Daniel Lizárraga
MÉXICO, DF, 26 de marzo (apro).- El presidente Felipe Calderón hizo a un lado la guerra contra el narcotráfico en su discurso y convocó hoy a debatir una agenda sobre la crisis en el abastecimiento de agua en el país, toda vez que 26% de los mantos ya se agotaron o están en el límite de la sobreexplotación.
Durante la presentación de la Agenda del Agua 2030 en la residencia oficial de Los Pinos, el presidente ubicó esta crisis como algo impostergable, al destacar que los mexicanos cuentan con 22% del recurso de lo que tenían hace 60 años y, además, la tendencia apunta a la baja.
Apenas 24 horas antes, el propio Calderón advirtió que por encima de cualquier otra responsabilidad o problemática, lo primero era “aplicar la ley” para que México no siga “en manos de una bola de maleantes, que son una ridícula minoría”.
En un encuentro con empresarios de la construcción, el Ejecutivo admitió entonces que “sí hay riesgos graves” para la sociedad en la guerra contra el narcotráfico; sin embargo, cualquiera de ellos será menor ante el objetivo de recuperar el estado de derecho y a la autoridad en cada punto del territorio nacional”.
No obstante, Calderón dio un giro a la orientación de sus discursos pronunciados durante los últimos días, al poner este viernes sobre la mesa La Agenda del Agua 2030, sobre la cual, dijo, habrá que dejar a un lado “posturas partidistas” e “ideologías”.
En el caso de México, agregó, la gran mayoría de los acuíferos están sobreexplotados y se ubican, precisamente, debajo de las grandes ciudades del país, empezando por el Distrito Federal y siguiendo con la gran mayoría de las urbes de la República.
A esta problemática, añadió, habrá que sumar la paradoja de que México haya tenido las inundaciones más fuertes en su historia.
“En Tabasco, por ejemplo, en el 2007, que llegaron a cubrir 70% del territorio tabasqueño. Y dos años después, la segunda peor sequía que hayamos vivido en el país en casi 70 años, que además dejó por debajo de la línea de vulnerabilidad la disponibilidad de agua potable para la Ciudad de México proveniente de la Cuenca del Cutzamala”, describió.