faustino Armendáriz, de Matamoros; Renato Asencio, de ciudad Juárez; Gerardo Rojas, de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, y Alonso Garza Treviño, de Piedras Negras.

De Texas estuvieron presentes Raymundo Peña, obispo emérito de Brownsville; Daniel Flores, nuevo obispo de Brownsville; Oscar Cantú, de San Antonio; James Tamayo, de Laredo; Michael Phiffer, de San Ángelo, Texas, y Armando Ochoa, de El Paso, Texas.

Luego de la conferencia, los jerarcas católicos ofrecieron una misa al feligresía de esta frontera.

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