Hugo Reyna/EnLíneaDIRECTA
Reynosa, Tamaulipas.- Azahel Gutiérrez Ventura y Armando Cortes Cruz llegaron hace unas semanas a Reynosa procedentes de Papantla y Martínez Alatorre Veracruz respectivamente, desde entonces no han podido emplearse y no solamente enfrentan la difícil situación económica, si no también son marcados por el estigma de ser vistos con rechazo por el simple hecho de no ser de la región.
Los días para ellos transcurren en medio del apuro de conseguir unos pesos para el mantenimiento de sus familias, pasan las noches en el Albergue de Guadalupe, en donde han recibido todo el apoyo del padre Hilario Noyola Del Pozo a quien le agradecen sus atenciones.
Azahel rompe la monotonía del momento en la entrevista y expone: “Solamente queremos trabajar, nos venimos de Veracruz con ganas de encontrar un mejor futuro, pero aquí también esta difícil, la gente no nos quiere, nos ven con celo y molestia, pero queremos trabajar honradamente no hacemos mal a nadie”, dijo.
Secundado por Armando Cortes, quien desesperado explica que el siente mayor presión, pues una de sus hijas sufrió recientemente quemaduras en su cuerpo y requiere de cuidados y tratamiento medico especial, pero no tiene dinero.
Reconocen que la frontera y su vecindad con los Estados Unidos de América no ha sido la respuesta a sus necesidades, pues además de lidiar con la carencia de oportunidades, enfrentan también estigma y rechazo de los residentes, quienes los ven como si fueran delincuentes.
“Queremos una oportunidad, afortunadamente hay buenas personas, hace unos días hice un trabajito con un señor en un consultorio medico, y me gane unos pesos, pero mañana no se que vamos a hacer con nuestras familias, ahora si que si tuviéramos otra oportunidad no habríamos venido a Reynosa, pero pues hay que buscarle en donde haya, si no…. (sic).